El ¨²ltimo paso antes de la batalla electoral
George W. Bush y John Kerry chocan en el debate final sobre impuestos, seguro m¨¦dico y empleo
El tercer y ¨²ltimo debate presidencial mantiene las espadas en alto. Otra buena actuaci¨®n del candidato dem¨®crata, John Kerry, se vio igualada por George W. Bush, que estuvo mejor que en los otros dos debates. Aunque el tono fue menos agrio y hubo espacio para las bromas, el empate en los sondeos implica que en las pr¨®ximas dos semanas y media la campa?a se endurecer¨¢ enormemente. En la madrugada de ayer, Kerry asegur¨® que Bush hab¨ªa fracasado en la creaci¨®n de empleos y en la reforma del seguro m¨¦dico, y el presidente acus¨® al senador de un pobre historial legislativo y de estar al margen del norteamericano medio. Kerry argument¨® con claridad en favor del cambio y Bush conect¨® con la Am¨¦rica de la moral y la religi¨®n.
Kerry arranc¨® con m¨¢s br¨ªo y oblig¨® a Bush a ponerse a la defensiva: "Nos meti¨® en una guerra apresurada (...), es el ¨²nico presidente desde hace 72 a?os que ha perdido empleos, el ¨²nico bajo el que se han reducido los ingresos de las familias". Bush se defendi¨® llamando "exagerado" a Kerry en dos ocasiones, reiterando que "un plan no es una letan¨ªa de quejas" y diciendo: "La ret¨®rica no est¨¢ a la altura de su historial: ha sido senador 20 a?os y vot¨® en 98 ocasiones a favor de subir los impuestos".
A lo largo del debate, ambos jugaron con cifras y datos que en muchas ocasiones no eran exactos, y los dos se acusaron mutuamente de ello. Kerry reiter¨® su compromiso de anular las rebajas fiscales para los m¨¢s ricos y de mantener los recortes de Bush para las clases medias. El presidente dijo que romper¨¢ esa promesa "y subir¨¢ los impuestos a todos". Despu¨¦s de dejar confusa a la audiencia cuando abusaron de las cifras, los dos hicieron sus chistes: "Que el presidente me hable a m¨ª de responsabilidad fiscal es como si Tony Soprano [personaje mafioso de ficci¨®n] hablara de ley y orden", dijo Kerry; "El senador est¨¢ tan a la izquierda del estadounidense medio que Ted Kennedy, a su lado, es el senador conservador de Massachusetts".
La reforma del seguro m¨¦dico ocup¨® buena parte del debate. "El presidente ha dado la espalda al bienestar de los estadounidenses", dijo Kerry, que reiter¨® que su plan -cuyos costes no se han precisado- "va a cubrir a todo el mundo y va a ser como el de los congresistas". Bush asegur¨® que eso costar¨ªa m¨¢s de un bill¨®n de d¨®lares en dos a?os, que cada familia deber¨ªa pagar 7.700 d¨®lares y que colocar¨ªa a 20 millones de personas en planes m¨¦dicos dirigidos por la Administraci¨®n: "Tenemos una diferencia de opini¨®n fundamental: yo creo que un seguro m¨¦dico dirigido por el Gobierno llevar¨¢ a unos cuidados m¨¦dicos de peor calidad". Adem¨¢s, el presidente, sorprendido por una pregunta sobre la escasez de vacunas para la gripe, recomend¨® "a los j¨®venes y a las personas sanas" que no se vacunen para que s¨ª puedan hacerlo los que lo necesitan. El senador dijo que lo de las vacunas es culpa del Gobierno, que cinco millones de estadounidenses han perdido su seguro en los ¨²ltimos cuatro a?os y que "los ni?os est¨¢n desprotegidos". Bush le respondi¨® una vez m¨¢s diciendo que un plan "no es una letan¨ªa de quejas ni un programa que no puede pagarse".
