Ibarretxe quiere todo nuevo

Nuevo tiempo, nueva etapa, nuevo consenso, nuevo pacto... Juan Jos¨¦ Ibarretxe insisti¨® ayer hasta la saciedad en esa palabra: todo tiene que ser nuevo en las relaciones entre el Pa¨ªs Vasco y Espa?a. Su esperado discurso no fue realmente una novedad pero s¨ª tuvo el m¨¦rito de dejar claro su objetivo: el lehendakari quiere plantear otro pacto constitucional y otro Estatuto, de forma que consagre la libre asociaci¨®n con el Estado espa?ol y plasme esa realidad.

Lo nuevo es que quiere hacerlo a toda velocidad y con un extra?o calendario que formul¨® con una aplastante seguridad y que, sin embargo, depende de muchas m¨¢s cosas que su simple voluntad. Lo m¨¢s chocante del discurso de Ibarretxe fue precisamente esa oposici¨®n constante entre el envoltorio y el n¨²cleo de lo que conten¨ªa. Habl¨® reiteradamente de su plan como un proyecto "de convivencia", que no es unilateral ni rompe con los procedimientos jur¨ªdicos vigentes. Y al mismo tiempo, todas sus afirmaciones llegaban despu¨¦s al mismo punto: si la negociaci¨®n no prospera, seguir¨¢ adelante con su plan, digan lo que digan el ordenamiento jur¨ªdico, socialistas y populares, porque el PNV est¨¢ convencido de que es lo que quiere la sociedad vasca y porque considera que es la ¨²nica legitimada para decidir. Jos¨¦ Antonio Ardanza, que sigui¨® el discurso desde la tribuna de prensa resumi¨® as¨ª su impresi¨®n: "Ibarretxe ha estado m¨¢s claro de lo que yo esperaba. Definitivamente ha dejado abierto el mel¨®n, volvemos al punto cero del pacto constitucional". (El actual presidente de Euskatel se apresur¨® a dejar constancia de su conformidad con el plan de su sucesor).

El discurso de Ibarretxe demostr¨® tambi¨¦n un gran esfuerzo para suprimir de sus palabras todo tinte dram¨¢tico y aunque argument¨® con firmeza contra ETA y el terrorismo, huy¨® como de la peste de cualquier retrato en negativo de la sociedad vasca y, sobre todo, de la imagen de una sociedad falta de libertad. Buena parte de su discurso ensalz¨®, por el contrario, su propia propuesta, "moderna" y "sensata", y la relacion¨® con el buen nivel de vida de Euskadi y su desarrollo econ¨®mico y social. En su af¨¢n por impedir que los vascos se enfrenten con im¨¢genes negativas, el lehendakari volvi¨® a hablar profusamente de la "amabilidad" con que la que piensa relacionarse con Espa?a e incluso lleg¨® a reprochar a los portavoces de los otros grupos que no fueran lo bastante "amables" con ¨¦l mismo y entre s¨ª.

El lehendakari no pudo ocultar, sin embargo, la irritaci¨®n que le produjeron las intervenciones de Patxi L¨®pez y Arnaldo Otegi. El portavoz de HB le puso furioso cuando se mostr¨® encantado con el debate abierto ayer: "Se demuestra que algunos ten¨ªamos raz¨®n y otros, no", le lanz¨® entre amplias sonrisas. "Si el Estatuto de Gernika no vale, eso quiere decir que el tiempo nos ha dado la raz¨®n y el PNV deber¨ªa admitirlo". Ibarretxe hab¨ªa hecho una severa cr¨ªtica de la justicia espa?ola, a la que acus¨® de creciente politizacion y de falta de credibilidad y Otegi, no sin coherencia, le reproch¨®: "Si eso es as¨ª, ?como deja usted que la Ertzaintza detenga a ciudadanos vascos y los entregue a esa justicia ileg¨ªtima y desacreditada?". Las sonrisas de Otegi desaparecieron cuando lanz¨®, en pleno Parlamento y sin que nadie pareciera escandalizarse o le llamara la atenci¨®n, lo que parec¨ªa una amenaza: "La izquierda abertzale tiene un pu?o de hierro. Cualquier ataque encontrar¨¢ respuesta". Todo ello, para dar paso dos segundos despu¨¦s a una oferta de negociaci¨®n con los otros nacionalistas de la C¨¢mara.

El enfrentamiento m¨¢s duro lo protagoniz¨®, sin embargo, el portavoz socialista. Patxi L¨®pez intent¨® desmontar la imagen de una "Euskadi Feliz" y acus¨® al lehendakari de hablar mucho de la voluntad de los vascos pero de no respetarla ¨¦l mismo. L¨®pez hizo un discurso de confrontaci¨®n total con Ibarretxe: "La sociedad vasca lleva un a?o hablando de su plan, como usted dice, pero en todo este tiempo no se ha producido ni un mil¨ªmetro de acercamiento". "Quiere vendernos como normal lo que no lo es. Lo normal es cambiar los gobiernos. Aqu¨ª, no. Aqu¨ª son los gobiernos los que, con tal de permanecer, se lanzan a cambiar los marcos pol¨ªticos en los que se desenvuelve todo el pa¨ªs". "Con su plan todo va a saltar por los aires", insisti¨®. El portavoz popular, Jaime Mayor Oreja, tambien admiti¨® que Ibarretxe hab¨ªa conseguido que todo el mundo hablase de su plan. "Pero, por favor", le dijo, "pres¨¦ntelo de una vez porque estamos hartos, aburridos, cansados y fatigados".