Papas en Bogot¨¢

Se describe a s¨ª mismo como el hombre tranquilo, y tal es su talante cuando pone tierra de por medio. El ¨²ltimo premio Nadal, gracias a su novela Un encargo dif¨ªcil (Destino), considera a Colombia su pa¨ªs fetiche. Veamos por qu¨¦.

H¨¢bleme de Colombia.

Me invitaron a un congreso de escritores y llev¨¦ todos los prejuicios imaginables. Luego ves que se trata de un pa¨ªs vital, con una capital viva y desordenada y una gente maravillosa que habla un castellano perfecto.

?Hizo amigos all¨¢?

Desde luego. Daniel Jaramillo y Margarita Valencia, que son escritores. Precisamente ella nos invit¨® a su casa en la sabana, al norte de Bogot¨¢. Pasamos un d¨ªa maravilloso; comimos patatas, que, junto a las de Tenerife, son las mejores que he probado en mi vida. Inolvidable. Un a?o despu¨¦s regres¨¦ con mi mujer y Margarita me dijo que no hab¨ªa podido regresar a esa casa porque la hab¨ªa ocupado la guerrilla. Est¨¢n hart¨ªsimos de la situaci¨®n pol¨ªtica.

Suponiendo que viajara con usted, ?ad¨®nde me llevar¨ªa?

Iremos paseando por el barrio de la Candelaria, el casco antiguo de la capital. All¨ª hay una larga avenida con puestos en la calle, un mercadillo de trastos, que los domingos cierran.

?Y a Cartagena de Indias?

Desde luego, es un lugar ¨²nico que adem¨¢s ha sido restaurado ¨²ltimamente. Ver¨¢ que cuando sube a la monta?a se ve abajo la bah¨ªa de Cartagena, pero si miras atr¨¢s est¨¢ la "ciudad triste", un lugar de nombre tan bello como desolador, una enorme extensi¨®n de barracas que te devuelven a la realidad.