La ira de la UVA
La ¨²ltima Unidad Vecinal de Absorci¨®n contra el chabolismo, en pie en Hortaleza 40 a?os, encara una demolici¨®n conflictiva
Madrid limita al Noreste con la Unidad Vecinal de Absorci¨®n de Hortaleza, UVA. Se trata de un islote urban¨ªstico donde han vivido 1104 familias desde 1963 y que hoy afrontan un futuro del cual muchas de ellas desconf¨ªan. Son, en su mayor¨ªa, gentes oriundas de Ja¨¦n y de las dos provincias extreme?as, que fueron alojadas en esta zona de la periferia madrile?a por la llamada Obra Sindical del Hogar, dentro de un plan de choque contra el chabolismo. En principio, se previ¨® que permanecieran en Hortaleza cinco a?os. Su estad¨ªa ha durado cuarenta. En el a?o 2006, todos sus moradores deber¨¢n instalarse sobre nuevas viviendas construidas en su per¨ªmetro, pero la construcci¨®n de ¨¦stas comenz¨® en 1994 y hoy apenas 136 familias habitan en sus nuevos domicilios.
Pese a todo, el modelo de construcci¨®n de la UVA de Hortaleza ha pasado a los anales de la arquitectura como canon de las soluciones inteligentes a los problemas acuciantes. "Tuvimos 22 d¨ªas para proyectar el barrio entero y noventa d¨ªas para construirlo", cuenta con una sonrisa el arquitecto Fernando Higueras, de 72 a?os, cabeza de un equipo de entusiastas alarifes involucrado en resolver un desaf¨ªo social espinos¨ªsimo, con 113.833 metros cuadrados de superficie y un exiguo presupuesto. Con Fernando Higueras trabajaron all¨ª Antonio Mir¨®, Lucas Espinosa, Francisco Cabrera, Luis Crespi y Arturo Weber.
El desaf¨ªo era tit¨¢nico: "Ten¨ªamos que crear una colonia de viviendas con cocina, ba?o y dormitorios individualizados, de 45 metros cuadrados, en dos plantas, con 12 vivienda cada una", explica Higueras, "m¨¢s guarder¨ªa, escuela, centro asistencial y locales comerciales". Para colmo, se les obligaba a construir de manera que las casas pudieran ser trasladadas de inmediato a otra zona.
Manos a la obra, idearon esqueletos de acero en forma de p¨®rticos o m¨®dulos seriados, con j¨¢cenas de una pieza, dispuestos cada tres metros. Se apoyaban sobre un pilotaje relleno de echadizo cuyas perforaciones se hac¨ªan desde los mismos camiones que trasladaban y encajaban las estructuras. Su conjunto realzaba como los palafitos, las viviendas lacustres. Orientadas seg¨²n secuencias norte-mediod¨ªa-norte-mediod¨ªa, las casas se adosaban en hileras contiguas, con patios arbolados intermedios.
El ordenamiento del espacio y su disfrute fueron conseguidos mediante aleros, que dotaban a las filas de casas as¨ª creadas de dos galer¨ªas paralelas que facilitaban la vecindad. Entre el retranqueado de las viviendas y las barandillas a los patios se creaban pantallas ajardinables, aislables del fr¨ªo o del calor, seg¨²n la estaci¨®n anual y cuya alternancia de luz, horas de insolaci¨®n y temperatura hab¨ªa sido ya prevista por la orientaci¨®n. "Incluso llegamos a hacer concursos de flores en los balcones", evoca con una sonrisa la vecina Carmen Cornejo, pionera de la UVA de Hortaleza tras haber emigrado a Alemania 14 a?os. "Aqu¨ª fuimos muy felices", comenta Soledad, otra vecina.
