Jaque al rey del petr¨®leo

"La Saudi Aramco es el origen del sue?o americano. Sin ella, Estados Unidos jam¨¢s hubiese llegado a ser la potencia econ¨®mica y militar que es". La frase, clave para comprender la historia a partir de la segunda mitad del siglo XX, es del liban¨¦s Zuhayr Mikdashi, profesor de econom¨ªa de la Universidad de Lausana y ex asesor de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP). Mikdashi dijo esto hace cuatro a?os, durante la crisis petrolera de 2000, y con ella, seg¨²n coment¨® entonces en una entrevista, intentaba resumir la verdadera importancia de la petrolera estatal saud¨ª para el mundo desarrollado y su significado como la fuente de mayor riqueza para el mundo ¨¢rabe. En Oriente Pr¨®ximo ninguna empresa es comparable a la Saudi Aramco (originalmente llamada The Arabian American Oil Company), ning¨²n pa¨ªs de la zona es capaz de pasar de producir ocho millones de barriles diarios de petr¨®leo a 10 millones en apenas unos meses ni tiene la certeza de poseer el 25% de todas las reservas del planeta. Quien quiera hacer da?o al mundo desarrollado, y en especial a EEUU, s¨®lo tiene que poner en jaque al rey del petr¨®leo: Arabia Saud¨ª.

Los ataques terroristas contra el sector petrolero saud¨ª del 1 y del 30 de mayo pasado han disparado lo que el mercado conoce como "prima del terror", que seg¨²n distintos expertos consultados en los pasillos del Hotel Fenicia Intercontinental de Beirut, a?ade entre ocho y 10 d¨®lares a la cotizaci¨®n diaria del crudo en los mercados de Londres y Nueva York, actualmente por encima de los 36 y 39 d¨®lares, respectivamente. Ambas cotizaciones estuvieron la semana pasada en m¨¢ximos de casi 14 a?os. Los ataques contra trabajadores extranjeros y en los centros de Yanbu, en la costa del mar Rojo, y en Jobar, en aguas del golfo P¨¦rsico, fueron seleccionados por los terroristas por su importancia estrat¨¦gica.

La terminal de Yanbu es el principal puerto petrol¨ªfero sobre el mar Rojo y desde este complejo parte el oleoducto que cruza el reino saud¨ª de este a oeste, hasta desembocar en las terminales de Al Jaima y Ras (cabo) Tanura, el mayor puerto petrolero del mundo, desde donde salen entre cuatro y cinco millones de barriles diarios. Junto a Ras Tanura, en Joba, fue donde el terrorismo dio su segundo y m¨¢s sonado golpe.

Irremplazable

Arabia Saud¨ª es irremplazable como primer proveedor de crudo del mundo a corto y medio plazo. Los otros grandes productores de la OPEP, sus vecinos de Ir¨¢n, Irak, Emiratos ?rabes Unidos y Kuwait, a los que se a?aden Venezuela y Nigeria, pueden llegar a tener entre todos la mitad de las reservas que tienen los saud¨ªes, unos 260.000 millones de barriles. Ni siquiera con la suma de grandes productores ajenos al cartel como Rusia, Noruega y M¨¦xico se puede batir el potencial saud¨ª, mientras que las grandes apuestas por el crudo del mar Caspio o en Alaska son, de momento, s¨®lo una expresi¨®n de deseo sin una producci¨®n suficiente como para dejar de pensar en Arabia Saud¨ª por, al menos, 10 a?os.

Las reservas probadas de crudo del mundo alcanzan en este momento los 1,1 billones de barriles, de los que unos 845.000 millones, el 78,7%, est¨¢n en manos de la OPEP. Si ese casi 79% se divide entre los 11 miembros de la organizaci¨®n, los saud¨ªes poseen casi un tercio. Muy por detr¨¢s viene Irak con unas reservas probadas de unos 112.000 millones de barriles y, teniendo en cuenta c¨®mo est¨¢ la situaci¨®n pol¨ªtica en Irak, la recuperaci¨®n del sector petrolero iraqu¨ª bien puede tardar unos 10 a?os o m¨¢s, por lo que Arabia Saud¨ª no tiene ni tendr¨¢ un serio rival por bastante tiempo. El Reino saud¨ª tiene adem¨¢s otra ventaja, su capacidad para abrir o cerrar la espita seg¨²n lo que el mercado requiera en cada momento. En abril pasado produjo 8,3 millones de crudo diarios y para finales de junio ya puede superar los nueve millones. Dos de esos millones se destinan a alimentar la econom¨ªa de Estados Unidos, que necesita para funcionar 20 millones de barriles cada 24 horas, de los que 11 millones son de importaci¨®n.

Al Qaeda sabe d¨®nde golpear. Tras los atentados del pasado 1 de mayo, tanto Arabia Saud¨ª como la vecina Kuwait reforzaron la seguridad de sus instalaciones petroleras, sobre todo los puertos, advertida por informes de los servicios de inteligencia estadounidenses. Por su parte, el presidente de Saudi Aramco, Abdallah Jumah, durante una reciente visita a Londres explic¨® que "las instalaciones de la empresa estaban protegidas por sistemas de seguridad de ¨²ltima tecnolog¨ªa, barreras f¨ªsicas y unos 30.000 guardias, adem¨¢s de todo el trabajo de inteligencia que se realizaba para tener bajo control a todos los trabajadores", seg¨²n un asistente a la conferencia que Jumah ofreci¨® en el Real Instituto de Asuntos Internacionales brit¨¢nico. El Gobierno saud¨ª ha afirmado que desde el ataque al complejo residencial de Al-Hamra el 11 de mayo de 2003, han a?adido 750 millones de d¨®lares a los 5.500 millones que se gastan anualmente en seguridad.

Defensas vulnerables

Los analistas, sin embargo, creen que a¨²n las mejores defensas pueden ser vulnerables a unos terroristas dispuestos a todo. Cada d¨ªa entran y salen muchas personas y veh¨ªculos de las distintas instalaciones de la Saudi Aramco en todo el pa¨ªs. Y si no es un ataque contra instalaciones petrol¨ªferas, el objetivo puede ser una residencia de extranjeros. Estos trabajadores son clave para el sector energ¨¦tico saud¨ª, mucho mejor capacitados que la mayor¨ªa de los nacionales, que en su mayor¨ªa opta por asignaturas religiosas en la universidad. Un alto ejecutivo de una petrolera con oficinas en Riad comentaba en Beirut que en su empresa se recib¨ªan mensualmente entre 5.000 y 6.000 curr¨ªculum universitarios que buscaban un primer empleo en el sector mejor valorado del pa¨ªs, pero que s¨®lo una m¨ªnima parte estaban cualificados.

Fuentes diplom¨¢ticas y empresariales calculan que el paro alcanza en torno al 30% de la poblaci¨®n activa del pa¨ªs y que dentro de los saud¨ªes (18 de los 24 millones de habitantes del pa¨ªs) s¨®lo el 11% tiene un empleo cualificado. La situaci¨®n es dram¨¢tica, y m¨¢s teniendo en cuenta que en torno a la mitad de la poblaci¨®n de Arabia tiene de media 16 a?os, es decir, que en unos a?os reclamar¨¢n trabajo.