Prodi dice que la cumbre fracasar¨¢ si no hay un pacto para liberalizar el mercado energ¨¦tico

Romano Prodi opt¨® ayer por el realismo y el pragmatismo a la hora de fijar los logros m¨ªnimos que deben salir de la cumbre de Barcelona para que la cita no sea un fracaso o incluso pueda hablarse de '¨¦xito'. El presidente de la Comisi¨®n exigi¨® que los Quince pongan una fecha para liberalizar el mercado de la electricidad para las empresas, un objetivo m¨ªnimo al que incluso se resiste Francia, pero a?adi¨® que los l¨ªderes europeos deben alcanzar tambi¨¦n 'el compromiso pol¨ªtico' para que todos los consumidores sin distinci¨®n puedan elegir suministrador en los pr¨®ximos a?os.

'?stos son mis objetivos para Barcelona', anunci¨® Prodi a mediod¨ªa de ayer, 'y, tal como se presenta la situaci¨®n, ya ser¨¢ positivo si se alcanzan', a?adi¨®, seguramente consciente de que sus metas no son muy ambiciosas porque se trata de iniciativas ya pactadas hace dos a?os que, o bien han sido incumplidas o bien hay que reforzarlas con plazos estrictos para el futuro.

As¨ª, en la cumbre de Lisboa de marzo del a?o 2000 ya se pact¨® 'acelerar' la liberalizaci¨®n del mercado energ¨¦tico y en la de Estocolmo de hace un a?o se acord¨® hacerlo 'cuanto antes', despu¨¦s de que Francia y Alemania rechazaran el calendario propuesto por la Comisi¨®n: 2003 para los clientes industriales en electricidad, 2004 en gas para las empresas y 2005 para todos.

Prodi se conforma ahora con el primer paso -'no hay que subestimarlo', coment¨® resignado Prodi- y quiz¨¢s Francia imponga retrasarlo un a?o porque, en pleno periodo electoral, ni el conservador Jacques Chirac ni el socialista Lionel Jospin est¨¢n dispuestos a perder un solo voto con el argumento de que hay que preservar a toda costa el servicio p¨²blico y no perjudicar a los empleados de la todopoderosa EdF, que es propiedad del Estado en un 100%.

Eso s¨ª, la Comisi¨®n mantiene la presi¨®n en busca de ese compromiso para la liberalizaci¨®n total, que, adem¨¢s de la prevista reducci¨®n de precios, supondr¨ªa para la UE un ahorro de 15.000 millones de euros, seg¨²n el presidente del Ejecutivo comunitario.

Las otras metas marcadas por Prodi se refieren a la creaci¨®n de un mercado financiero ¨²nico en la UE en 2005 (la cumbre de Lisboa ya cit¨® esa fecha), el fomento de pol¨ªticas activas de empleo para crear 20 millones de nuevos puestos de trabajo en ocho a?os (un plan establecido hace dos a?os que no va a buen ritmo por el frenazo econ¨®mico), la trasposici¨®n a nivel nacional del 98,5% de las normas comunitarias (deb¨ªa alcanzarse este mes y s¨®lo lo har¨¢n seis Estados) y el impulso pol¨ªtico a proyectos como el Galileo o el Cielo ?nico, lanzados en el a?o 1999 y estancados en la actualidad.

Ante el Parlamento Europeo, reunido en Estrasburgo, el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Josep Piqu¨¦, se mostr¨® ayer m¨¢s confiado en que Barcelona 'ser¨¢ un ¨¦xito', aunque reconoci¨® las 'reservas' de alg¨²n pa¨ªs con respecto al mercado energ¨¦tico. Piqu¨¦ apost¨® por una 'flexibilidad de los mercados de trabajo' para reducir el paro, un cap¨ªtulo en el que Francia y Alemania, entre otros, ya han dejado claro que no pueden dejarse de lado las consecuencias sociales. Ayer se sumaron los primeros ministros de B¨¦lgica y Luxemburgo, el liberal Guy Verhofstadt y el socialcristiano Jean-Claude Juncker, respectivamente, quienes, en un texto conjunto, abogan por encontrar un equilibrio entre las reformas estructurales y el mantenimiento y mejora de la protecci¨®n social. 'Hay que estar ojo avizor en este terreno', advirti¨® ayer Prodi.

El presidente de la Comisi¨®n tambi¨¦n se refiri¨® a las previstas manifestaciones en Barcelona. Tras asegurar que est¨¢ 'dispuesto a dialogar con todo el mundo' y que rechaza 'toda forma de violencia', coment¨® que a ¨¦l tampoco le gusta el t¨¦rmino globalizaci¨®n, pero que la UE busca en todo caso 'una globalizaci¨®n democr¨¢tica' al impulsar unas reformas 'que no benefician a unos pocos, sino a toda la humanidad'.

Enseguida reconoci¨® que ha ca¨ªdo 'en saco roto' el viejo compromiso de que cada pa¨ªs dedique el 0,7% de su PIB a las naciones en desarrollo. Los Quince aportan a ese fin una media del 0,33%, y s¨®lo cuatro (Suecia, Holanda, Luxemburgo y Dinamarca) superan el 0,7%. Espa?a est¨¢ en el 0,24%.

Hoy precisamente se cumple el plazo para saber si los Quince asumen el compromiso de dedicar un m¨ªnimo del 0,33% a esas ayudas en el a?o 2006, de forma que la media suba al 0,39%. Alemania y Grecia se planteaban ayer aceptar ese plan, al que se han opuesto hasta ahora.