La poes¨ªa: una mala salud de hierro

?Qui¨¦n dijo que la poes¨ªa no vende? Vicente Gallego, ¨²ltimo premio Loewe, ha agotado 10.000 ejemplares de Santa deriva. Miguel ?ngel Velasco, con 7.000, est¨¢ a punto de ver reeditado La miel salvaje. Y los consagrados, m¨¢s de lo mismo. Garc¨ªa Montero vendi¨® 4.000 copias de La intimidad de la serpiente en 10 d¨ªas. Inventario 3, los ¨²ltimos poemas reunidos de Mario Benedetti, va como un tiro (con perd¨®n). Como Ciento volando de catorce, de Sabina, es un ¨¦xito cantado. Todo ello, parece, anima a j¨®venes y malditos a probar suerte con la poes¨ªa en estos tiempos de guerra, f¨²tbol y derechismo rampante. "El poeta que no edita es porque no quiere", afirma, exagerando un poco, Chus Visor.

"No conviene hacer cuentas muy alegres si un autor da de repente un 'pelotazo"

"El ¨¦xito puede deberse a que el pa¨ªs se va alfabetizando y quiz¨¢ haya algo de moda"

Trama de niebla (Tusquets), de Felipe Ben¨ªtez Reyes; Guardados en la sombra (C¨¢tedra) y Cuaderno de Nueva York (Hiperi¨®n), de Pepe Hierro; La l¨®gica de Orfeo (Visor), la antolog¨ªa de Luis Antonio de Villena; Ocnos, de Cernuda (Diputaci¨®n de Sevilla); Arden las p¨¦rdidas (Tusquets), de Antonio Gamoneda; Paco Brines, ?ngel Gonz¨¢lez...

La lista de los poemarios m¨¢s vendidos, que se completa con los citados m¨¢s arriba, no deja mucho lugar a dudas. La poes¨ªa, y m¨¢s concretamente la poes¨ªa espa?ola, se ha convertido en un nuevo referente para el mercado editorial y el p¨²blico lector. Como si a este tiempo de velocidad aparente, guerra, comunicaci¨®n inmediata y (supuestas) armas de destrucci¨®n masiva, los lectores respondieran refugi¨¢ndose en la hondura de los versos.

Poes¨ªa, cuartel de invierno titula Luis Garc¨ªa Montero su ¨²ltimo ensayo (Seix Barral), que sit¨²a la palabra po¨¦tica como el ¨²ltimo basti¨®n de la resistencia, el refugio donde el artista asume la rebeld¨ªa tr¨¢gica del destino colectivo y, a pesar de ello, trata de animar a sus lectores a conocer otros mundos, a tener "otra manera de medir" (como dijo Le¨®n Felipe y canta Enrique Morente): una mano moral que ayuda a defenderse del sistema y a compensar las carencias de la realidad con la gran evasi¨®n (hacia dentro), la que significa, cuando llega, la verdad po¨¦tica.

Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias, poeta, cr¨ªtico y profesor de la Universidad de Salamanca, cree que algo raro pasa en la poes¨ªa espa?ola. "Sabina, por ejemplo, es un fen¨®meno literario y extraliterario. Y eso es bueno. Pero Benedetti, siendo s¨®lo literario, provoca colas tambi¨¦n. As¨ª que quiz¨¢ el ¨¦xito se deba a que el pa¨ªs se va alfabetizando, va habiendo m¨¢s nivel cultural y hay mucha gente que lee poes¨ªa. Pero quiz¨¢ haya algo de moda, tambi¨¦n. O tal vez influye el hecho de que el presidente del Gobierno ha dicho que es un gran lector de poes¨ªa, y eso ha animado a la gente. Como Guerra puso de moda a Mahler o a Gil Albert.Aunque hay poetas como Garc¨ªa Montero, muy literarios, que llegan muy bien al gran p¨²blico".Sin teorizar tanto, Chus Visor ha llegado a los 520 libros de poes¨ªa con su colecci¨®n, que compagina con la librer¨ªa madrile?a del mismo apellido, y despu¨¦s de 30 a?os en ambos negocios afirma que el cambio que ha vivido la poes¨ªa es evidente en los ¨²ltimos tiempos. "Se vende mucho m¨¢s, se publica bastante m¨¢s, hay muchos poetas nuevos y editoriales a manta. El cambio fundamental que se nota en la librer¨ªa es que la poes¨ªa espa?ola ha sustituido a la extranjera en el gusto de los lectores. Y, en lo general, hay otro dato importante: hace 10 a?os, agotar una tirada de 3.000 ejemplares era una quimera. Ahora, muchas veces se vende en una semana. No hay m¨¢s que ver a mi amigo ?ngel Gonz¨¢lez. Antes no le conoc¨ªa nadie, ahora es Dios".

