El gran duelo alem¨¢n
El canciller federal alem¨¢n se propon¨ªa una campa?a electoral en adem¨¢n tranquilo. Ningunear al adversario y proclamar la continuidad como ¨²nica soluci¨®n a los problemas de la econom¨ªa y la sociedad alemanas parec¨ªa en primavera una estrategia factible ante las elecciones generales del pr¨®ximo 22 de septiembre. Ya no. Gerhard Schr?der ha tenido que reconocer que tiene grandes probabilidades de perder estas elecciones ante una Uni¨®n Democr¨¢tica Cristiana (CDU-CSU) y su candidato a la canciller¨ªa, el presidente del Estado libre de Baviera, Edmund Stoiber. Por ello ha decidido adelantar el comienzo de la campa?a a esta semana.
El equipo electoral del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) est¨¢ alarmado por los resultados de los sondeos. Aunque Schr?der personalmente pueda capitalizar la antipat¨ªa que provoca el candidato conservador en el norte y en el este de Alemania -le supera en veinte puntos de media en el pa¨ªs-, todas las encuestas conceden con terquedad a la CDU entre tres y seis puntos m¨¢s que al SPD. De no variar significativamente en el pr¨®ximo mes y medio, la CDU ganar¨ªa pese a Stoiber y el SPD perder¨ªa pese a Schr?der. Poco consuelo para el actual canciller, que est¨¢ pagando su falta de autoridad y arraigo en el seno de un partido tan tradicional y anquilosado como el suyo.
Convencer a las bases del SPD de la necesidad de profundos cambios en la madeja de regulaciones que atenazan a la econom¨ªa alemana y al mercado de trabajo es una tarea tit¨¢nica. Schr?der no lo ha conseguido, y esta falta de autoridad ha trascendido al electorado. Es el SPD el responsable de que el actual Gobierno lleve pr¨¢cticamente un a?o sin iniciativas ni ideas propias y sin ofrecer mayores sorpresas que casos de corrupci¨®n o mera falta de sensibilidad social y puro seguidismo de la derecha en cuestiones como la inmigraci¨®n o la seguridad. Alemania tiene el problema de los derechos adquiridos, a los que nadie parece querer renunciar aun a riesgo de que el sistema se vaya a pique.
Schr?der corre un riesgo real de ser el primer canciller federal en perder unas elecciones ante un candidato b¨¢varo. Franz Josef Strauss, mentor de Stoiber y como ¨¦l presidente de Baviera, fracas¨® estrepitosamente en su asalto a la capital alemana en 1980, entonces Bonn. Ahora, en Berl¨ªn, Stoiber tiene en gran medida la misma imagen de derechista impert¨¦rrito y conectado con intereses de la gran industria que ten¨ªa entonces Strauss. Pero tambi¨¦n se presenta con un aura de solvencia en cuestiones econ¨®micas y de una firmeza de las que el aparato electoral de Schr?der no puede presumir.
El canciller actual tiene una ventaja respecto a su rival. Puede formar coalici¨®n con todas las fuerzas pol¨ªticas alemanas, incluido el ex comunista PDS, pero, ante todo, con un partido de Los Verdes que cuenta con el l¨ªder m¨¢s popular del pa¨ªs, Joschka Fischer, que ha cumplido brillantemente como ministro de Exteriores y que supone un gran activo para el Gobierno. Stoiber, en cambio, s¨®lo tiene como aliado potencial al Partido Liberal (FPD) o la tr¨¢gala de una gran coalici¨®n entre los dos partidos mayoritarios, CDU-CSU y SPD.
Con el comienzo de la campa?a puede que surjan las 'cargas de profundidad' prometidas por el SPD contra Stoiber. El papel del b¨¢varo como mano derecha de Strauss en su d¨ªa lo hace vulnerable. Pero Schr?der entra en la recta final con desventaja, porque su partido no ha estado ni unido ni convencido en su apoyo a un proyecto modernizador en Alemania. Y porque el propio canciller se crey¨® excesivamente seguro, debido a la crisis que la CDU hered¨® de Helmut Kohl, e hizo dejaci¨®n del rigor necesario para imponer cambios a una formaci¨®n esclerotizada y a una sociedad que, pese a todos los proverbios, se muestra muy miedosa ante los cambios imprescindibles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.