Risas y cotilleos

En la sesi¨®n de control al Ejecutivo de hoy desempe?ar¨¢ el papel de estrella invitada la est¨²pida colusi¨®n forjada por el Gobierno y su peri¨®dico oficioso para enga?ar a la opini¨®n p¨²blica con el bulo de que Felipe Gonz¨¢lez se hab¨ªa entrevistado en secreto con el rey Mohamed VI y su primer ministro, Yussufi, el domingo 24 de febrero en suelo marroqu¨ª. Aznar, ausente de Madrid durante esa astracanada, tiene te¨®ricamente una excelente oportunidad para descebar el conflicto diplom¨¢tico con Marruecos y para devolver a los socialistas su leg¨ªtimo papel de leal oposici¨®n que algunos portavoces populares intentan irresponsablemente arrebatarle. Sin embargo, cualquier corredor de apuestas avispado no se jugar¨ªa un euro a favor de esa posibilidad tras leer el pasado domigo en El Correo la ol¨ªmpica contestaci¨®n del presidente del Gobierno al ser interrogado sobre qui¨¦n ser¨ªa el pagano de los platos rotos del bulo: 'No me preocupo de cuestiones anecd¨®ticas ni de cotilleos'.

La rueda de prensa posterior al Consejo del pasado viernes hab¨ªa ofrecido ya algunas pistas al respecto. Mientras el ministro portavoz -pregonado coautor del embeleco con El Mundo- despejaba las preguntas mediante la tosca t¨¦cnica de los defensas le?eros acostumbrados a mandar el bal¨®n al segundo anfiteatro, los dos vicepresidentes hac¨ªan escuchitas escolares a la oreja y se desternillaban de risa en un acto de menosprecio a la opini¨®n p¨²blica representada en la sala por los periodistas. El retrechero secretario general del PP, cuya delicada epidermis se siente ¨²ltimamente escocida por las cr¨ªticas socialistas al Gobierno, tambi¨¦n se ha sumado a la fiesta exigiendo que los ofendidos presten disculpas a los ofensores.

Los esfuerzos desplegados por el director de El Mundo a fin de dar por cerrado el asunto ('no es cuesti¨®n de ir abri¨¦ndose las venas') y autoamnistiarse ('se piden excusas y a partir de ah¨ª, bussiness as usual) tambi¨¦n pretenden preparar el terreno a la displicente intervenci¨®n programada para hoy en el Congreso por Aznar. La picarona alusi¨®n de Ram¨ªrez al embajador en Rabat y a los ministros Piqu¨¦ y Cabanillas como exclusivos autores del 'gol en propia meta' metido al Gobierno ('y conste que no estoy diciendo con eso que ninguno de ellos fuera, o dejara de ser, la fuente original') le permite sacudirse las pulgas de encima y no contar -como es su obligaci¨®n- la historia de la fabricaci¨®n del embeleco desde el Palacio de la Moncloa. Fiel a su insidioso estilo de afirmar negando y desmentir mintiendo, Ram¨ªrez sugiere con una maliciosa pregunta ret¨®rica que todav¨ªa no se ha dicho la ¨²ltima palabra sobre la conexi¨®n marroqu¨ª: ?'Intoxicaron deliberadamente sus servicios secretos a nuestra embajada en pos del efecto obtenido'?

Pinchado el bulo por el doble desmentido de Felipe Gonz¨¢lez y Yussufi, la humillante palinodia del embajador en Rabat y la resignada retractaci¨®n del ministro Piqu¨¦, quedan a¨²n por dilucidar los objetivos ¨²ltimos de un montaje que se ha vuelto contra el Gobierno de Aznar cuando Espa?a ocupa la presidencia semestral de la UE y que ha deteriorado a¨²n m¨¢s las relaciones diplom¨¢ticas entre Madrid y Rabat. ?Resultan suficientes -aun siendo necesarias- como causas del embrollo la ganduler¨ªa de un embajador absentista, la frivolidad de un ministro portavoz intrigante, el servilismo de un ministro de Asuntos Exteriores adulador y la megaloman¨ªa de un periodista vengativo?.

El bulo marroqu¨ª cobra su pleno sentido dentro del marco de la voluntad gubernamental de patrimonializar las instituciones del Estado y de exigir el monopolio interpretativo de los intereses generales: las acusaciones de deslealtad dirigidas contra la oposici¨®n socialista no se limitan ya al marco constitucional y al sistema democr¨¢tico sino que se extienden tambi¨¦n a los valores nacionales. As¨ª lo explica Ram¨ªrez: la insistencia socialista en pedir cuentas al Gobierno por su bufonada diplom¨¢tica 'supondr¨¢ en la pr¨¢ctica contribuir a debilitar la posici¨®n de los ciudadanos de Ceuta y Melilla', de los empresarios y trabajadores del 'sector c¨ªtrico' espa?ol y de los grupos sociales afectados por la inmigraci¨®n ilegal. Frente a la traici¨®n de los socialistas, resuena la invocaci¨®n al ap¨®stol matamoros ?Santiago y cierra Espa?a!: 'Si los felipistas quieren ir por lana en este asunto -amenaza el director de El Mundo- es el Gobierno quien tiene, pues, todas las bazas para que salga trasquilado'.