Lo que la burbuja tecnol¨®gica se llev¨®
Los inversores han perdido en el Nuevo Mercado espa?ol casi 30.000 millones de euros en los ¨²ltimos tres a?os
La burbuja tecnol¨®gica que estall¨® en marzo de 2000 se ha llevado por delante 29.405 millones de euros en el Nuevo Mercado espa?ol. Un mercado de valores ligados a Internet y a las nuevas tecnolog¨ªas que vale ahora casi una quinta parte que hace tres a?os. A estas p¨¦rdidas hay que sumar las generadas por grandes valores cotizados en su apuesta tecnol¨®gica.
Los fiascos no se circunscriben a las empresas del Nuevo Mercado; los bancos siguen soportando las p¨¦rdidas de Internet
Ha sido una camino de fracasos que rememora los grandes fiascos financieros de la historia. Un proceso de obcecaci¨®n colectiva que permiti¨® numerosos excesos de valoraci¨®n que los inversores han terminando pagando muy caro. Al igual que el engorde de esta burbuja tecnol¨®gica contagi¨® a numerosos valores de la entonces despreciable econom¨ªa tradicional, ahora tambi¨¦n les ha pasado factura.
Hay v¨ªctimas f¨¢cilmente detectables y mensurables en los mercados financieros. Extrapolando la experiencia de otros nuevos mercados como el alem¨¢n, muchos peque?os inversores espa?oles iniciaron su aventura burs¨¢til al calor de la euforia de las nuevas tecnolog¨ªas. El Nuevo Mercado espa?ol, compuesto actualmente por 13 valores, val¨ªa en abril de 2000 -fecha de su creaci¨®n- nada menos que 37.893 millones de euros y a fecha del pasado jueves las compa?¨ªas cotizas ofrec¨ªan una capitalizaci¨®n de 8.488 millones de euros. Empresas como Jazztel o Service Point cotizan en c¨¦ntimos de euros y ahora se impone el contrasplit para ofrecer unas cotizaciones que se acerquen al valor de un euro.
Negocios ruinosos
Estos negocios han pasado de valer muchos millones de euros a ofrecer actualmente un precio residual, con facturaciones y beneficios muy lejanos a las expectativas. Por ejemplo, la firma Avanzit se encuentra en suspensi¨®n de pagos. La entrada de los bonistas en la capital de Jazztel, tras no poder atender el pago de sus intereses, es otro episodio reciente del descalabro de las tecnol¨®gicas. Service Point (antiguo Picking Pack) realiz¨® una operaci¨®n que es paradigma no s¨®lo para las empresas de Internet, sino tambi¨¦n para muchas sociedades cotizadas. En marzo de 2000 anunci¨® la adquisici¨®n de Ola Internet por la que lleg¨® a pagar de 180 millones de euros, apoyados en dos ampliaciones de capital. Entre 2002 y 2003 se deshizo de esta inversi¨®n por la que obtuvo poco m¨¢s de 2,5 millones de euros.
Hay, no obstante, valores que escapan de esta negativa visi¨®n como Indra o Amadeus con negocios m¨¢s apegados a la econom¨ªa tradicional, mientras otros como los biotecnol¨®gicos contin¨²an siendo una gran promesa siempre a punto de cuajar.
Tambi¨¦n se crearon nuevas formas de hacer negocio que se apoyaban en Internet. Esta semana se han conocido los resultados de la banca por Internet que contin¨²a ofreciendo p¨¦rdidas importantes, pese a los generosos recortes de gastos que pusieron fin a las expectativas expansivas de estas entidades. As¨ª, el pasado a?o perdieron 83,7 millones de euros con un aumento del 10% sobre los registrados en 2001. Y eso, pese a que Patagon y Bancopopular-e abandonaron los n¨²meros rojos el pasado ejercicio. Uno-e, Activobank e Inversis siguen reclamando dinero a sus accionistas. Recientemente, Inversis ha realizado una ampliaci¨®n de capital de 6 millones de euros con el objetivo de alcanzar el equilibrio financiero en 2005.
La banca por Internet ha sido un ejemplo claro de las dificultades para sacar adelante los negocios de la llamada nueva econom¨ªa.
