Blair cobra impulso en v¨ªsperas de la votaci¨®n
El primer ministro vuelve a ser el l¨ªder m¨¢s valorado a pesar de la decepci¨®n por la guerra de Irak
![Berna Gonz¨¢lez Harbour](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F942b1f0e-a7f9-4a2b-99b6-705b5e46ffdb.png?auth=5ba0bda8c72b811d831013b2f1f3afd294d96182af6bed7ebf2f75c54334327f&width=100&height=100&smart=true)
Faltan s¨®lo 24 horas para que se abran los colegios electorales, y Tony Blair vuelve a recuperar el carisma, la energ¨ªa y el brillo que le llev¨® al poder en 1997. Ha sido una campa?a especialmente dura para ¨¦l, con golpes constantes en unas encuestas que reflejaban que si hab¨ªa una tendencia de victoria para el Partido Laborista era, parad¨®jicamente, a pesar de ¨¦l. Por ejemplo: s¨®lo el 32% conf¨ªa en Blair, frente al 50% de los electores que conf¨ªa en su ministro Gordon Brown; el 62% cree que minti¨® sobre la guerra de Irak; y aunque el 39% de los electores dar¨¢ ma?ana la victoria al Partido Laborista, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, la mayor¨ªa (49%) cree que ¨¦l resta m¨¢s de lo que aporta a su partido (41%).
"Lo que est¨¢ en juego es qui¨¦n va a gobernar nuestras escuelas y hospitales", dice Blair
Los conservadores han intentado conectar con una opini¨®n p¨²blica harta de inmigrantes
Malos datos para un l¨ªder al que, se dice pronto, los sondeos otorgan ma?ana la tercera victoria consecutiva de los laboristas, un hito en la historia brit¨¢nica; alguien que ha arreglado las cuentas del pa¨ªs y que est¨¢ transformando los servicios p¨²blicos tan deteriorados que hered¨® de 18 a?os de dominio conservador.
Tal vez por esa raz¨®n, y ante la ¨²nica certidumbre de que su m¨¢ximo oponente, Michael Howard, es a¨²n m¨¢s impopular que ¨¦l, Tony Blair ha saltado al ruedo, ha multiplicado sus comparecencias en p¨²blico, barre el mapa brit¨¢nico cada d¨ªa a golpe de helic¨®ptero y est¨¢ recuperando a pasos de gigante el pulso que un d¨ªa hizo vibrar al pa¨ªs.
El primer ministro est¨¢ en plena forma. Y seg¨²n una encuesta de ayer en el diario brit¨¢nico Financial Times, Tony Blair, que el viernes cumplir¨¢ 52 a?os, se ha revelado como el l¨ªder que mejor se est¨¢ empleando en la campa?a.
As¨ª lo demostr¨® ayer en Colne Valley, una de esas circunscripciones re?idas donde los laboristas pueden perder ma?ana su ansiada mayor¨ªa. Antiguo feudo laborista de Yorkshire, regi¨®n de grandes ra¨ªces en la industria textil, hoy su poblaci¨®n ha ido cambiando a medida que se cerraban las f¨¢bricas y que una clase media vinculada a las grandes ciudades cercanas se iba instalando en las antiguas granjas de ovejas o en las viejas hilander¨ªas de lana local. Y es aqu¨ª, en estas clases medias m¨¢s intelectuales, en donde la guerra de Irak puede causar el mayor impacto a la hora de votar. Aqu¨ª es donde Blair aterriz¨® anoche, dispuesto a inclinar la balanza hacia su propia p¨¢gina en la historia.
