Necesitamos una propuesta para la convivencia
Despu¨¦s de que el pasado d¨ªa 30 de diciembre fuese aprobada la iniciativa denominada plan Ibarretxe, se hace m¨¢s necesario que nunca abordar una propuesta elaborada desde la serenidad, desde la tranquilidad y desde la raz¨®n que sume a la sociedad vasca en su conjunto en un proyecto que todos podamos compartir. Es por eso que la propuesta de reforma de Estatuto que ha presentado el socialismo vasco cobra una gran relevancia en estos d¨ªas, ya que est¨¢ pensada para la convivencia de todos los ciudadanos vascos en paz.
Una sociedad, cualquier sociedad que a lo largo de la historia de la humanidad se haya organizado en cualquier lugar del mundo, se basa en unas normas que, si esa sociedad es democr¨¢tica, tienen como sustento la voluntad de sus integrantes. La Espa?a Auton¨®mica y la sociedad vasca son democr¨¢ticas porque detr¨¢s de la Constituci¨®n y detr¨¢s del Estatuto est¨¢ la voluntad de los ciudadanos. De una mayor¨ªa suficiente de los ciudadanos. Pero de una mayor¨ªa que no impone sus dictados a quienes en un determinado momento hist¨®rico est¨¢n en minor¨ªa, sino que les invita a integrarse en la vida com¨²n. Esa es la virtud del Estatuto de Gernika frente al plan Ibarretxe: el primero permite la convivencia cualquiera que sea el resultado electoral coyuntural, mientras que el segundo se basa en una identidad colectiva que excluye a quienes no responden a la definici¨®n del "ser vasco" inventada por determinados nacionalistas.
Representamos un proyecto capaz de lograr un consenso con las dem¨¢s fuerzas vascas
Los l¨ªmites son pocos, pero esenciales. Que los cambios respeten la Constituci¨®n
Frente a aventuras arriesgadas, una propuesta para unir, no para separar ni dividir
Nuestra propuesta de Actualizaci¨®n y Reforma del Estatuto de Autonom¨ªa es una propuesta de cambio y esa capacidad de cambio de nuestras leyes fundamentales demuestra precisamente que est¨¢n vivas. Pero lo que hoy planteamos a la sociedad es tambi¨¦n fruto de la firme coherencia demostrada por los socialistas vascos a lo largo de nuestra historia.
Seguiremos defendiendo la Constituci¨®n como marco de convivencia de todos los espa?oles y seguiremos defendiendo el Estatuto de Gernika, que permite un nivel de autogobierno de los m¨¢s avanzados del mundo y potencia nuestro desarrollo econ¨®mico y social de manera muy considerable. Hemos sido y seguiremos siendo coherentes. Y tambi¨¦n flexibles. Y por eso nunca hemos defendido el Estatuto como un texto inalterable. El paso del tiempo hace necesaria su adaptaci¨®n a la sociedad actual, pero eso no supone admitir la inutilidad del Estatuto de Gernika, como pretenden los nacionalistas. Ser¨ªa injusto. Ser¨ªa una mentira. Porque Euskadi es hoy lo que es gracias al Estatuto.
Hoy el sistema auton¨®mico est¨¢ consolidado en el conjunto de Espa?a y el Gobierno espa?ol quiere que las cuestiones auton¨®micas, todas, sean tratadas sin crispaci¨®n, sin recelos, de forma abierta y democr¨¢tica, escuch¨¢ndonos unos a otros, aceptando lo que de razonable haya en la postura de cada uno. Cambiando lo que haya que cambiar para mejorar lo que no funcione o sea insuficiente con unos l¨ªmites, pocos, pero esenciales: que los cambios sean fruto de un gran consenso y respeten las reglas de juego y el marco com¨²n de todos, la Constituci¨®n.
Los socialistas vascos queremos incorporarnos a ese proceso, ofrecer una relaci¨®n con el Estado m¨¢s fluida y eficaz y potenciar nuestra participaci¨®n en las pol¨ªticas y en las instituciones de la Uni¨®n Europea. Representamos un proyecto con capacidad para ofrecer una propuesta y alcanzar un consenso con las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas vascas sobre el desarrollo del autogobierno y la reforma del estatuto. Esa es nuestra responsabilidad y nuestra obligaci¨®n. Y podemos garantizar las mejores condiciones para una interlocuci¨®n y negociaci¨®n con el Gobierno espa?ol y las instituciones estatales que posibilite el necesario acuerdo con ellas.
