La reactivaci¨®n del eje Par¨ªs-Berl¨ªn en el seno de la UE deja a Londres fuera de juego

'El ficticio eje Londres-Madrid-Roma ha desaparecido de la escena en cuanto ha entrado en funcionamiento el de verdad: el de Par¨ªs y Berl¨ªn'. As¨ª describe un alto cargo del Consejo la consecuencia autom¨¢tica del pacto global que escenificaron los d¨ªas 24 y 25 en la cumbre de Bruselas el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, y el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac. La reactivaci¨®n del entendimiento entre Alemania y Francia, crucial para esta fase de refundaci¨®n que vive Europa, ha sido recibida con entusiasmo en Bruselas, que ahora intenta aliviar el consecuente disgusto brit¨¢nico.

Schr?der y Chirac, libres ya de ataduras electorales, sentaron las bases de su pacto el d¨ªa 14 en Par¨ªs. En los d¨ªas anteriores a la cumbre de Bruselas, avisaron de lo que se avecinaba a algunos socios de confianza. El primer ministro franc¨¦s, Jean-Pierre Raffarin, ha admitido que alert¨® al presidente espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, quien ya viaj¨® prevenido ante el acuerdo de los dos gigantes: las ayudas agr¨ªcolas se mantendr¨¢n hasta 2013, como quer¨ªa Francia, pero a cambio se congelar¨¢n a partir de 2006, como exig¨ªa Alemania.

Nadie avis¨® de lo que ocurr¨ªa al primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, que persegu¨ªa en esa cumbre dejar en entredicho la pervivencia de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC). 'Da?a al mundo en desarrollo', lleg¨® a decir Blair. El anuncio del pacto no s¨®lo le pill¨® fuera de juego, sino que, al difundirlo, Chirac lanz¨® un dardo envenenado contra Londres: 'Es una situaci¨®n inconveniente que no se justifica m¨¢s', coment¨® el l¨ªder franc¨¦s en referencia al sagrado cheque brit¨¢nico que el Gobierno ingl¨¦s recibe desde 1984. 'El cheque no est¨¢ en el orden del d¨ªa', repitieron hasta la saciedad Blair y su ministro de Exteriores, Jack Straw.

Fue el primer ministro brit¨¢nico el ¨²nico l¨ªder europeo malhumorado tras la fruct¨ªfera cumbre de Bruselas. La tensi¨®n entre Londres y Par¨ªs fue alimentada enseguida en la prensa de ambos pa¨ªses. 'Grosero', cuenta la prensa brit¨¢nica que Blair llam¨® a Chirac. En ese ambiente, qued¨® suspendida la cumbre bilateral que ambos hab¨ªan programado para diciembre.

'La relaci¨®n franco-alemana es un elemento central del desarrollo de Europa', declar¨® Schr?der, quien, pese al enfado brit¨¢nico, ha anunciado una intensa colaboraci¨®n son sus 'amigos' franceses, hasta el punto de que, como asegur¨® Chirac, ambos presentar¨¢n en enero su pacto conjunto sobre c¨®mo debe ser Europa en el futuro.

Giscard d'Estaing tom¨® buena nota de que ese acuerdo condicionar¨¢ todos los trabajos de la Convenci¨®n que preside, en la que el ministro Joschka Fischer est¨¢ llamado a jugar un papel decisivo.

Maltrecho desde la tormentosa cumbre de Niza en diciembre de 2000, cuando Alemania logr¨® por vez primera tener m¨¢s peso y poder que Francia en la UE, la ausencia del eje Berl¨ªn-Par¨ªs ha favorecido en estos dos a?os un excesivo protagonismo europeo de otros tres l¨ªderes: Blair, el espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el italiano Silvio Berlusconi. Han sido ellos los que han lanzado iniciativas de calado sobre apertura de mercados, inmigraci¨®n o la sociedad del conocimiento. Pero ninguna que fuera clave para superar los problemas de la ampliaci¨®n o para dibujar un modelo para Europa.

Un par de conversaciones

A Schr?der y Chirac les han bastado un par de conversaciones para lanzar a Europa hacia su destino. Por eso, y como consecuencia de lo ocurrido ahora, incluso las hipot¨¦ticas candidaturas de Aznar o Blair para presidir el Consejo Europeo han quedado en entredicho en una semana, como coinciden en asegurar fuentes diversas en la capital comunitaria. 'Francia ha cogido las riendas. Par¨ªs ha recuperado el protagonismo europeo que siempre tuvo', comentan en el Consejo de la Uni¨®n.

Como vasos comunicantes, es ese peso que gana Par¨ªs el que pierde Londres. La pol¨ªtica exterior europea, especialmente las relaciones con Washington si se desata el conflicto con Irak, la de defensa o la agr¨ªcola asoman como los pr¨®ximos desencuentros entre ambas capitales. El m¨¢s rudo al exponer la imagen francesa de los brit¨¢nicos ha sido estos d¨ªas precisamente el titular de Agricultura en el Gobierno de Par¨ªs, Herve Gaymard: 'Para los brit¨¢nicos, la UE es una zona de libre comercio, no una zona pol¨ªtica que necesita construir su propia identidad y tener pol¨ªticas comunes', ha declarado a Europe 1. 'Admiro mucho la cultura brit¨¢nica, pero ellos tienen que ser europeos'.