Viva el comercio
'Preferir¨ªamos tener el iceberg antes que el barco'. Un verso como ¨¦ste es toda una declaraci¨®n de intenciones. Las intenciones son, en este caso, las de Elisabeth Bishop (1911-1979), norteamericana que vivi¨® en Nueva Escocia, Par¨ªs, Ouro Preto, Londres y R¨ªo de Janerio y que titul¨® la mayor¨ªa de sus pocos libros de poemas con t¨¦rminos geogr¨¢ficos (Question of Travel, Geography III), empezando por el primero Norte & Sur, publicado originalmente en 1946. Por otro lado, cuando no hace mucho apareci¨® la traducci¨®n espa?ola de sus cuentos, el t¨ªtulo, Una locura cotidiana (Lumen), era de nuevo, m¨¢s all¨¢ de que su madre enloqueciera tras la prematura muerte de su padre, una declaraci¨®n.
NORTE & SUR
Elisabeth Bishop Traducci¨®n de Eli Tolaretxipi Igitur. Tarragona, 2002 112 p¨¢ginas. 9,90 euros
Oscura y transparente, la obra de Bishop es, en efecto, una s¨ªntesis de elementos abstractos y figurativos, on¨ªricos y realistas (¨®rficos y l¨®gicos, dice Luis Antonio de Villena en su ajustado pr¨®logo) hasta crear un universo en el que la extra?eza viene no tanto de las im¨¢genes que crea como del modo en que ¨¦stas se combinan. Seguidora de Marianne Moore -a la que dedic¨® una semblanza inolvidable- y traducida tempranamente por Octavio Paz, la poeta estadounidense se fue desplazando, en palabras de Adrienne Rich en Sangre, pan y poes¨ªa (Icaria), desde el poema-como-objeto hacia el poema-acerca-de-un-objeto, all¨ª 'donde el sufrimiento humano no es metaf¨®rico'.
A aquella primera fase corresponde, pues, este Norte & Sur, atravesado, pese a todo, por un human¨ªsimo sentimiento de dualidad y, sobre todo, por una repetida sensaci¨®n de indigencia vital. As¨ª, muchos de los personajes que desfilan por estos poemas viven a la intemperie, 'como perros que buscan un lugar para dormir': 'La ropa cuelga en el tendedero, / pero no es m¨ªa. / Nada de lo que veo / me pertenece. / Los vecinos consiguieron una radio con antena; / nosotros tenemos un peque?o transistor. / Ellos tienen armarios; nosotros una maleta', se lee en Canciones para una cantante de color. Con todo, no hay en estas p¨¢ginas ning¨²n patetismo. La vida al margen es la de aquellos que prefieren el iceberg al barco. Para ellos, cada ma?ana comienza con tanta ceremonia (p¨¢jaros, campanas, sirenas de las f¨¢bricas) que se impone una pregunta: '?De d¨®nde vienen la m¨²sica, la energ¨ªa? / ?Para qu¨¦ criatura inefable / que pas¨® desapercibida se hizo el d¨ªa?'. Lo mejor de esta primera Bishop nace de la conciencia de que si hay esperanza no es para nosotros. La prosa de la vida atempera, as¨ª, la exaltaci¨®n m¨¢s l¨ªrica. Cuando los viajeros parecen haber llegado a su destino, dice: 'Ser¨ªa dif¨ªcil saber qu¨¦ les trajo aqu¨ª, / si el comercio o la contemplaci¨®n'. En estos tiempos, puede que a la poes¨ªa no le quede, felizmente, otro espacio que ese inh¨®spito cruce de caminos.
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