Zapatero visita a heridos del 11-M

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha querido que uno de sus primeros actos despu¨¦s de ganar las elecciones fuera una visita a las v¨ªctimas del 11-M. Una visita discreta, sin periodistas, s¨®lo para dar aliento a los heridos y sus familiares. Eligi¨® dos hospitales: el Gregorio Mara?¨®n y el 12 de Octubre. A las seis y media de la tarde de ayer comenz¨® su visita acompa?ado de los portavoces socialistas en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, y en el Ayuntamiento, Trinidad Jim¨¦nez.

Varias personas que asistieron a esta visita han confirmado que el ganador de las elecciones, y que ser¨¢ el nuevo presidente del Gobierno, llevaba una peque?a libreta en un bolsillo que ayer sac¨® en varias ocasiones. En ella apunt¨® varios tel¨¦fonos m¨®viles y otros tantos nombres. Nombres de v¨ªctimas y de familiares a los que se comprometi¨® a llamar para interesarse por su estado de salud.

En el Gregorio Mara?¨®n, Zapatero visit¨® a heridos en planta y tambi¨¦n en la UCI, en la que dio su aliento a los profesionales sanitarios que se afanan por salvar la vida a los heridos m¨¢s graves. Cuentan los que estuvieron ayer cerca de Zapatero que aparte de escuchar enhorabuenas en los pasillos del hospital, tambi¨¦n recibi¨® peticiones. Como la de un joven soldado que le asegur¨® a Zapatero que est¨¢ movilizado para el pr¨®ximo reemplazo que Espa?a tiene previsto enviar a Irak. "No quiero ir", dijo el militar. "Tranquilo, que no ir¨¢s", respondi¨® el pol¨ªtico que se vio obligado a reiterar su compromiso de traer de vuelta a las tropas espa?olas dada la gran cantidad de personas que le hablaron de este asunto. Pero entre enfermos y familiares, en los hospitales tambi¨¦n le pidieron al futuro presidente que arreglara los problemas de la vivienda y de los contratos precarios.

Pero no s¨®lo pidieron soluciones a los problemas, tambi¨¦n, cuentan los asistentes a la visita, le solicitaron a Zapatero un cambio de talante: "No nos mint¨¢is, no nos fall¨¦is", aseguran que le dijo una se?ora. Cuentan que todos los que se acercaban a Zapatero le dec¨ªan, en voz baja, "por fin lo hemos logrado". Y una chica que luc¨ªa un pendiente del que colgaba una peque?a pluma quiso que la tuviera Rodr¨ªguez Zapatero. Se la dio y el pol¨ªtico la guard¨® en un bolsillo. Junto a la libretita.