Dos cardenales anuncian que el Papa dimitir¨¢ cuando se sienta incapacitado
Rodr¨ªguez Maradiaga y Ratzinger se?alan que el problema no se plantea a corto plazo
La posibilidad de que Juan Pablo II, agotado por las enfermedades y los a?os, presente su dimisi¨®n, no es s¨®lo un rumor que se agita por los pasillos del Vaticano, sino un pensamiento sobre el que el propio Papa reflexiona. As¨ª lo reconoci¨® ayer en Roma el arzobispo de Tegucigalpa, cardenal ?scar Rodr¨ªguez Maradiaga. La cuesti¨®n de un retiro del Pont¨ªfice fue aceptada tambi¨¦n ayer como una hip¨®tesis no descartable por el poderoso cardenal de la Curia romana Joseph Ratzinger, en una entrevista concedida a un semanario alem¨¢n de M¨²nich, su antigua di¨®cesis.
El cardenal Maradiaga se mostr¨® seguro ayer de que el Papa 'tendr¨ªa el valor de dimitir si no se sintiera capaz de desarrollar su ministerio' al frente de la Iglesia. Y el cardenal de la Curia, Ratzinger, que lleg¨® a Roma para presidir la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), coincide con Maradiaga en que el Papa abandonar¨ªa si su salud le impidiera guiar la Iglesia.
En v¨ªsperas de su 82 cumplea?os, que se celebra este s¨¢bado, regresan los indicios de una jubilaci¨®n de Juan Pablo II, con m¨¢s de 23 a?os de pontificado. S¨®lo que ahora est¨¢n avalados por dos nombres de gran prestigio en la jerarqu¨ªa: Maradiaga, de 58 a?os, uno de los purpurados mejor situados en la lista de papables, y Ratzinger, de 75, uno de los m¨¢s estrechos colaboradores del Pont¨ªfice. Ambos aceptaron abordar el tema de la dimisi¨®n papal, lo que representa una novedad en las altas esferas. Si el Papa fuera consciente de 'no poder seguir desarrollando su ministerio por problemas de salud, tendr¨ªa el coraje de dimitir', dijo en Roma el purpurado hondure?o. Seg¨²n Maradiaga, 'el Papa siente la responsabilidad de su ministerio' y no dudar¨ªa en retirarse. 'Juan Pablo II piensa lo mismo', insisti¨®.
Capacidad de sufrir
En una entrevista publicada en el semanario de la archidi¨®cesis de M¨²nich M¨¹nchner Kirchenzeitung, recogida por la agencia alemana DPA, Ratzinger dice textualmente: 'Si el Papa viese que no es capaz de seguir adelante, seguramente dimitir¨ªa'. El cardenal b¨¢varo excluye, no obstante, que esta posibilidad est¨¦ pr¨®xima. La apariencia vacilante de Wojtyla, las dificultades de modulaci¨®n verbal, la cuasi par¨¢lisis a la que le han reducido los problemas de artrosis, no le parecen a Ratzinger elementos preocupantes, pese a lo dolorosos que puedan ser. 'Mientras s¨®lo se trate de soportar sufrimientos, el Papa resistir¨¢', dice el purpurado.
El propio Juan Pablo II pareci¨® responder el mi¨¦rcoles a las dudas que plantea su fragilidad f¨ªsica, al dirigirse a los fieles en la audiencia general en la plaza de San Pedro. 'Conf¨ªo en vuestro apoyo espiritual para continuar con lealtad en el ministerio que el Se?or me ha encomendado', dijo el Papa. Sus palabras sonaron como una reafirmaci¨®n de su voluntad de seguir adelante pese a las dificultades que numerosas dolencias le han impuesto. Su salud ha sufrido un r¨¢pido declive en el ¨²ltimo decenio, ligado al atentado de 1981, que estuvo a punto de costarle la vida y requiri¨® varias operaciones.
El deterioro ha sido, sin embargo, particularmente notable desde comienzos de los noventa, cuando se hicieron evidentes los s¨ªntomas del Parkinson, responsable de los temblores incontrolables de la mano izquierda. En 1992, el Papa sufri¨® la extirpaci¨®n de un tumor en el colon; un a?o despu¨¦s se disloc¨® un hombro en un percance menor, y en 1994 se rompi¨® el f¨¦mur, accidente que le ha dejado una visible cojera. Desde comienzos del Jubileo de 2000, el Papa usa una especie de plataforma con ruedas para desplazarse por la inmensa nave de la bas¨ªlica de San Pedro, en las ceremonias religiosas, o para acceder a las audiencias. El Papa se ha pronunciado varias veces indirectamente sobre el tema. En una homil¨ªa record¨® que la Iglesia 'no se dirige con los pies', en referencia a sus problemas motores, y ha sido capaz de bromear ante los periodistas: '?A qui¨¦n le presentar¨ªa mi dimisi¨®n?'.
El Derecho Can¨®nico no contempla una dimisi¨®n, propiamente dicha, del Papa, pero acepta la 'renuncia', una especie de abdicaci¨®n. Desde 1999, fecha del ¨²ltimo viaje a Polonia del Pont¨ªfice, se habla de la posibilidad de que Wojtyla abandone la tiara y se recluya en su pa¨ªs. Uno de los lugares de retiro sobre los que se especula ser¨ªa el convento del santuario de Zebrzydowska Kalwaria, 35 kil¨®metros al suroeste de Cracovia, un lugar de peregrinaci¨®n que el Papa proyecta visitar este verano.
Precedentes y viajes
Las dificultades t¨¦cnicas de una renuncia son, sin embargo, enormes, y aunque el antecesor de Juan Pablo II, Pablo VI, lleg¨® a redactar una carta de dimisi¨®n que deber¨ªa hacerse p¨²blica en caso de imposibilidad f¨ªsica de dirigir la Iglesia, no hay precedentes claros. El papa Benedicto IX, elegido en 1032, dimiti¨® dos veces. Tambi¨¦n Celestino V renunci¨® al papado en 1294, y Gregorio XII dej¨® el trono de Pedro en 1441. Pero se trata de ejemplos demasiado lejanos e imprecisos como para que los juristas de hoy puedan tomar nota.
El temor a una par¨¢lisis total del Papa se hizo particularmente agudo la pasada Semana Santa, cuando los problemas de artrosis en una rodilla, que le produjeron insoportables dolores, obligaron a Juan Pablo II a reducir considerablemente su agenda de actividades, entre ellas casi todos los ritos de la Pasi¨®n. Se abord¨®, incluso, la posibilidad de una operaci¨®n, desmentida despu¨¦s por el Vaticano. Hace dos semanas, el Papa reanud¨® su actividad con una visita a Ischia, cerca de N¨¢poles, y el Vaticano dio luz verde a los viajes internacionales previstos para este a?o. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles, Wojtyla visitar¨¢ Azerbaiy¨¢n y Bulgaria, hasta el 26 de mayo. Recibir¨¢ al presidente de EE UU, George Bush, dos d¨ªas despu¨¦s, en Roma, y presidir¨¢ en julio la Jornada Mundial de la Juventud, en Toronto. Har¨¢ un largo viaje que le llevar¨¢ entre el 23 de julio y el 2 de agosto a Canad¨¢, Guatemala y M¨¦xico, donde proclamar¨¢ nuevos santos. Todo antes de viajar de nuevo a Polonia.
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