El Milan devasta al Depor en 8 minutos
Kak¨¢ y compa?¨ªa responden con una arrolladora exhibici¨®n a un rival que se le hab¨ªa enfrentado sin complejos
Como una fulminante operaci¨®n rel¨¢mpago de un ej¨¦rcito de blindados, el Milan devast¨® al Deportivo en s¨®lo ocho minutos. La magn¨ªfica primera parte del Depor, que aguant¨® con entereza el arrollador ¨ªmpetu del Milan, se adelant¨® en el marcador y hasta fue capaz de imponerle su estilo, se estrope¨® al borde del descanso. El empate de un gran Kak¨¢ abri¨® en canal al Depor, que tir¨® todas sus opciones en el arranque de la segunda parte, cuando el vendaval del Milan result¨® incontenible. En un instante, la maquinaria rojinegra aplast¨® todo lo que encontr¨® a su paso y seg¨® casi definitivamente los sue?os del Depor.
En un San Siro que bull¨ªa de pasiones y colorido, la noche milanesa ofreci¨® un gran choque de Copa de Europa; un duelo apasionante, repleto de intensidad y grandes detalles y que, mientras el marcador no perdi¨® el equilibrio, tuvo la virtud de poner frente a frente lo mejor de dos escuelas. Este Milan ha arrumbado definitivamente los excesos en que hab¨ªa incurrido el f¨²tbol italiano, una transformaci¨®n ilustrada con el papel de Pirlo, un pelotero que dirige con delicadeza el juego del equipo donde antes no habitaban m¨¢s que los destripaterrones. El Milan tiene talento a raudales y a todo eso une el legado de su tradici¨®n m¨¢s gloriosa: el orden, un descomunal despliegue f¨ªsico y un sentido impetuoso del juego.
MILAN 4 - DEPORTIVO 1
Milan: Dida; Caf¨², Costacurta, Maldini, Pancaro (Serginho, m. 71); Gattuso, Pirlo, Kak¨¢, Seedorf; Inzaghi (Ambrosini, m. 79) y Shevchenko (Tomasson, m. 83).
Deportivo: Molina; Scaloni, Naybet, Andrade, Capdevila; Sergio (Manuel Pablo, m. 80), Duscher (Fran, m. 65), Mauro, Luque (Trist¨¢n, m. 82); Valer¨®n y Pandiani.
Goles: 0-1. M. 11. Pandiani cabecea un pase de Capdevila.
1-1. M. 44. Kak¨¢ remata un centro de Caf¨².
2-1. M. 46. Shevchenko, de tiro cruzado tras un autopase.
3-1. M. 49. Kak¨¢, desde la frontal del ¨¢rea.
4-1. M. 52. Pirlo, de falta directa.
?rbitro: Valentine Ivanov (Rusia). Amonest¨® a Scaloni y Costacurta.
Unos 80.000 espectadores en San Siro.
El Deportivo entr¨® al partido sin complejos y exhibiendo la firmeza de sus convicciones, el gusto espa?ol por un f¨²tbol m¨¢s pausado y con mayor elaboraci¨®n. Empez¨® tapando bien al Milan y hurgando en sus debilidades, sobre todo en los huecos que dejaba por su banda derecha. Y por all¨ª lleg¨® el hachazo inicial del Depor, una jugada que pudo cambiar el destino del choque y resquebrajar la maquinaria del Milan. Fue un perfecto centro de Capdevila que sirvi¨® para que Pandiani descerrajase su cabeza implacable para rematar a la red. San Siro cerr¨® filas con su equipo y reaccion¨® al gol subiendo la temperatura emocional. Pero el Depor hab¨ªa ganado confianza y, durante un rato, pareci¨® manejar a un Milan desconcertado.
Los milanistas sacaron pronto a relucir su eterno esp¨ªritu combativo. Con un ritmo enloquecedor, aceleraron la apisonadora y lograron arrinconar al Deportivo. Aunque daba la impresi¨®n de que le faltaban ideas, el Milan se bast¨® con su actitud intimidante para castigar el descaro del Depor. Empujando con todo en el centro del campo, lanz¨® un bombardeo inmisericorde de balones cruzados sobre el ¨¢rea de Molina, que sobresali¨® en algunas jugadas, especialmente en una pelota que Inzaghi se aprestaba a rematar desde el ¨¢rea peque?a. El Depor sali¨® moment¨¢neamente del apuro porque aguant¨® con firmeza en su primera l¨ªnea y porque en ning¨²n momento renunci¨® al prop¨®sito que se hab¨ªa tra¨ªdo de la caseta. El Depor insisti¨® en su idea de tocar y tocar y, por esa v¨ªa, consigui¨® de nuevo apaciguar la vehemencia del Milan. Cuando el choque caminaba hacia el descanso, el Depor parec¨ªa elevarse de nuevo sobre San Siro, como lo demostr¨® con un interminable rondo de un ¨¢rea a otra que irrit¨® a la grada hasta la exasperaci¨®n. El despertar de la bestia, sin embargo, fue avasallador.
Pocas veces el viejo t¨®pico de los goles psicol¨®gicos result¨® tan exacto como anoche. Con el timbre del recreo a punto de sonar, Luque perdi¨® un bal¨®n aparentemente inofensivo en la banda izquierda que se lo llev¨® Caf¨² hasta el v¨¦rtice del ¨¢rea para desde all¨ª gestar una maravilla brasile?a. Por el medio apareci¨® Kak¨¢, control¨® como pudo a media altura y, sin dejar caer la pelota, la cruz¨® junto al palo para batir a Molina. El gol destroz¨® al Deportivo e ilumin¨® al Milan, que regres¨® del descanso desatado de furia. Los italianos no dieron la menor opci¨®n a que el Depor superase el momento de crisis. En medio de la brutal acometida, emergieron los astros del Milan. Shevchenko, hasta entonces apagado, aprovech¨® la primera indecisi¨®n defensiva para hacer el segundo. Sin tiempo para que el Depor encajase el golpe, apareci¨® de nuevo el extraordinario Kak¨¢, que repiti¨® la precisi¨®n del remate cruzado de su primer tanto. La faena la complet¨® Pirlo inmediatamente colocando una falta en la escuadra.
Pese a la devastadora incursi¨®n del contrario, el Deportivo no perdi¨® la dignidad. Hasta el ¨²ltimo momento busc¨® un segundo gol que le concediera ciertas esperanzas para la vuelta y que Pandiani tuvo al alcance en otro cabezazo. Pero ya nada pudo arreglar los desperfectos de una bestial ofensiva que, en s¨®lo ocho minutos hab¨ªa arrasado los buenos prop¨®sitos del Depor.
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