Bromas aparte, Visor publica 30 t¨ªtulos de poes¨ªa al a?o ("m¨¢s de lo que deber¨ªa"), y eso que la competencia es m¨¢s fuerte que nunca. A las colecciones de Tusquets, Hiperi¨®n o PreTextos, y la oscura pero constante tarea de peque?os y pujantes francotiradores como DVD Poes¨ªa, Endymion, Signos, Cuadernos del Vig¨ªa, Celeste; La Poes¨ªa, se?or hidalgo; Calambur, Olifante, Sial, Dauro, Renacimiento, Peque?a Venecia..., hay que sumar las ediciones de bolsillo de, entre otros, De Bolsillo, Alianza, Castalia o Espasa, y la s¨®lida sombra que proyecta, desde hace ya 10 a?os, ese gigante de dos cabezas llamado C¨ªrculo de Lectores / Galaxia Gutenberg.

El editor de poes¨ªa en C¨ªrculo es Nicanor V¨¦lez, colombiano afincado en Espa?a hace 18 a?os. Responsable de las Obras Completas de Octavio Paz para Fondo de Cultura Econ¨®mica, C¨ªrculo y Galaxia, V¨¦lez apost¨® desde el principio por "la poes¨ªa indiscutible": cl¨¢sicos espa?oles, latinoamericanos y europeos de todos los tiempos. "Antes de eso, C¨ªrculo segu¨ªa la inercia del t¨®pico de que la poes¨ªa no se vende y se limitaba a editar uno, dos o tres t¨ªtulos anuales. Teniendo 1,5 millones de lectores potenciales, parec¨ªa obligado aumentar esa tendencia. Decidimos entonces publicar un autor incuestionable cada dos meses, con pr¨®logos, traducciones y ediciones muy cuidados. Y los resultados han sido ¨®ptimos. Incluso con los autores pretendidamente dif¨ªciles. De Jorge Guill¨¦n vendimos m¨¢s de 5.000 ejemplares; con la nueva antolog¨ªa de Pessoa hemos llegado a 8.000, y T. S. Eliot ha funcionado muy bien tambi¨¦n...".

Aunque V¨¦lez es prudente respecto al supuesto renacimiento de la poes¨ªa -"los lectores j¨®venes siempre est¨¢n ah¨ª, y ahora nos falta llegar a los de 40 y 50 a?os, y no conviene hacer cuentas muy alegres si un autor determinado da de repente un pelotazo"-, s¨ª admite que "se ha creado un espacio para la poes¨ªa, el lector ha cogido confianza y, si le das un libro de poemas bien presentado, lo coge a ojos cerrados".

Manuel Borr¨¢s, editor en PreTextos, abri¨® su colecci¨®n de poes¨ªa hace m¨¢s de veinte a?os y hoy edita unos veinte t¨ªtulos al a?o. Su cat¨¢logo es una equilibrada mezcla de j¨®venes promesas y consagrados espa?oles, como Brines. Borr¨¢s sostiene con entusiasmo que la poes¨ªa espa?ola goza de una salud estupenda de toda la vida. "Como dec¨ªa Juan Ram¨®n, la poes¨ªa no necesita p¨²blico, necesita lectores. Por no ir hasta el Siglo de Oro, ya la edad de Plata y tres poetas anteriores, ¨¦l, Unamuno y Machado son el mejor s¨ªntoma de salud. La rentabilidad da igual. Con altibajos, la poes¨ªa sobrevive siempre".