"No puedo comprender c¨®mo ha sobrevivido alguien al naufragio"
Dos espa?oles intentaron subir al barco hundido en Senegal, pero no hab¨ªa sitio
Dos de los cinco ciudadanos espa?oles que fueron dados por desaparecidos tras el naufragio del buque Le Joola entre otras 1.034 personas se encuentran a salvo. 'Intentamos conseguir un billete por todos los medios y no hubo manera. Nos quedamos bastante frustrados por no coger el barco, hasta que el s¨¢bado por la ma?ana [m¨¢s de 24 horas despu¨¦s] vimos la tragedia en los peri¨®dicos', comienza el relato de Fernando Cabezas y Jes¨²s Beltr¨¢n.
En el caso de los otros tres espa?oles que viajaban en el barco, Margarita Jim¨¦nez Salvador y sus dos hijos, Jorge y Lara D¨ªez de Turanca, se han desvanecido las esperanzas de encontrarlos con vida. En el buque viajaban 1.034 personas, aunque s¨®lo ten¨ªa capacidad para 550. La cifra de supervivientes est¨¢ anclada en 104 desde ayer, mientras que la de cad¨¢veres recuperados del agua no ha cesado de aumentar hora tras hora hasta los 400. En el barco est¨¢ confirmado que viajaban Margarita y sus hijos, que oficialmente contin¨²an desaparecidos.
Fernando Cabezas y Jes¨²s Beltr¨¢n, en cierto modo supervivientes de la tragedia, expresan su estupor por la actuaci¨®n de los servicios de emergencia de Senegal. 'Lo que m¨¢s me ha impactado', comentaba ayer Jes¨²s Beltr¨¢n, 'ha sido el tema del rescate'. 'Si esto pasa a 50 millas de la costa espa?ola, seguro que no es tan grave. No s¨¦ ni c¨®mo ha sobrevivido nadie. Aqu¨ª es todo muy precario, nada funciona realmente, no hay quien arregle una simple bombilla y ese tipo de cosas. Pero es que, por la informaci¨®n que tenemos aqu¨ª, la primera ayuda lleg¨® a las siete horas del naufragio. Creo que la radio del barco tampoco funcion¨®'.
Beltr¨¢n hizo una descripci¨®n de un lugar donde embarcan casi 800 personas dos veces por semana: 'La gente es toda local. B¨¢sicamente son pasajeros habituales que hacen esa ruta porque es la ¨²nica comunicaci¨®n entre la capital [Dakar] y el sur. Hab¨ªa tambi¨¦n algo de turismo local y extranjeros por su cuenta como nosotros. La gente espera en una especie de hangar azul enorme y se tumba sobre colchonetas en el suelo'. Sobre Margarita Jim¨¦nez y sus hijos, Cabezas asegura que ellos no vieron 'a ning¨²n espa?ol, ni all¨ª ni en los 20 d¨ªas que llevamos de viaje'. Despu¨¦s, a bordo, 'la prensa cuenta que metieron a unos cien militares de m¨¢s, cuando ya iba sobrecargado con otro centenar de personas. La gente de Ziguinchor [el puerto de partida] cuenta que desde que parti¨® se pod¨ªa ver que iba escorado', a?ade Cabezas.
Ellos intentaron conseguir un billete para estar en ese barco por todos los medios. 'No hab¨ªa sitio ni en primera, ni en segunda, ni en tercera. S¨®lo nos ofrecieron ir en el puente, y tampoco est¨¢bamos dispuestos', explic¨® Fernando Cabezas, que trabaja en el gabinete de prensa de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. 'Despu¨¦s intentamos en una agencia de viajes, a ver si quedaba alguna reserva suelta, pero tampoco fue posible. Por ¨²ltimo, intentamos que en el hotel en el que est¨¢bamos en Ziguinchor nos consiguieran billetes de estranjis. Pero ni siquiera. Al final decidimos coger un avi¨®n a Dakar', a?ade Jes¨²s Beltr¨¢n, periodista de Radio Nacional.
La insistencia de los dos espa?oles en subirse al barco se debe a que Le Joola es el ¨²nico medio de transporte para cruzar todo el pa¨ªs, aparte del avi¨®n. 'S¨®lo hay tres fromas de cruzar el pa¨ªs: por avi¨®n, en el barco o en un transbordador que atraviesa la desembocadura del Casamance', explica Beltr¨¢n. 'Al ir de norte a sur', contin¨²a, 'lo hicimos con ese transbordador. Se estrope¨® en plena frontera con Gambia. Al final, llegamos entre andando y en un coche con otras diez personas. Adem¨¢s, tuvimos controles militares en la frontera. Todo eso nos hizo desistir. Pero Le Joola se anuncia con camarotes, bar restaurante y todo. As¨ª que pensamos: 'De vuelta, tomamos una copa, echamos un sue?o y vamos tranquilamente'. Adem¨¢s, se evita la frontera con Gambia.
Nunca compraron el billete
A¨²n no est¨¢ claro de d¨®nde provino la confusi¨®n que hizo a la Embajada espa?ola en Dakar y al Ministerio de Asuntos Exteriores dar por hecho que Cabezas y Beltr¨¢n estaban entre el pasaje. Ayer mismo, el embajador espa?ol en Senegal, Jacobo Gonz¨¢lez Arnao, declar¨® que ambos 'llegaron a pasar el control de pasaportes, pero no subieron al barco porque no encontraron billete en cabina y decidieron buscar un transporte alternativo'. Sin embargo, ellos aseguran que 'en ning¨²n momento' llegaron a dar su pasaporte a ning¨²n empleado de la l¨ªnea mar¨ªtima ni a reservar su billete.
El s¨¢bado, una empleada de la empresa que gestiona el barco asegur¨® que ten¨ªa dos espa?oles m¨¢s entre la lista de pasajeros, pero se neg¨® a facilitar sus nombres porque no hab¨ªan podido confirmar que subieran al barco. Lo mismo ocurri¨® con la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica, cuyo portavoz asegur¨®: 'Son cinco, seguro, s¨®lo estamos esperando a contactar con la familia para comunicar los nombres'.
Es un misterio c¨®mo dieron con los nombres de Cabezas y Beltr¨¢n. 'Debe de haber sido la gente de Ziguinchor. La ciudad apenas son cuatro casas, y se conoce todo el mundo. El hotel debi¨® de decir que nosotros pens¨¢bamos viajar en el barco', especulaban ambos ayer.
Mientras toda Espa?a los daba por desaparecidos, Cabezas y Beltr¨¢n estaban en Dakar. Hab¨ªan salido en avi¨®n ese mismo d¨ªa y hab¨ªan llegado a su destino antes incluso de que el barco naufragara. M¨¢s de 24 horas despu¨¦s de que unas 900 personas perdieran la vida al volcar el Le Joola en la madrugada del viernes, el s¨¢bado por la ma?ana, 'de pronto, nos dimos cuenta de que la ciudad estaba llena de ambulancias que iban y ven¨ªan del puerto. Aqu¨ª es raro ver tanto movimiento, y supimos que pasaba algo. Cuando vi en el peri¨®dico lo que hab¨ªa pasado, llam¨¦ a mi familia', cuenta Beltr¨¢n.
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