Con camisa blanca y corbata granate, el micr¨®fono inal¨¢mbrico al cuello para dar rienda suelta a toda su soltura, el primer ministro hizo su entrada en medio del furor de militantes y vecinos de un Huddersfield entregado. Robin Gibb, el hist¨®rico miembro del grupo musical los Bee Gees, hizo la presentaci¨®n. "Estoy encantado y orgulloso de presentaros al futuro primer ministro de Gran Breta?a". Y ah¨ª entr¨® Blair: "?Dios m¨ªo, aqu¨ª est¨¢ uno de mis h¨¦roes, Robin Gibb, y es maravilloso. Yo tambi¨¦n toqu¨¦ en una banda de m¨²sica de joven, pero mejor me lo callar¨¦". El primer ministro aplaude al cantante y comienza a arrebatar a todos con su discurso. "Ya sab¨¦is lo que est¨¢ en juego en esta elecci¨®n. Lo que est¨¢ en juego es qui¨¦n va a gobernar nuestras escuelas, nuestros hospitales, nuestras hipotecas y la vivienda", dice el primer ministro, mientras se mueve bajo los focos en un escenario cargado de rojo, el color de los laboristas. "Y no quiero ver a este pa¨ªs volviendo al a?o 1997, no quiero ver a este pa¨ªs volviendo atr¨¢s. S¨®lo hacia delante".
Frente a los d¨ªas anteriores, en que los laboristas han centrado su discurso en un ataque directo a los liberal-dem¨®cratas, Blair pone su diana en los conservadores y apunta bien. El ¨¦xito es seguro. Los tories han elegido como uno de los lemas m¨¢s contestados esta pregunta: "?Est¨¢is pensando lo que estamos pensando?". Con ello han intentado sintonizar con una opini¨®n p¨²blica harta de inmigrantes, y por ello su consigna electoral ha sido muy criticada en estos d¨ªas, por una xenofobia impl¨ªcita que aqu¨ª es tab¨². Pero Blair agarra el ejemplo y lo utiliza para golpearles de frente: "Los tories han prometido bajar los impuestos y mantener el gasto... ?Est¨¢is recordando lo que yo estoy recordando?". Y se lanza al ataque: "Tres millones de desempleados, hospitales abandonados, escuelas destrozadas" mientras su p¨²blico le aplaude a rabiar. "Y cuando vieron que ya no pod¨ªan ganarme en el terreno de la econom¨ªa, empezaron con el tema de la inmigraci¨®n. Pero os dir¨¦ una cosa: pueden atacarme por lo que quieran, pero lo ¨²nico que no quiero que ataquen es nuestro nivel de vida". "Dejad que vuelvan los tories y esos colegios que est¨¢n educando a nuestros hijos no tendr¨¢n m¨¢s fondos para seguir ah¨ª". Fuera de la Universidad de Huddersfield, donde se celebra el mitin, unos 20 estudiantes enarbolan pancartas contra la guerra en Irak. Pero incluso en este asunto Blair est¨¢ logrando sacar la cabeza.
En la noche del lunes, el primer ministro fue capaz de arrancar los aplausos entregados de un p¨²blico que minutos antes le pulverizaba a preguntas sobre Irak. Ocurri¨® en la cadena ITV, donde decenas de personas le somet¨ªan a un escrutinio agresivo jam¨¢s visto en una campa?a en Espa?a. ?Por qu¨¦ no dio otra oportunidad a los inspectores de la ONU? ?Por qu¨¦ decidi¨® de antemano la guerra sin tener suficiente informaci¨®n? ?Por qu¨¦ tenemos que confiar ahora en usted?
Blair intentaba defenderse del acoso sin gran ¨¦xito -cansado, acorralado- hasta que reconoci¨®: "Mirad, ya he renunciado a convenceros sobre la guerra de Irak. Y s¨®lo quiero que est¨¦is convencidos de que actu¨¦ con honestidad, haciendo lo que como primer ministro consider¨¦ m¨¢s conveniente para Gran Breta?a".
En el bolsillo. Todos en el bolsillo de Blair.
![Tony Blair (a la derecha) y su ministro de Finanzas, Gordon Brown, se dirigen al p¨²blico durante un acto electoral celebrado ayer en Gloucester.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NTFTWQTTJ7SZ27G4NRROZW4XDQ.jpg?auth=4a797216c9f30ea6ccb94e94756f2a18655bfcb04aa66f2f590db8f0d06a7d05&width=414)
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