La voz de las personas
?Qu¨¦ informaci¨®n consume habitualmente? En las empresas, los directivos suelen leer un peri¨®dico o dos, a veces uno internacional, o econ¨®mico, tal vez uno deportivo mientras toman caf¨¦, adem¨¢s de noticias en televisi¨®n y radio. Posiblemente accedan a un clipping corporativo, que selecciona las noticias de prensa en las que mencionan a su empresa o a su competencia... Con tantas fuentes podr¨ªamos considerarnos bien informados, ?no? Pero ?y si no fuera as¨ª? ?Y si nos estuvi¨¦semos perdiendo una parte muy relevante de la informaci¨®n?
Los blogs, abreviatura de weblogs, cuadernos de navegaci¨®n o de bit¨¢cora, son en su definici¨®n un concepto sencillo: se trata de p¨¢ginas de autor¨ªa personal o colectiva, con entradas o posts situadas en orden cronol¨®gico inverso, y, generalmente, provistos de sistemas para que los lectores puedan a?adir comentarios. Las herramientas para publicar un blog, como Blogger, Typepad, Wordpress y otras, son sumamente sencillas en su manejo: cualquiera, sin conocimientos de programaci¨®n, puede construirlos. Los blogs suelen incluir adem¨¢s abundantes referencias a otras p¨¢ginas que permiten ampliar informaci¨®n o acceder a temas relacionados, y otros elementos, como los llamados blogrolls, o listas de enlaces a fuentes de informaci¨®n del autor o autores; o el trackback, que permite saber que otras p¨¢ginas han referenciado una entrada espec¨ªfica.
"Las bit¨¢coras disminuyen el coste de producci¨®n de contenidos, que dan la vuelta al mundo en segundos"
Pero ?qu¨¦ hace a los blogs tan importantes como para ser nombrados palabra del a?o por los fabricantes de diccionarios? ?O para ser definidos como la mayor fuente de influencia en las pasadas elecciones de EE UU? ?Qu¨¦ hace que peri¨®dicos de toda la vida monitoricen a estos autores generalmente desconocidos?
Los blogs suponen un cambio de las reglas del juego. Hasta ahora, los medios de comunicaci¨®n se defin¨ªan mediante una asimetr¨ªa conceptual: son importantes porque no todo el mundo puede escribir en ellos, y porque son le¨ªdos por mucha gente. Cuanto m¨¢s exclusivos en su autor¨ªa y m¨¢s p¨²blico los lea, mejor. Los blogs son pr¨¢cticamente el fen¨®meno opuesto: cualquiera puede escribir uno, poner en ¨¦l lo que buenamente quiera, y ser le¨ªdo por muchas personas que, adem¨¢s, lo encuentran f¨¢cilmente. Su estructura, abundante en hiperv¨ªnculos, y su constante actualizaci¨®n, hacen que sean bien tratados por los motores de b¨²squeda, convirti¨¦ndolos en un contenido al que es sencillo acceder. Encuentre uno que le interesa y a trav¨¦s de ¨¦l encontrar¨¢ seguramente muchos m¨¢s.
Acad¨¦micamente, los cambios son tres: en primer lugar, disminuye dr¨¢sticamente el coste de producci¨®n de contenidos. En segundo, esos contenidos pueden dar la vuelta al mundo en cuesti¨®n de segundos. Y, en tercero, la disminuci¨®n de los costes de b¨²squeda hace que sean localizables por cualquiera.
?El resultado? Internet ha dado voz a las personas. A todas las personas. Y ¨¦stas se han dado a la tarea de hablar con un entusiasmo nunca visto, hasta el punto de convertir al 2004 en el a?o del blog. Desde algo menos de medio mill¨®n de bit¨¢coras a principios de 1993, hasta m¨¢s de seis millones censadas por Technorati, la herramienta m¨¢s especializada en el seguimiento de lo que se ha dado en llamar la blogosfera Blogs que hablan de absolutamente cualquier tema imaginable: desde diarios personales en los que alguien comparte su m¨¢s o menos entretenida vida diaria con el mundo, hasta p¨¢ginas de opini¨®n de gran valor, periodistas que escriben al margen de l¨ªneas editoriales, pol¨ªticos, m¨¦dicos, cient¨ªficos, analistas... y, por supuesto, personas que tienen que ver con usted y con su empresa: sus trabajadores, sus clientes, sus cr¨ªticos, su competencia. Escuchar y monitorizar la blogosfera se ha convertido en una aut¨¦ntica necesidad. El poder de los blogs ha llevado a peri¨®dicos a rectificar y a presentadores hist¨®ricos, como Dan Rather, a dimitir. Las personas, por fin, tienen ya una voz propia. ?Se va a quedar sin escucharlas?
Enrique Dans es profesor del Instituto de Empresa. http://www.enriquedans.com
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