10.000 personas siguen en Nueva Orleans mientras se inicia el rescate de cad¨¢veres
Bush promete ayudas econ¨®micas y declara el estado de emergencia en Tejas y otros Estados
Casi 5.000 soldados garantizan el orden en la ciudad fantasma de Nueva Orleans, en la que a¨²n hay unas 10.000 personas que no han sido evacuadas o se niegan a salir. Otras regresaron anoche a los alrededores a comprobar el estado de sus viviendas. Mientras, se intensifica la macabra tarea de recoger a los muertos en las casas y las calles. Las autoridades ultiman la puesta a punto de un centro de identificaci¨®n capaz de albergar 2.000 cuerpos. El presidente George W. Bush, de nuevo en la zona, prometi¨® ayer hacer "lo que sea necesario" para ayudar a los damnificados.
El n¨²mero de muertos se mantiene en cifras que las propias autoridades consideran rid¨ªculamente peque?as, en torno a las 300 personas. Tanto el responsable de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, como el secretario de Salud, Michael Levitt, dieron por descontado que los muertos se contar¨¢n por millares. En Nueva Orleans, tres equipos de 31 personas cada uno se dedican a recuperar cad¨¢veres casa por casa para llevarlos al dep¨®sito que se construye a marchas forzadas en San Gabriel, al sur de Baton Rouge, donde se tratar¨¢ de identificar los cad¨¢veres.
El presidente, que multiplica su actividad y la del Gobierno para contrarrestar el recuerdo de la lenta respuesta inicial y que a¨²n debe enfrentarse, en las pr¨®ximas semanas y meses, a las responsabilidades de los diversos factores que contribuyeron al desastre, estuvo ayer en Baton Rouge, capital de Luisiana, y en Poplarville, en Misisip¨ª. A los refugiados reunidos en un centro religioso, George W. Bush les prometi¨® toda la ayuda que haga falta y reconoci¨® que hay "mucho trabajo que hacer".
Acompa?ado de su mujer, Laura, -con unos ¨ªndices de popularidad que duplican los del presidente, en m¨ªnimos absolutos- Bush se dej¨® hacer fotos con los refugiados, abraz¨® a diestro y siniestro, se sent¨® en la cama de una mujer embarazada y firm¨® aut¨®grafos y camisetas. El presidente se felicit¨® por la "impresionante respuesta del pa¨ªs" ante la cat¨¢strofe. Posteriormente, Bush dijo a un grupo de responsables de los servicios de auxilio que la tragedia pone a prueba a los norteamericanos y que la zona "no s¨®lo sobrevivir¨¢, sino que ser¨¢ mejor y m¨¢s fuerte".
En Nueva Orleans, seg¨²n Warner Riley, n¨²mero dos de la polic¨ªa de la ciudad, "la situaci¨®n ha mejorado mucho", en el sentido de que "se ha superado el caos inicial y hay comunicaci¨®n, control y seguridad", aunque "a¨²n estamos en la fase de rescate y de imponer el orden". Riley admiti¨® su sorpresa al comprobar que "hay miles de personas que no quieren irse de sus casas", a pesar de las condiciones en las que est¨¢n. El jefe de polic¨ªa situ¨® el n¨²mero de los que a¨²n est¨¢n en Nueva Orleans "por debajo de las 10.000 personas" y dijo que su departamento tiene capacidad para imponer las evacuaciones forzosas. "Nuestro primer objetivo es sacar a todo el mundo, y el segundo es acabar con los criminales que saquearon establecimientos y hostigado a las fuerzas del orden".
En la noche del domingo, un grupo de gente armada dispar¨® contra 14 especialistas en reconstrucci¨®n de presas que iban escoltados por polic¨ªas, que respondieron al fuego y mataron a cinco de los seis francotiradores, confirm¨® ayer Riley, que dijo que hay 4.000 soldados en el centro de la ciudad. Las fuerzas locales est¨¢n agotadas y en parte desmoralizadas; el n¨²mero dos del departamento admiti¨® que entre 400 y 500 agentes, de un total de 1.641, abandonaron su puesto en los momentos m¨¢s cr¨ªticos por diferentes razones, y que al menos dos se suicidaron: uno de ellos, cuando comprob¨® que hab¨ªa perdido su casa y no pod¨ªa localizar a su familia.
Gran despliegue de tropas
En toda la zona hay ya 51.000 soldados; 13.000 tropas de combate y 38.000 efectivos de la Guardia Nacional. Gracias a ese despliegue y al descenso del agua, algunas zonas de los alrededores de la ciudad recuperaron ayer en parte la normalidad. Las autoridades permitieron a los residentes del condado de Jefferson, al oeste de Nueva Orleans, regresar a sus casas, pero con el consejo de que no bebieran agua, examinaran sus propiedades y recogieran lo necesario. El permiso iba acompa?ado de la orden de volver a sus alojamientos provisionales antes de las seis de la tarde.
Un mill¨®n de desplazados se reparten entre 20 Estados, con mucha mayor carga en los vecinos de Luisiana, Misisip¨ª y Alabama, y las donaciones de particulares se multiplican. El Gobierno ha declarado el estado de emergencia en siete de ellos, entre ellos Tejas, lo que les permitir¨¢ acceder a ayudas federales para hacer frente a la avalancha de desplazados.
Los ex presidentes Bill Clinton y George Bush padre, que ya han trabajado juntos en la coordinaci¨®n de la ayuda para las v¨ªctimas del maremoto del 26 de diciembre de 2004, anunciaron ayer en Houston la apertura de un fondo nacional al que las grandes empresas del pa¨ªs y los ciudadanos est¨¢n dirigiendo sus donaciones. "Nada de lo que hagamos podr¨¢ reparar la agon¨ªa que hemos visto", dijo Clinton.
Preguntados sobre las cr¨ªticas al Gobierno por la respuesta inicial a la crisis, Bush dijo que a ning¨²n padre le gusta que censuren a su hijo, pero que soportar esas cr¨ªticas es algo que "va incluido en el sueldo de un presidente". Clinton dijo: "Creo que debe haber un an¨¢lisis de lo ocurrido, pero el momento de hacerlo es despu¨¦s de que pase alg¨²n tiempo".
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