En los aleros el arquitecto Hiueras hall¨® la mejor herramienta para desviar la lluvia hacia el suelo, atraer la mayor cantidad posible de luz, frenar el impacto del sol en los d¨ªas del est¨ªo, alejar el rigor invernal y organizar la circulaci¨®n perimetral en torno a las viviendas. Por ello, la UVA de Hortaleza fue galardonada como la f¨®rmula "de mayor humanidad" entre los 2.300 proyectos concursantes del X Congreso de la Uni¨®n Internacional de Arquitectura celebrado en Buenos Aires. La transparencia de su concepto fue glosada por urbanistas de la talla del estonio-estadounidense Louis Isador Kahn (1901-1974) y del arquitecto suizo Charles Edouard Le Corbusier (1887-1965). La econom¨ªa de medios aplicada a la Unidad Vecinal de Hortaleza ha mostrado una durabilidad cuatro d¨¦cadas. "Podr¨ªa resistir cien a?os m¨¢s", sonr¨ªe Fernando Higueras desde su estudio de la calle del Maestro Lasalle, construido bajo tierra, que conserva de forma natural durante todo el a?o una temperatura de 21 grados. Higueras, que es autor de la denominada catedral de Pozuelo y, con Antonio Mir¨®, del edificio llamado La Corona de Espinas, hoy sede del Instituto del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol, ha signado su arquitectura con f¨®rmulas tect¨®nicas que brindaron su eficaz sabidur¨ªa a culturas milenarias, se?aladamente orientales, con una cuidada atenci¨®n al nexo entre el sol, el agua y el aire, para humanizar su morada. Su unidad vecinal de Hortaleza fue pionera, y es superviviente, de las seis semejantes que Madrid construy¨® despu¨¦s.
La UVA de Hortaleza se encuentra ahora en fase de desmantelamiento. En 1986 fue declarado barrio en remodelaci¨®n, con 642 de sus viviendas a derribar y el traslado de sus vecinos a bloques de casas nuevas, de nueve plantas, en el per¨ªmetro de Hortaleza. Las 530 viviendas restantes ser¨ªan reparadas por el Instituto de la Vivienda de Madrid, IVIMA. Cinco a?os despu¨¦s, comenzaron las obras.
Hasta el momento, 136 vecinos ocupan ya viviendas nuevas y el Instituto anuncia que en septiembre lo ser¨¢n hasta 436 m¨¢s. "Pero las condiciones de habitabilidad de las 530 viviendas a reparar eran, cuarenta a?os despu¨¦s, muy deficientes, por lo que estamos esperando la luz verde del Ayuntamiento para derribarlas tambi¨¦n y conceder a sus titulares viviendas nuevas", dice una portavoz de la Comunidad de Madrid.
La ocupaci¨®n de pisos all¨ª vac¨ªos o de s¨®tanos situados entre el pilotaje, espoleada por la terrible precariedad de vivienda que Madrid sufre, desata un dispositivo de denuncias oficiales a los jueces para demandar desalojos muy traum¨¢ticos, como uno hace diez d¨ªas, con cargas policiales de extrema dureza. "Ello crea demoras judiciales que aplazan las soluciones", dicen en el IVIMA. Algunos vecinos, sin embargo, ven en el derribo completo una salida especulativa "para reba?ar el 75% del espacio de la UVA y acopiar suelo p¨²blico".
Entre tanto, claveles reventones siguen aromando las galer¨ªas de la colonia, coraz¨®n a¨²n vivo de Hortaleza que parece negarse a admitir su muerte.
Adi¨®s a la escuela
A pesar de haber vivido hasta cuatro d¨¦cadas en la Unidad vecinal de Absorci¨®n de Hortaleza, muchos vecinos aseguran que carecen de t¨ªtulos registrales que les acrediten como propietarios de sus pisos de hoy. Por ello, algunos recelan de las viviendas que obtendr¨¢n en los pr¨®ximos a?os, si es que todo marcha bien.
Las primeras viviendas alternativas fueron construidas a partir de 1994 sobre la ¨²nica escuela p¨²blica con la que la UVA contaba, dice un vecino. "Aqu¨ª casi todos ¨¦ramos analfabetos", se queja. "Tambi¨¦n la guarder¨ªa fue derribada", a?ade otra vecina.
Las nuevas viviendas, adem¨¢s de llevar un ritmo de entrega m¨¢s lento del previsto, ser¨¢n asignadas en r¨¦gimen de alquiler. Al alquiler en s¨ª, sus futuros inquilinos habr¨¢n de a?adir los gastos comunitarios, los de garaje -"muchos vecinos no tienen coche", apunta otra se?ora -y todos pasar¨¢n de abonar 1,8 euros (314 pesetas mensuales) por las casas viejas a unos 150 euros por las nuevas.
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