El aspirante, tras los talones del Nobel 73

-Me permites que me quede en mangas de camisa -dijo el presidente Vicente Fox-, e invit¨® al juez Garz¨®n a tomar asiento.

Fueron 32 minutos. El presidente de M¨¦xico, Vicente Fox, recibi¨® al juez en compa?¨ªa de su secretario de Gobernaci¨®n, el vicepresidente pol¨ªtico. Los t¨¦ntaculos judiciales de Garz¨®n llegaron a M¨¦xico hace ya dos a?os, cuando el ex militar y torturador argentino Ricardo Cavallo fue arrestado a ra¨ªz de figurar en una orden internacional de detenci¨®n enviada tiempo antes por el juez espa?ol. Cavallo espera el desenlace de un recurso en la Corte Suprema, pero es un secreto a voces que el Gobierno de Fox desea entregarlo.

Pero ni Cavallo, ni la investigaci¨®n que Garz¨®n realiz¨® sobre la compra del banco mexicano Probursa por el antiguo Banco Bilbao Vizcaya (BBV), asomaron en la charla. Garz¨®n le obsequi¨® un libro que acaba de publicar con conferencias y art¨ªculos sobre sus temas favoritos: tribunal penal internacional, terrorismo, impunidad, violencia y religi¨®n, inmigraci¨®n y pueblos ind¨ªgenas.

Garz¨®n es un corredor de fondo. Ahora va a por el Nobel de la Paz. ?l y su colaboradora, Adriana Arce, saben que si hay un premio pol¨ªtico por excelencia, ¨¦se es el Nobel de la Paz. Y que el tema de los ataques del 11 de septiembre a las Torres Gemelas de Nueva York estar¨¢ presente el 10 de octubre de 2002, fecha del fallo. Pero Garz¨®n tambi¨¦n conf¨ªa en que su investigaci¨®n de la banda Al Qaeda en Espa?a le ayude.

El aspirante intent¨® en abril pasado interrogar al Nobel 1973, Henry Kissinger, de paso por Londres. No lo consigui¨®. El pasado 8 de mayo insisti¨®, enviando una comisi¨®n rogatoria a Washington para preguntar a Kissinger por los cr¨ªmenes de Pinochet. Qui¨¦n sabe: el que la sigue la consigue.