Otro momento de discrepancia total se debi¨® al plan de Bush de privatizaci¨®n parcial de las pensiones. "Es una receta para el desastre", en opini¨®n de Kerry, a lo que el presidente contest¨® que es mucho m¨¢s peligroso no hacer nada: "El coste de decir que el actual sistema de pensiones est¨¢ bien supera con mucho al coste de intentar que el sistema siga sirviendo a nuestros hijos". En cuanto al salario m¨ªnimo [5,15 d¨®lares la hora, sin cambios desde hace siete a?os], Kerry defendi¨® una subida "que hace falta desde hace mucho y que los republicanos bloquean"; Bush esquiv¨® el asunto y volvi¨® a hablar de mejorar la educaci¨®n. Tampoco quiso entrar en el empleo: Kerry repiti¨® que este Gobierno ha perdido puestos de trabajo (821.000) y Bush se limit¨® a generalizar sobre la recuperaci¨®n de la econom¨ªa y, una vez m¨¢s, la importancia de la educaci¨®n. Y, cada vez que tuvo oportunidad, volvi¨® a los impuestos hablando directamente a la audiencia: "Ten¨¦is m¨¢s dinero en el bolsillo gracias al recorte fiscal que yo propuse y al que Kerry se opuso. Es vuestro dinero. Mi adversario dice que va a gastar el dinero p¨²blico; no, va a gastar vuestro dinero. Yo creo que la Administraci¨®n debe respaldar a los ciudadanos y ayudarles a conseguir sus sue?os, no decirles c¨®mo deben organizar sus vidas".
Los candidatos discutieron sobre inmigraci¨®n ilegal: "Yo creo que es un problema de seguridad, econ¨®mico y de derechos humanos", dijo Bush, y a?adi¨® que la seguridad en las fronteras se ha reforzado, que hay que poner en marcha programas temporales de empleo y legalizaci¨®n, pero que no es partidario de una amnist¨ªa para los 8 o 10 millones de indocumentados. Kerry le acus¨® de romper sus promesas -las que se paralizaron despu¨¦s del 11-S- y de no asegurar las fronteras, propuso atacar de frente la contrataci¨®n de ilegales y respald¨®, con otro nombre, algo parecido a una amnist¨ªa.
Bush se defendi¨® mejor en el cap¨ªtulo de los valores morales. "?Es la homosexualidad una opci¨®n?", le pregunt¨® el moderador, Bob Schieffer, de la CBS. "No lo s¨¦. (...) Pero creo en la santidad del matrimonio, que es la uni¨®n entre un hombre y una mujer". Kerry no se distanci¨®. "Todos somos hijos de Dios", dijo.
Algunos obispos dicen que ser¨ªa pecado votar por Kerry, por su posici¨®n sobre el aborto. ?l discrep¨® respetuosamente -"soy cat¨®lico, fui monaguillo", dijo, e incluso cit¨® la Biblia- y afirm¨® que el aborto es "una opci¨®n entre la mujer, Dios y el m¨¦dico", y que no permitir¨¢ que nadie modifique o suprima el respaldo constitucional del derecho al aborto, en vigor desde 1973. Bush no dijo que fuera a hacerlo, pero defendi¨® "la promoci¨®n de una cultura de la vida" y la limitaci¨®n de ciertas pr¨¢cticas abortivas. Como hombre de fe, Bush defendi¨® "el derecho en una sociedad libre de rezar cada uno como crea, tanto si es cristiano, jud¨ªo o musulm¨¢n".
El acuerdo sobre la importancia de estar rodeado de mujeres fuertes puso la nota suave que cerr¨® el debate. Bush, que hizo un canto al optimismo que impregna su visi¨®n, tuvo encendidos piropos para Laura; Kerry prefiri¨® recordar el mensaje de integridad que su madre le dej¨® al morir y fue capaz de bromear sobre su matrimonio con la multimillonaria Teresa Heinz: "Tanto el moderador como nosotros dos somos un ejemplo de personas con suerte que hicieron excelentes bodas. Alguien podr¨ªa decir incluso que quiz¨¢ yo mejor que alg¨²n otro. Lo acepto". Entre risas -ins¨®litas en el rob¨®tico Kerry, excesivas en el jovial Bush- y palmadas de las familias en el escenario acab¨® el debate. Fue la ¨²ltima ocasi¨®n para los abrazos. Hasta el 2 de noviembre ya s¨®lo queda espacio para las cuchilladas.
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