Tampoco podemos ignorar el proceso puesto en marcha en esta misma direcci¨®n en las otras Comunidades Aut¨®nomas que conocemos como hist¨®ricas. En muchos aspectos debemos sintonizar nuestras propuestas con las que nuestro partido defienda en esas comunidades, en la responsabilidad com¨²n de hacer evolucionar el Estado de las Autonom¨ªas en una determinada direcci¨®n, explicando, m¨¢s all¨¢ de nominalismos, nuestra realidad hist¨®rica, cultural y social exige que nos definamos de forma acorde con ella. Nadie puede poner en duda nuestra lealtad al marco jur¨ªdico que tenemos.
Una propuesta sin complejos donde poder abordar la gesti¨®n de la seguridad social sin romper la caja ¨²nica -s¨ªmbolo de solidez y cohesi¨®n-, y las pol¨ªticas de empleo, tan importantes para nuestra sociedad, de forma pr¨¢ctica y operativa. Es una cuesti¨®n de gran complejidad y complicaci¨®n y por ello exige soluciones pr¨¢cticas.
Hemos aprendido que, durante muchos a?os, las posturas de principios indiscutibles de unos y otros han impedido el traspaso. Nosotros siempre hemos sostenido la necesidad de soluciones pragm¨¢ticas y nos reafirmamos en ello. Creo que en el documento de la propuesta de las bases en este punto permite abordar la cuesti¨®n con garant¨ªas de ¨¦xito. Y tambi¨¦n en otras materias como investigaci¨®n o los grandes servicios estatales como aeropuertos y puertos. El ejercicio de las competencias respectivas por el Estado y las Comunidades Aut¨®nomas ha sido con demasiada frecuencia motivo de conflictos pol¨ªticos y constitucionales. Debemos ofrecer al Estado, en base a la experiencia y los a?os transcurridos, un marco de ejercicio de las competencias m¨¢s claro, racional y pac¨ªfico.
Las leyes b¨¢sicas, la ordenaci¨®n de la econom¨ªa, y otros t¨ªtulos han sido utilizados a veces de tal forma que han recortado de hecho las competencias de las Comunidades Aut¨®nomas, generando demasiados conflictos. El Estado debe reflexionar sobre este hecho y debemos ofrecerle f¨®rmulas, en base a la lealtad, para mejorar el funcionamiento del conjunto del Estado de forma m¨¢s eficaz y acorde a la realidad auton¨®mica. El Gobierno estatal ha dado recientemente pasos importantes en la presencia de las Comunidades Aut¨®nomas en las instituciones europeas, y tenemos que seguir avanzando en esa direcci¨®n. Hoy, el acuerdo sobre la representaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas en Europa se ha hecho desde el acuerdo. Hace un a?o, esto hubiera sido impensable.
La celebraci¨®n por primera vez de la Conferencia de Presidentes, y su continuidad, ha sido un paso de gran importancia que hay que resaltar. Como la anunciada reforma del Senado para convertirla realmente en C¨¢mara Territorial, en lugar de encuentro y participaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas en las pol¨ªticas generales, en lo com¨²n. La reforma del Senado compactar¨¢ m¨¢s Espa?a, no la dividir¨¢ como algunos temen.
Este conjunto de iniciativas y propuestas suponen la apertura de una nueva etapa en la pol¨ªtica auton¨®mica de nuestro Estado a la que debemos incorporarnos, y a la que nos incorporamos con estas bases. Para perder sabemos lo que tenemos que hacer. Si se quiere ser alternativa a 25 a?os de nacionalismo, las propuestas tienen que ser cre¨ªbles, reales, posibles y, sobre todo, leales con el marco constitucional. Frente a aventuras arriesgadas, de resultados inciertos y de peligrosos inmovilismos, una propuesta para unir, no para separar ni dividir. Una propuesta donde quepamos todos. Una propuesta con voluntad de gestionar la convivencia en esta Comunidad. Una propuesta para hacer posible el cambio pol¨ªtico dentro del marco constitucional. Una propuesta que vamos a debatir en el socialismo vasco, y su resultado ser¨¢ lo que traslademos a la sociedad vasca de cara a las pr¨®ximas elecciones. Este es nuestro reto.
Javier Rojo es presidente del Senado.
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