El huevo pinochetista
Acostumbrado a los duelos fronterizos, Scolari intenta infundir ardor guerrero a sus jugadores
A horas del duelo con Espa?a, un partido que dictar¨¢ si se convierte en h¨¦roe o pasa al olvido entre los portugueses, Luiz Felipe Scolari, brasile?o de toda la vida, se nacionaliz¨® de palabra: "?Yo trabajo para este pa¨ªs", dijo; "yo pago impuestos en Portugal, tengo mi esp¨ªritu en este pa¨ªs, no tengo rabia de nadie... ?Yo soy portugu¨¦s!".
Los jugadores de Brasil que ganaron la Copa del Mundo de Corea y Jap¨®n hace dos a?os, se re¨ªan de ¨¦l con la excusa de re¨ªrle las gracias. Si daba una orden, era poco probable que la cumpliesen. Y, si lo hac¨ªan, era poco probable que se lo tomasen en serio.
Scolari, sin embargo, es mayoritariamente considerado un gran gestor en Portugal. Un tipo de una sola pieza. Honrado, justo y riguroso. Le llaman O Disciplinador y goza de la aclamaci¨®n casi mayoritaria de la prensa, que no de los jugadores. Entre los veteranos, cuenta con detractores sigilosos.
"Es una guerra. O morimos nosotros o mueren ellos", conjura a los suyos
Hombre r¨²stico, gauchesco, criado en las llanuras agropecuarias de Rio Grande do Sul, Scolari, de 56 a?os, se parece m¨¢s a un uruguayo o a un argentino que a un brasile?o. Por situaci¨®n geogr¨¢fica y por cultura, R¨ªo de Janeiro e incluso S?o Paulo pillan un poco lejos de su hierba mate y su ¨¦tica del trabajo. Por car¨¢cter, este t¨¦cnico al que tambi¨¦n llaman Sargent?o, es el opuesto al esp¨ªritu carnavalesco. El que dijera en una entrevista que "Pinochet no lo ha hecho tan mal" revela algunos aspectos de su personalidad.
Llegados a este punto, nos imaginamos a Scolari escuchando Viejos camaradas frente al tocadiscos. Sin embargo, es probable que el aire tropical le ablandara un poco, como dijo una de sus principales apoyaturas, la psic¨®loga brasile?a Regina Brand?o: "?l es como un huevo: duro por fuera, gelatina por dentro".
Como quien pela un huevo discurri¨® el discurso de Scolari en el que fue, ayer, su ¨²ltimo gran mensaje a la naci¨®n antes del partido. Acostumbrado, como hombre de la frontera que es, a los duelos entre Brasil y Uruguay y entre Brasil y Argentina, el t¨¦cnico se ocup¨® de infundir el ardor guerrero en el melanc¨®lico pueblo portugu¨¦s y en sus melanc¨®licos jugadores como si el partido de hoy fuese un gran cl¨¢sico suramericano. Comenz¨® diciendo que el encuentro contra Espa?a "es una guerra" y que intentaba inyectar "esp¨ªritu guerrero" a sus muchachos porque la situaci¨®n era "de mata-mata". Esto es: de eliminatoria. "O morimos nosotros o mueren ellos", explic¨® con palabras duras como c¨¢scaras.
Luego se fue ablandando hasta ponerse como la gelatina seg¨²n hablaba de cuestiones m¨¢s t¨¦cnicas. "Por lo que se anuncia del trabajo de I?aki [S¨¢ez]", dijo, "Espa?a jugar¨¢ como lo ha venido haciendo: con dos extremos muy h¨¢biles, con Joaqu¨ªn, que tiene una calidad espantosa en el dribling...".
Scolari confes¨® que su decisi¨®n de hace tres d¨ªas de sentar a Couto y Rui Costa en favor de Deco y Carvalho, utilizando el eje del Oporto, fue una consecuencia de haber permanecido ignorante durante los ¨²ltimos dos a?os: "Hace una semana fue la primera vez que trabaj¨¦ con los 23 jugadores juntos. Pasa como con los novios de siete a?os, que se casan y se divorcian a los dos d¨ªas. Conviven juntos, duermen juntos, se conocen ?y... claro!".
"La bola parada ser¨¢ muy importante contra Espa?a", continu¨® el seleccionador, "porque es importante en el f¨²tbol actual, a favor y en contra. La entrada de C¨¦sar por Marchena refuerza a Espa?a en el juego a¨¦reo en el ataque. Espa?a tiene de todo. Nosotros tenemos que ganar. Si hubi¨¦remos tenido cualidades, ya estar¨ªamos clasificados. Si no ganamos, para m¨ª ser¨ªa un fracaso. Si perdemos, ser¨¦ el culpable; si ganamos, formar¨¦ parte de un grupo. Pero como dice el refr¨¢n: 'El que no tiene dinero, con arroz y frijoles echa barriga".
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