Las tradiciones de Ferretti, tras el volante
Petacchi gana su tercera etapa en un 'sprint' en el que Vicioso se parti¨® el brazo
Se llevan este Tour los directores con chofer. Quiz¨¢s sea para acabar con aquella maldad que circulaba de toda la vida -cosa de resentidos, sin duda- de que para ser director deportivo lo ¨²nico que hac¨ªa falta era el carn¨¦ de conducir. Pues ahora, ni eso. Eusebio Unzue, que era capaz, mientras mov¨ªa el volante con las rodillas, de hablar por el m¨®vil, contestar a la emisora, pasar un bid¨®n a un ciclista, leer el peri¨®dico, echarle un ojo al libro de ruta y hablar con un colega que le adelanta por la derecha, ya no prodiga tama?o despliegue en el Tour. El segundo del iBanesto.com, Jos¨¦ Luis Jaimerena, ha pasado al volante. De copiloto tambi¨¦n viaja Walter Godefroot, el hist¨®rico director del Telekom, quien hace un par de a?os expres¨® su envidia por la forma en que Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri se trabajaba el Tour: en un coche del equipo partido por delante del pelot¨®n, como un explorador avanzado para advertir de posibles lugares de emboscada. El a?o pasado, Godefroot cumpli¨® su sue?o, pero ¨¦ste -tras la marcha de su director Rudy Pevenage, huido al Bianchi con Ullrich- ha regresado al asiento de la ammiraglia, que dicen los italianos. "Es que el nuevo director, Mario Kummer, debuta en el Tour", explica Godefroot. S¨®lo dos cl¨¢sicos se agarran a la tradici¨®n, a la vieja idea de que el puesto de mando est¨¢ detr¨¢s del volante. Uno es Manolo Saiz, quien no tiene un verdadero segundo en el ONCE-Eroski. El otro es Giancarlo Ferretti, el decano del oficio.
Ferretti, que ya pasa de los 60 a?os, lleva m¨¢s de 30 dirigiendo equipos. Ha sido gregario de Gimondi, ha ganado un Giro con De Muynck y decenas de etapas del Tour, pero nunca ha ganado el Tour. "Siempre he tenido que dedicarme a la caza de etapas porque el Tour s¨®lo lo gana uno y ese uno nunca ha estado en mi equipo", suele decir. Lo sigue diciendo este a?o, pese a que Ivan Basso, que va para gran hombre de etapas, contin¨²a madurando; pese a que su equipo, el Fassa Bortolo, ha fichado a Aitor Gonz¨¢lez, el ganador de la Vuelta a Espa?a que lleva un a?o desafiando, de palabra, a Lance Armstrong. "Pero Basso sigue reclamando paciencia y el equipo debe mantener un nivel alto todos los a?os. Y Aitor no se ha preparado como se ha preparado Armstrong o Ullrich o Beloki o cualquier otro l¨ªder. Se ha preparado pero a secas, s¨®lo para aprobar, como se vio en la contrarreloj por equipos. Hace su trabajo, cumple con su deber, pero no da m¨¢s. As¨ª que... Veo muy complicado que haga un buen Tour".
Ferretti, tradicional siempre, incapaz de pasar un Tour en blanco, convenci¨® despu¨¦s del Giro al poderoso sprinter Alessandro Petacchi para que cambiara de planes y se preparara para correr el Tour. Petacchi y sus ojos azules quer¨ªan pasar un tiempo en la playa y despu¨¦s terminar el a?o corriendo la Vuelta, pero a rega?adientes lleg¨® al Tour. "Y cada d¨ªa que pasa, m¨¢s cerca est¨¢ de decirme lo que quiero o¨ªr: qu¨¦ raz¨®n ten¨ªas, Ferretti, qu¨¦ grande es el Tour". Lleg¨® a Francia y empez¨® a ganar. Cuatro sprints masivos y en tres se ha impuesto. En el ¨²ltimo, ayer, el d¨ªa de la can¨ªcula, un d¨ªa de calor que derret¨ªa la brea -o sea, que es verdad lo que dec¨ªan los antiguos: en el Tour puede hacer mucho calor-, Petacchi gan¨® con alarde incluido, arrancando a 300 metros desde la quinta posici¨®n y remontando, remontando imparable. Petacchi gana y al mismo ritmo su equipo se derrite. "No he parado ni un d¨ªa de tirar y tirar", contaba en la meta Marzio Bruseghin, el hombre del llano. "Tambi¨¦n me pas¨¦ as¨ª el Giro
[Petacchi gan¨® all¨ª seis etapas], pero bienvenido sea si terminamos ganando y con Ferretti contento".
Bruseghin, que hizo su aprendizaje ciclista en Espa?a, en el Banesto, se pas¨® el d¨ªa oyendo por el auricular las ¨®rdenes de Ferretti, llamado por muchos el sargento de hierro. "Hubo una fuga de salida con 14 corredores, entre los que estaban Heras y Bettini, y menos mal que nos ayud¨® el Lotto, porque si no nos pasamos el d¨ªa persiguiendo", explica Bruseghin. Y luego se fugaron cinco, y luego uno y luego, compactos, empezaron, a cuatro kil¨®metros de la meta, a hostigarse unos a otros.
Ha llegado al sprint una nueva generaci¨®n, liderada por la escuela australiana -O'Grady, McEwen, McGee, Cooke...- que considera que el riesgo y la lucha por la posici¨®n son m¨¢s interesantes, incluso, que la victoria misma. Llegados los dos ¨²ltimos kil¨®metros todos quieren estar delante, en el mejor sitio, y ?ay de quien se encuentren en su camino! Entrando en Nevers se encontraron a Vicioso, el aragon¨¦s del ONCE-Eroski. Fue un visto y no visto. Sin comerlo ni beberlo, Vicioso se vio de repente de culo en la cuneta y con un tremendo dolor en el brazo izquierdo. Rotura de radio. Hoy no saldr¨¢, pese a que llorando pidi¨® seguir, pese a que en este Tour tambi¨¦n est¨¢n de moda los h¨¦roes imposibles. Pero, dijo el m¨¦dico, Pedro Celaya, "en este equipo no estamos para shows".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.