El tipo m¨¢ximo del IRPF bajar¨¢ del 45% al 42%, con un coste de 2.000 millones
La reforma fiscal sacrificar¨¢ los planes de pensiones y cambiar¨¢ las deducciones por hijos
La reforma del IRPF que ultima Hacienda rebajar¨¢ tres puntos (del 45% al 42%) el tipo m¨¢ximo de la tarifa y algo menos el m¨ªnimo (ahora en el 15%) y establecer¨¢ tres o cuatro tramos (ahora son cinco). El coste se calcula en 2.000 millones de euros. Aunque el modelo a¨²n no est¨¢ cerrado, la deducci¨®n por planes de pensiones ser¨¢ m¨¢s baja y la de vivienda se limitar¨¢ al 15%, pero se favorecer¨¢ m¨¢s a las rentas bajas en los beneficios fiscales por hijos. En cuanto a las plusval¨ªas, se mantiene el tipo ¨²nico, aunque m¨¢s alto que el actual (15%) si finalmente se incluyen todos los rendimientos del ahorro con un m¨ªnimo exento.
El vicepresidente y ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Pedro Solbes, presentar¨¢ antes de fin de mes las principales l¨ªneas de su reforma fiscal. Se trata de unos cambios "suaves" que se discutir¨¢n y aprobar¨¢n a lo largo del a?o para comenzar a aplicarlos en 2006 y en la declaraci¨®n que se presente a mediados de 2007.
Los cambios incluir¨¢n una rebaja en la tarifa del impuesto, principalmente en el tipo m¨¢ximo, del 45% actual a un 42% o incluso 41%. Tambi¨¦n se reducir¨¢ el m¨ªnimo, actualmente en el 15%, aunque en un porcentaje menor. Adem¨¢s del tipo, se reducir¨¢ el n¨²mero de tramos hasta tres o cuatro, desde los cinco actuales.
Hacienda no es partidaria de una gran revoluci¨®n en el impuesto, sino que optar¨¢ por cambios suaves con un coste recaudatorio moderado, en torno a los 2.000 millones de euros. Esta cantidad representa menos del 0,5% de lo que se ingresa anualmente por IRPF (47.700 millones en 2004)
El ahorro para los contribuyentes se alejar¨¢ bastante de las dos reformas fiscales puestas en marcha por el anterior Gobierno del Partido Popular: la que entr¨® en vigor en 1999 tuvo un coste de casi 5.000 millones y la segunda, introducida en 2003, supuso una p¨¦rdida de ingresos de 3.800 millones.
Y es que las rebajas en la tarifa quedar¨¢n en parte mitigadas por los cambios en las deducciones, principalmente en fondos de pensiones. Ser¨¢ ah¨ª donde se produzca la reforma m¨¢s profunda. El secretario de Estado de Hacienda, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, se ha manifestado en varias ocasiones partidario de reducir los incentivos fiscales de esos productos. Su argumento, basado en el que sostiene la OCDE, que aglutina a las 30 econom¨ªas m¨¢s ricas del mundo, es que no logran el fin para el que fueron creados, fomentar el ahorro a largo plazo, y benefician principalmente a las rentas m¨¢s altas.
La idea consiste en reducir parte de los beneficios fiscales que existen por invertir en planes de pensiones. Actualmente un contribuyente puede obtener deducciones en la base imponible por una aportaci¨®n m¨¢xima de 8.000 euros anuales a este tipo de producto. A ese l¨ªmite de 8.000 euros se le pueden a?adir 1.250 anuales si el contribuyente es mayor de 52 a?os, hasta los 65 y con un l¨ªmite de 24.250 euros. Tambi¨¦n el c¨®nyuge puede hacer las mismas aportaciones al plan, por lo que las deducciones en rentas altas pueden superar los 40.000 euros por familia.
A fin de reducir estos beneficios, que disfrutan principalmente las rentas m¨¢s altas, Hacienda se plantea eliminar, por ejemplo, la cuantiosa bonificaci¨®n (descuento del 40%) que recibe quien decide cobrar toda la aportaci¨®n al plan en un solo pago en lugar de percibirlo como renta vitalicia. El objetivo es primar fiscalmente el cobro como renta vitalicia.
En vivienda, sin embargo, el ministerio mantendr¨¢ esencialmente las deducciones ahora vigentes. La compra de vivienda est¨¢ bonificada con un 15% de las cantidades destinadas a ese fin, con una aportaci¨®n m¨¢xima anual de 9.015 euros. Pero ese porcentaje del 15% se ve incrementado al 20% cuando la compra se realiza con financiaci¨®n (es decir, en la mayor¨ªa de los casos) e incluso al 25% en los dos primeros a?os. Hacienda se plantea eliminar esos dos porcentajes y simplificar la deducci¨®n limit¨¢ndola al 15% en todos los casos.
La principal novedad en vivienda reside en el alquiler. Los encargados de elaborar la reforma estudian introducir tambi¨¦n una deducci¨®n para el inquilino, que de momento no goza de ning¨²n incentivo para alquilar, al margen de algunas medidas establecidas por las comunidades aut¨®nomas. Las ventajas en la legislaci¨®n estatal se circunscriben, de momento, al propietario, que puede dejar sin tributar hasta el 90% de la renta percibida por el alquiler.
Otro de los cambios afectar¨¢ a la deducci¨®n por hijo (actualmente, 1.400 euros para el primer hijo y m¨¢s para los sucesivos). La deducci¨®n se aplica ahora en la base (antes de aplicar la tarifa) y, por tanto, beneficia m¨¢s a quien m¨¢s renta tiene. La soluci¨®n a este problema consistir¨¢ en pasar la deducci¨®n a la cuota, aunque no se descartan otras opciones.
Debate sobre plusval¨ªas
Una de las cuestiones que m¨¢s debate est¨¢ generando dentro del Ministerio de Hacienda es la reforma de las plusval¨ªas. Aunque el programa electoral socialista incluye un equilibrio entre la fiscalidad del ahorro (ahora tributa a un tipo ¨²nico del 15%) y la del trabajo (hasta un 45%), el vicepresidente Solbes es reacio a introducir cambios con el argumento de que, en un entorno europeo donde hay pa¨ªses que gravan menos las plusval¨ªas, existe riesgo de fuga de capitales.
Para intentar favorecer a las rentas m¨¢s bajas sin elevar en exceso la tributaci¨®n general, se estudia fijar un m¨ªnimo exento para el ahorro y subir el tipo a una horquilla entre el 18% y el 20%. De esta forma, los capitales m¨¢s reducidos no pagar¨ªan nada. Como complemento se incluir¨ªan todos los rendimientos del ahorro (desde los intereses por cuentas corrientes hasta los seguros, adem¨¢s de las acciones), de manera que se simplificase el complejo sistema actual.
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