El textil se enfrenta a su 'big bang'
El pr¨®ximo 1 de enero se eliminan las cuotas a la importaci¨®n y se liberaliza el comercio
Ya no hay marcha atr¨¢s. En una semana -a partir del 1 de enero de 2005- saltar¨¢ por los aires el marco proteccionista que ha gobernado el comercio mundial del textil y la confecci¨®n en los ¨²ltimos 35 a?os: las cuotas para limitar las importaciones. Espa?a, donde el sector emplea a 243.000 personas a trav¨¦s de 6.800 empresas, no ser¨¢ ajena a esta convulsi¨®n.
Las predicciones elaboradas por el sector no son demasiado halag¨¹e?as: en el mejor de los casos acarrear¨¢ la destrucci¨®n de 72.000 empleos hasta 2010.
Los princpales perjudicados son pa¨ªses como Bangladesh o Tailandia. Con todo, Espa?a ha perdido 800 empresas y 35.000 empleos
En s¨®lo dos a?os, China ha multiplicado por cuatro sus exportaciones de 'anoraks' a la UE y ha reducido los precios a una tercera parte
Sin embargo, el proceso liberalizador no es nuevo. Forma parte de los acuerdos alcanzados en 1994 durante las negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT (hoy OMC), en que se estableci¨® un calendario de 10 a?os para liberalizar progresivamente el comercio de productos textiles y de ropa mediante la eliminaci¨®n de las restricciones cuantitativas o cuotas a la importaci¨®n -que no aranceles-, desde los pa¨ªses emergentes hacia los industrializados.
El 1 de enero de 1995 ya se liberaliz¨® el 16% del comercio. Pero afect¨® a productos que ya no estaban sujetos a ninguna limitaci¨®n. En 1998, se abri¨® otro 17%: entre otros, pa?uelos, cintas, medias y trajes de ba?o. Y el 1 de enero de 2002 se levantaron las restricciones a guantes, parcas y anoraks, panas, ropa para beb¨¦ y ch¨¢ndales. En total, el 51% del comercio.
El pr¨®ximo 1 de enero se liberalizar¨¢ el 49% que falta. Desde cualquier hilado y tejido a ropa para el hogar. Desde ropa interior y camisas, a polos, jers¨¦is y pantalones. Todo. De nada han servido las s¨²plicas a la OMC que hace unos meses estamparon en la declaraci¨®n de Estambul casi un centenar de organizaciones del sector de 50 pa¨ªses de todo el mundo (entre ellos Estados Unidos, Espa?a, M¨¦xico y Turqu¨ªa) pidiendo una pr¨®rroga de tres a?os, hasta el 1 de enero de 2008.
?De d¨®nde proceden los temblores de los pa¨ªses industrializados? Pues, precisamente, del precedente sentado por la liberalizaci¨®n de 2002. "Hasta esa fecha quedaban por liberalizar los productos de mayor impacto", recuerda el empresario Juan Canals, presidente de Pulligan y de la Agrupaci¨®n Espa?ola del G¨¦nero de Punto. Con un elemento distorsionador a?adido: la entrada en escena de China tras su ingreso en la OMC.
El 'shock' amarillo
En s¨®lo dos a?os el gigante asi¨¢tico se ha convertido en el aut¨¦ntico sastre del planeta, aunque India no le ha ido a la zaga. Para muestra un bot¨®n: en 2001, ¨²ltimo a?o en que tuvo contingentes la categor¨ªa 21, que comprende parcas y anoraks, China export¨® a la Uni¨®n Europea 19 millones de prendas. En 2003, casi 199 millones. Sin cuotas, las importaciones de China se han multiplicado por cuatro y su participaci¨®n ha pasado del 14,5% al 72%. El shock no ha sido ajeno a los precios, que se han reducido una tercera parte (ve¨¢se gr¨¢fico). En Estados Unidos ha ocurrido tres cuartos de los mismo.
?Se ha traducio eso en una reducci¨®n de los precios de venta al p¨²blico? Salvador Maluquer, responsable del ¨¢rea internacional del Consejo Intertextil, la patronal espa?ola, y asesor de la Comisi¨®n Europea en las negociaciones del proceso de liberalizaci¨®n durante los ¨²ltimos 20 a?os expresa sus dudas: "No hay ning¨²n estudio que lo demuestre, la industria cree que ha contribuido a mejorar los m¨¢rgenes de la distribuci¨®n".
Donde s¨ª ha tenido un impacto avasallador ha sido en el tejido industrial y social de Espa?a. En el periodo 2002-2004, han desaparecido casi 800 empresas y se han destruido alrededor de 35.000 puestos de trabajo.
Se puede establecer un paralelismo con el sector del autom¨®vil. El impacto no se ha producido tanto porque China haya quitado a Espa?a la fabricaci¨®n de anoraks (que es nula), sino porque ha arrastrado su industria de componentes: las materias (telas, hilos) que se precisan para armarlos. Algunas empresas espa?olas han reaccionado ubicando f¨¢bricas en el pa¨ªs asi¨¢tico, como Dogi o Ponsa.
Con todo, Maluquer no culpa al gigante asi¨¢tico de lo sucedido: "China no se hace sola, la hemos hecho nosotros, con la apuesta de los distribuidores europeos y norteamericanos [H&M, Marks & Spencer, Gap, Inditex, Mango] por fabricar all¨ª". Los m¨¢s perjudicados por el envite son los pa¨ªses emergentes, como Bangladesh, Tailandia, o Filipinas, seg¨²n la OMC.
?Reaccionar¨¢n las autoridades occidentales? El plan del textil del Gobierno espa?ol a favor de la calidad ha sido bien recibido, aunque "no aporta nada nuevo", seg¨²n el sector. Estados Unidos, donde China ya tiene el 72% de la cuota de las importaciones de productos liberalizados, usar¨¢ una cl¨¢ususla de salvaguarda prevista por la OMC y aplicar¨¢ restricciones a la importaci¨®n de ropa china. Europa ha optado, de momento, por exigir licencias a los importadores con el prop¨®sito de monitorizar el proceso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.