El euro cumple el examen del a?o
La subida de precios erosiona la imagen de la moneda europea en sus primeros 12 meses de vida
El lanzamiento del euro, el mayor cambio de moneda de la historia, se llev¨® a cabo con un ¨¦xito pasmoso. Monedas y billetes llegaron a tiempo, sin grandes incidentes, hasta los 300 millones de ciudadanos de la zona euro. Un a?o despu¨¦s, la maquinaria levantada en su d¨ªa para preparar el estreno de la divisa se ha desmantelado, los billetes de 50 se han puesto de moda y de la rubia s¨®lo quedan los cerca de 2.165 millones de euros en pesetas que a¨²n no se han cambiado. Pero las subidas de precios han pasado factura a la imagen de la joven divisa y nueve de cada 10 europeos ya la relacionan con los incrementos. Incluso el presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, lo aceptaba hace unos d¨ªas. "No hemos reconocido hasta ahora con claridad que el cambio har¨ªa aumentar un poco los precios".
Nueve de cada diez europeos relaciona el paso a la nueva divisa con alzas de precios
"8.000 pesetas me cund¨ªan m¨¢s que ahora 50 euros", asegura Elsa Coelho, de 32 a?os, mientras realiza la compra en un hipermercado de las afueras de Madrid. "?Qu¨¦ le ha parecido el primer a?o del euro?". "Todo est¨¢ m¨¢s caro".
Coelho comparte la percepci¨®n del 77% de los usuarios de la zona euro que est¨¢n convencidos de que, con el cambio de moneda, los precios se han ajustado generalmente al alza en todos los sectores, seg¨²n los datos del Eurobar¨®metro de oto?o de la Comisi¨®n Europea. Esta cifra es ocho puntos porcentuales superior a la registrada en primavera. Hay que a?adir otro 15% que cree que las subidas s¨®lo se han dado en algunos sectores. En total, un 92%.
En Espa?a, el 89% de los ciudadanos percibe que los precios han subido de forma general, mientras que en primavera lo pensaba el 80%. Un informe de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros Confederadas indica que el 82% de los espa?oles cree que el cambio al euro ha sido uno de los principales factores que han influido en el alza de la inflaci¨®n. "Pero me sigue gustando el euro", puntualiza Coelho.
Precios, adaptaci¨®n a monedas y billetes, pensar en euros, falsificaciones. ?ste es un balance del euro 12 meses despu¨¦s de su entrada en circulaci¨®n en Espa?a, Portugal, Italia, Francia, Irlanda, Alemania, Austria, Grecia, B¨¦lgica, Finlandia, Holanda y Luxemburgo.
- (Casi) Todo m¨¢s caro. Los economistas coinciden en que es dif¨ªcil medir, de momento, el efecto del euro en la inflaci¨®n espa?ola, situada ya en el 3,9%. A final de 2001, el Banco de Espa?a cifr¨® entre un 0,2% y un 0,4% el posible impacto; y el Ministerio de Econom¨ªa en un 0,25%. La firma Morgan Stanley calcula que el efecto euro podr¨ªa haber a?adido hasta un 1% al IPC. "La mitad de la inflaci¨®n se puede adjudicar al euro", dice Antonio L¨®pez, portavoz de la Confederaci¨®n Espa?ola de Consumidores y Usuarios.
A falta de datos globales, existen algunas pistas sobre las alzas de precios. Uno de cada tres alimentos b¨¢sicos cuesta entre un 8% y un 30% m¨¢s ahora que hace un a?o, seg¨²n un informe del Ministerio de Econom¨ªa correspondiente a noviembre. "Los comerciantes no somos los responsables; tenemos la cesta de la compra m¨¢s barata de la UE", afirma Miguel ?ngel Fraile, portavoz de la Confederaci¨®n Espa?ola de Comercio. Aseguran que mantienen sus m¨¢rgenes y, en todo caso, consideran que son m¨¢s responsables algunos servicios p¨²blicos (al menos 16 grandes ciudades subieron el transporte urbano en enero del a?o pasado un 10% de media).
Los controles de precios realizados por la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios en los primeros meses de vida del euro arrojaron subidas superiores al 10% en algunos sectores, sobre todo cafeter¨ªas y restaurantes.
- Menos entusiasmo. El resultado es que la nueva moneda entusiasma menos. Como se?ala el Eurobar¨®metro, tras la euroforia de los primeros meses se ha producido una "ligera erosi¨®n" en el apoyo de los ciudadanos: el 71% de los usuarios de la zona euro respalda la moneda ¨²nica en la encuesta de oto?o, frente al 75% que lo hac¨ªan en primavera.
