Madrid y Rabat ponen fin a 15 meses de desencuentro con el regreso de sus embajadores
El diplom¨¢tico Fernando Arias-Salgado abandon¨® su puesto al estallar el conflicto por el islote Perejil
Marruecos y Espa?a han dado por zanjada hoy la crisis diplom¨¢tica que desde hace 15 meses afecta a sus relaciones bilaterales. El primero en romper el hielo ha sido Mohamed VI, que ha anunciado el regreso de su embajador a Madrid, tras reunirse con la ministra Ana Palacio en Agadir. Horas m¨¢s tarde, Espa?a ha respondido al gesto confirmando el retorno de Fernando Arias-Salgado a Rabat.
El objetivo de la diplomacia espa?ola era precisamente que esta visita sirviera para poner fin a la turbulenta relaci¨®n bilateral de los ¨²ltimos meses. Marruecos llam¨® a consultas a su embajador en Madrid, Abdesalam Baraka, el 27 de octubre de 2001 y Espa?a hizo lo propio con su embajador en Rabat, Fernando Arias-Salgado, el 16 de julio de 2002, la v¨ªspera de que tropas espa?olas desalojaran del islote de Perejil al destacamento militar marroqu¨ª que lo hab¨ªa ocupado el 11 de julio.
La audiencia con Mohamed VI ha tenido como escenario la ciudad de Agadir, a 614 kil¨®metros al sur de Rabat, ciudad en la que el rey pasa gran parte del a?o. Ana Palacio, que ha sido recibida por el ministro de Exteriores, Mohamed Benaissa, a las 10.45 hora local en el aeropuerto de la localidad, ha expresado all¨ª la necesidad de "pasar la p¨¢gina" de la crisis diplom¨¢tica y de "escribir un nuevo libro". Adem¨¢s, ha subrayado el gesto de Mohamed VI de permitir excepcionalmente a 64 barcos de las comunidades espa?olas afectadas por la marea negra faenar en los caladeros marroqu¨ªes durante tres meses prorrogables.
Tras la audiencia real, la jefa de la diplomacia espa?ola ten¨ªa previsto entrevistarse con el primer ministro marroqu¨ª, el tecn¨®crata Driss Jettu, y despu¨¦s mantendr¨¢ una reuni¨®n de trabajo con Mohamed Benaissa, que continuar¨¢ en Rabat, donde por la noche ofrecer¨¢ una cena a la ministra espa?ola en su domicilio. Palacio habl¨® ayer de esta visita en Bruselas, al t¨¦rmino de su participaci¨®n en el Presidium de la Convenci¨®n Europea, donde asegur¨® que viaja a Marruecos con las mejores expectativas. En todo caso, declin¨® ser m¨¢s expl¨ªcita sobre el contenido y las aspiraciones de los encuentros que va a mantener, porque as¨ª se lo ha pedido Marruecos a Espa?a.
Momento de distensi¨®n
La de hoy es la tercera reuni¨®n que mantienen los ministros de Exteriores de ambos pa¨ªses desde que Marruecos enfriara las relaciones con Espa?a. La primera sirvi¨® para zanjar el incidente del islote Perejil, en julio. La segunda deb¨ªa producirse en septiembre del pasado a?o, pero Rabat la suspendi¨® tras denunciar que Espa?a hab¨ªa violado el espacio a¨¦reo del islote. Finalmente, este encuentro tuvo lugar el 11 de diciembre y sirvi¨® para reconducir las relaciones bilaterales.
A diferencia de las dos anteriores, esta nueva reuni¨®n se produce en un momento de distensi¨®n y de recuperaci¨®n de la confianza mutua.
La prensa marroqu¨ª apunta al S¨¢hara, Ceuta y Melilla
Los peri¨®dicos marroqu¨ªes reflejan hoy un ambiente de expectativa y cautela ante el viaje de la ministra espa?ola de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, y apuntan a Ceuta y Melilla, as¨ª como a la cuesti¨®n del S¨¢hara occidental, comoprincipales escollos en la relaci¨®n entre Espa?a y Marruecos.
La prensa conf¨ªa en que la reuni¨®n de Palacio con Benaissa impulse el regreso de los embajadores respectivos. El diario en franc¨¦s de la socialista USPF, Lib¨¦ration, habla de "fase de deshielo" en las relaciones y "ambiente distendido" ante la visita. Sin embargo, a?ade que pese a los discursos oficiales "de buena fe", Espa?a "sigue actuando en un sentido que no favorece en nada la integridad territorial de Marruecos", en referencia al S¨¢hara occidental, y que Madrid rechaza abordar la situaci¨®n de Ceuta y Melilla, "dos ciudades marroqu¨ªes que Espa?a ocupa".
Por su parte, el diario Al Alam, ¨®rgano de los nacionalistas del Istiqlal, afirma que "el gran problema es la ocupaci¨®n de Ceuta y Melilla" y pide que en la reuni¨®n de ma?ana se cree un grupo de trabajo "que reflexione y proponga la soluci¨®n adecuada para un problema colonial, que no puede seguir infinitamente, a pesar de que causa muchos problemas como la inmigraci¨®n, el contrabando y la presencia militar en territorio ajeno".
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