Exteriores espera acordar con Marruecos a fin de mes la vuelta de los embajadores

El Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar "conf¨ªa y espera" que en la reuni¨®n que celebrar¨¢ a finales de mes en Rabat la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, con su hom¨®logo, Mohamed Benaissa, las dos partes acordar¨¢n el regreso de sus respectivos embajadores, confirmando la superaci¨®n de una profunda crisis diplom¨¢tica que, con referencia a la marcha del embajador marroqu¨ª, dura ya 27 meses. As¨ª lo afirm¨® ayer el secretario de Estado de Exteriores, Ram¨®n Gil-Casares, que hoy viaja a Rabat al frente de una delegaci¨®n para preparar el encuentro de los ministros.

Fuentes de Exteriores indican, por otra parte, que, al menos en un futuro inmediato, Ana Palacio no tiene ninguna intenci¨®n de relevar a Fernando Arias-Salgado, el embajador espa?ol ausente de Rabat desde la incursi¨®n espa?ola en Perejil el pasado 11 de julio, sea cual sea la decisi¨®n marroqu¨ª sobre el futuro de su embajador en Madrid, Abdessalam Baraka, llamado a consultas a Rabat el 28 de octubre de 2001.

Arias-Salgado tuvo una intervenci¨®n destacada en el incidente provocado por el Gobierno espa?ol al informar sobre una supuesta entrevista mantenida en Marruecos el pasado 24 de febrero por el ex presidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez con el entonces primer ministro marroqu¨ª Abderram¨¢n Yussufi, que en realidad nunca se produjo. Yussufi critic¨® duramente la actuaci¨®n espa?ola en aquel asunto.

El Gobierno cree en cualquier caso poder acordar ahora no un compromiso gen¨¦rico de que los embajadores volver¨¢n, sino una fecha concreta para su pr¨®ximo retorno.

El hecho de que Gil-Casares no pudiera hacer gala de esa misma seguridad en los dos encuentros anteriores mantenidos por los ministros desde la crisis de Perejil, el 22 de julio en Rabat y el 23 de septiembre en Madrid, cuando descartaba de antemano que el acuerdo de los embajadores fuera posible, indica hasta qu¨¦ punto el ambiente ha cambiado en las ¨²ltimas semanas.

Diplomacia de la pesca

La diplomacia de la pesca, la apertura por Mohamed VI de los caladeros marroqu¨ªes a los pesqueros gallegos v¨ªctimas de la cat¨¢strofe del Prestige, es vista en Madrid como un gesto definitivo de la voluntad de las dos partes de superar sus diferencias en una relaciones que, aunque reconocidamente dif¨ªciles, son tambi¨¦n inevitables y, por lo tanto, deseablemente buenas. Sobre todo en el contexto actual de conflicto con Irak que potencia el papel estrat¨¦gico del Estrecho y pone de relevancia la proximidad incondicional de Espa?a y Marruecos con Estados Unidos.

Para Madrid, que siempre vio la marcha del embajador marroqu¨ª como un problema interno de Marruecos, el ¨²nico obst¨¢culo que subsist¨ªa para la normalizaci¨®n al menos formal de las relaciones era el compromiso de las autoridades de Rabat con su opini¨®n p¨²blica. Benaissa present¨® la quiebra diplom¨¢tica como un gesto de firmeza frente a la incuria de los espa?oles.

El di¨¢logo de hoy en Rabat, y la puesta en funcionamiento de los grupos de trabajo acordados el mes pasado en Madrid, es la v¨ªa para romper ese juego de im¨¢genes. Espa?a admite el di¨¢logo pol¨ªtico sobre el conflicto del S¨¢hara, aunque no sobre Ceuta y Melilla, y, por ello, con Gil-Casares viajar¨¢ el director general para ?frica y Oriente Medio, Gabriel Busquet. Marruecos acepta dialogar sobre inmigraci¨®n, que llevar¨¢ hoy hasta la capital marroqu¨ª al director general de Extranjer¨ªa, Manuel P¨¦rez. Y acepta tambi¨¦n otro di¨¢logo promovido por la parte espa?ola, el de delimitaci¨®n de aguas territoriales en Canarias, que afecta a la concesiones de prospecci¨®n petrolera ya hechas por Marruecos. Lo presidir¨¢ el director general de Econom¨ªa Internacional, Germ¨¢n Bejarano.

En Rabat se pondr¨¢ hoy tambi¨¦n fecha al lanzamiento de los otros dos grupos de trabajo acordados: los relativos a cooperaci¨®n econ¨®mica y cooperaci¨®n para el desarrollo.