Espa?ol por voluntad propia
Se atribuye a C¨¢novas del Castillo una amarga frase: "Espa?ol es el que no puede ser otra cosa", pero Max Aub eligi¨® serlo y no pudo tener peor suerte. Naci¨® en Par¨ªs el 2 de junio de 1903 de padre alem¨¢n y madre francesa, ambos jud¨ªos laicos, que se instalaron en Valencia al comenzar la Primera Guerra Mundial. En el instituto, Aub conocer¨¢ a futuros intelectuales, como Juan Gil-Albert y los hermanos Gaos, con quienes comparte sus escritos iniciales en castellano. En 1923 publica su primera obra teatral, Crimen, y un a?o despu¨¦s adopta la nacionalidad espa?ola. "El hombre es de donde hace el bachillerato", dir¨ªa luego.
En 1928, el escritor se afili¨® al PSOE, partido que ya no abandonar¨ªa nunca. Pese a ese firme y temprano compromiso, sus primeras obras est¨¢n marcadas por el surrealismo y el dada¨ªsmo m¨¢s esteticista. Es el caso de la comedia Narciso o de la novela Geograf¨ªas, editada en 1929. Ocurre tambi¨¦n con F¨¢bula verde, obra de 1933, y con Luis ?lvarez Petre?a, novela publicada al a?o siguiente, con la que consigue su primer ¨¦xito importante.
Poco a poco, su literatura comenz¨® a politizarse. Tras la aparici¨®n del drama Espejo de avaricia en 1935 y el estallido de la Guerra Civil, Aub trabaja como agregado cultural de la Embajada espa?ola en Par¨ªs y colabora con Andr¨¦ Malraux en la pel¨ªcula Sierra de Teruel, basada en La esperanza, obra del autor franc¨¦s. En 1939, se exilia en Francia, de donde sale deportado a Argelia en 1942, a?o en que consigue dejar atr¨¢s los campos de concentraci¨®n para instalarse en M¨¦xico.
Exilio y amargura
Impulsa entonces su ambicioso proyecto El laberinto m¨¢gico, un ciclo de seis novelas en torno a la Guerra Civil espa?ola. Campo cerrado aparece en 1943 y Campo de sangre, en 1945. Alterna este proyecto con otros trabajos, pero ya en 1951 publica Campo abierto y siete a?os despu¨¦s, Campo franc¨¦s. En 1964, se edita Campo del moro y en 1968 llega el final de la serie con Campo de los almendros.
Mientras, ven la luz obras teatrales como Morir por cerrar los ojos o relatos como La verdadera historia de la muerte de Francisco Franco. En 1958 publica Jusep Torres Campalans, biograf¨ªa de un pintor inexistente, supuesto amigo de Picasso, que dio origen a numerosas confusiones. Tres a?os despu¨¦s se edita La calle de Valverde.
En 1969, Max Aub vuelve a Espa?a y constata c¨®mo el olvido y la censura han hecho desaparecer de la memoria colectiva a los intelectuales exiliados. Indignado, escribe La gallina ciega. Volver¨¢ a su pa¨ªs en otra ocasi¨®n, pero muere en M¨¦xico el 23 de julio de 1972.
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