- 50 euros no son 5.000 pesetas. El Ministerio de Econom¨ªa ha recuperado a los Garc¨ªa, familia protagonista de la publicidad que introdujo la nueva divisa, en unos anuncios que recuerdan que hay que fijarse en cu¨¢nto valen las cosas en euros, y que advierten: "50 euros no son 5.000 pesetas". La mayor¨ªa de consumidores todav¨ªa percibe m¨¢s barato los precios en euros que en pesetas. "Se tendr¨ªa que haber creado el billete de un euro, porque dar¨ªa a la gente una idea m¨¢s exacta de lo que representa el dinero", indica Andoni Monforte, director de Asedas, patronal de los supermercados.
- Pensar en euros. Cerca de la mitad de los espa?oles todav¨ªa traduce los precios a pesetas en muchas de sus compras, seg¨²n las encuestas. Con el objetivo de que los consumidores se acostumbren cuanto antes, la Comisi¨®n Europea ha pedido a los comercios que retiren la indicaci¨®n de precios en pesetas antes de julio de 2003. "Hemos de ser prudentes y no hacer un cambio brusco, sobre todo ahora que se est¨¢ atacando al euro por las subidas de precios", explica Fraile, de la Confederaci¨®n Espa?ola de Comercio, que teme que eliminar los precios en pesetas se traduzca en una mayor desconfianza del comprador.
- Los billetes m¨¢s utilizados. Cuando el euro entr¨® en circulaci¨®n, los comercios estimaron que los billetes m¨¢s utilizados ser¨ªan los de cinco, 10 y 20 euros. Pues no. Quiz¨¢s porque el euro cunde menos que la peseta, los billetes de 50 son los que m¨¢s abundan en los bolsillos de los espa?oles. Seg¨²n datos del Banco de Espa?a, su circulaci¨®n aument¨® un 57% entre enero y octubre de 2002. En cambio, el n¨²mero de billetes de 20 disminuy¨® un 37% en igual periodo; el importe de billetes de cinco euros en circulaci¨®n ha ca¨ªdo un 65%, y el de 10, un 53%. Respecto a las monedas, las de uno y dos c¨¦ntimos son las que m¨¢s circulan.
- Los m¨¢s dif¨ªciles de usar. "No se aceptan billetes de 200 y 500". ?ste cartel es habitual en cafeter¨ªas y restaurantes. A veces se alegan problemas de seguridad, pero su rechazo tambi¨¦n tiene que ver con el engorro de tener cambio para tan altas denominaciones. De todas formas, el establecimiento no tiene la obligaci¨®n de aceptar estos billetes. A¨²n as¨ª, el n¨²mero de billetes de 500 euros casi se ha duplicado de enero a octubre pasado, hasta los 25 millones de unidades.
- Viajar, una ventaja limitada. Una de las principales bondades del euro es que permite viajar por los 12 pa¨ªses que han adoptado la moneda sin tener que cambiar y, por lo tanto, sin pagar comisiones. Sin embargo, s¨®lo el 20% de los espa?oles, seg¨²n datos del Eurobar¨®metro, ha tenido la oportunidad de experimentar sus beneficios viajando a otra parte de la zona euro.
- Ojo a las falsificaciones. En los primeros seis meses de 2002, se detectaron 21.965 billetes falsos en la zona euro, seg¨²n datos del Banco Central Europeo, una cantidad que s¨®lo representa el 7% de los requisados en igual periodo del a?o anterior. Pero hay que tener en cuenta que los falsificadores no han tenido mucho tiempo para aprender a imprimir copias de calidad. "Con el paso de los meses, es previsible que la calidad de las falsificaciones vaya mejorando", advierte el Banco de Espa?a.
No hay que despistarse y tocar el billete para comprobar sus elementos de relieve, mirar al trasluz para examinar la marca de agua y el hilo de seguridad, y girarlo para observar el holograma brillante y la tinta de color variable.
- Las pesetas que quedan. Ya sea por simple olvido, porque han quedado olvidadas en los cajones o est¨¦n en manos de coleccionistas, todav¨ªa faltan por canjear pesetas por un importe de 2.165 millones de euros, es decir, cerca del 4% del saldo en circulaci¨®n existente a finales de 2001. Las pesetas se pueden cambiar indefinidamente en las sucursales del Banco de Espa?a que, sin embargo, no admite las antiguas monedas nacionales del resto de pa¨ªses de la zona euro.
- Del euro al turismo. Junto a las pesetas que se fueron, tambi¨¦n desaparecieron los equipos creados para afrontar la introducci¨®n del euro. La Sociedad Estatal de Transici¨®n al Euro, dependiente del Ministerio de Econom¨ªa, es desde septiembre la Sociedad Estatal de Gesti¨®n de la Informaci¨®n Tur¨ªstica y su misi¨®n es promover el turismo mediante las nuevas tecnolog¨ªas. Mientras, el ciudadano que marque el tel¨¦fono de informaci¨®n del euro (901-1-1-2002) se encontrar¨¢ con una voz que le advierte: "El n¨²mero marcado no existe".
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