Otros sectores
Adem¨¢s de los valores pertenecientes al Nuevo Mercado y de las claras iniciativas como la banca por Internet, grandes empresas cotizadas han gastado su esfuerzo y millones de euros en proyectos ya olvidados. En solo tres a?os se ha pasado de la euforia al abandono y estos fracasos tambi¨¦n han afectado a la marcha burs¨¢til de estas sociedades. Bien es cierto que estos proyectos no representaban una parte importante de su actividad pero s¨ª han mermado ganancias en un momento de mayores dificultades econ¨®micas.
En julio del pasado a?o Santander Central Hispano (SCH) y AOL Time Warner decidieron abandonar el proyecto AOL Avant, el servicio de Internet que ambas compa?¨ªas lanzaron junto a Sol Meli¨¢ y el Grupo Planeta. El SCH fue el que m¨¢s perdi¨® ya que AOL Time Warner, su otro socio principal, con otro 40%, aport¨® b¨¢sicamente su marca y su tecnolog¨ªa
El grupo textil Cortefiel y la tabacalera Altadis decidieron liquidar la tienda virtual Viaplus.com en julio del pasado a?o. Cortefiel provision¨® en sus resultados 5,3 millones de euros en p¨¦rdidas por el 25% de la sociedad. El resto pertenec¨ªa a Altadis. El portal naci¨® con la pretensi¨®n de ser una de las mayores tiendas de Internet, pero acumul¨® p¨¦rdidas superiores a los 80 millones de euros.
Constructoras y el¨¦ctricas tambi¨¦n se lanzaron a la aventura de Internet en proyectos que ya est¨¢n definitivamente finiquitados. El sector que m¨¢s se ha volcado en este tipo de proyecto es el de la construcci¨®n, cuyas empresas est¨¢n acostumbradas tradicionalmente a diversificar. FCC, Ferrovial, Acciona, ACS y Sacyr se agruparon en el portal de compras Build2Build, mientras que Dragados y OHL crearon el portal Edifica, aunque posteriormente ambos portales se unificaron en Obralia. La facturaci¨®n se encuentra por debajo de las previsiones.
Los negocios de Internet de Uni¨®n Fenosa o Iberdrola tampoco han respondido a los objetivos marcados en un principio. As¨ª, adem¨¢s de los grandes patinazos que han finalizado en cierre de actividades, lo m¨¢s habitual es que los grupos hayan dejado languidecer sus proyectos a los que ya no aportan financiaci¨®n.
Los mercados est¨¢n en retirada
En 1997, tras el fulgurante ¨¦xito del mercado estadounidense Nasdaq, especializado en valores tecnol¨®gicos, los alemanes crearon el Neuer Market que nac¨ªa como forma de financiaci¨®n de los proyectos de la nueva econom¨ªa. Lleg¨® a tener un valor superior a los 250.000 millones de euros y finalmente, las autoridades burs¨¢tiles alemanas optaron por dar el carpetazo a esta aventura. Tambi¨¦n el nuevo mercado suizo de id¨¦ntico nombre al alem¨¢n cerraba sus puertas.
Ahora languidecen el resto de nuevos mercados europeos que se han quedado sin su principal referencia. El Nuovo Mercatto italiano, el Nouveau March¨¦ franc¨¦s y el Nuevo Mercado espa?ol son ahora testimonio de esa euforia, aunque la fuerte depreciaci¨®n de los valores o, directamente, la marcha de las compa?¨ªas por inviables, les han dejado con muy poco contenido. El peso de estos mercados sobre las plazas tradicionales ha ca¨ªdo en picado.
Pero no s¨®lo se han visto afectados los inversores y estos nuevos segmentos de contrataci¨®n. La salida de numerosos peque?as compa?¨ªas al mercado por la que se pagaban a multiplicadores alt¨ªsimos en busca de financiaci¨®n fue tambi¨¦n un negocio boyante para las firmas de bolsa que obten¨ªan ping¨¹es beneficios con la colocaci¨®n de ese nuevo papel entre los inversores. La banca de inversi¨®n ha perdido uno de sus principales clientes. Los expertos no descartan nuevos cierres de estos mercados. En el caso espa?ol existe una brutal concentraci¨®n y todo depender¨¢ de Terra y Amadeus que representan m¨¢s de la mitad del Nuevo Mercado.
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