Los accidentes mortales de motoristas se han duplicado este verano

"Un grito de alerta". As¨ª se expres¨® ayer la consejera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, al analizar la estad¨ªstica oficial referida a los tres meses de verano que se?ala que en este tiempo fallecieron en las carreteras catalanas 31 personas que viajaban en motocicleta o ciclomotor, frente a las 15 que perdieron la vida el a?o pasado.

A modo de ejemplo, Tura explic¨® el caso de un hombre que est¨¢ debati¨¦ndose entre la vida y la muerte en un hospital de Catalu?a, con amputaci¨®n de alg¨²n miembro y traumatismos m¨²ltiples, por el accidente de tr¨¢fico sufrido cuando conduc¨ªa una motocicleta. En los seis d¨ªas anteriores al siniestro hab¨ªa sido sancionado en tres ocasiones por circular sin casco.

Tura considera que, en general, los motoristas se comportan de manera distinta a como lo hacen los conductores de veh¨ªculos de cuatro, y parece que "est¨¢n cambiando los h¨¢bitos", porque algunos de ellos ya han sido sorprendidos por los radares circulando a m¨¢s de 220 kil¨®metros por hora. De los 31 fallecidos, 22 viajaban en motocicleta y 9 en ciclomotor.

La consejera tambi¨¦n explic¨® que la cifra total de muertos en accidente de tr¨¢fico entre el 15 de junio y el 15 de septiembre fue de 122 personas, 14 m¨¢s que en el mismo periodo de 2004. Tura afirm¨® que le parece "una barbaridad", pero record¨® que es el primer aumento en seis a?os.

Tura relacion¨® el aumento de la mortalidad en la carretera con el incremento de la movilidad de la poblaci¨®n y de los turistas, y dijo que la cifra de 122 muertos en tres meses le sigue pareciendo "una barbaridad". Con todo, record¨® que en los tres meses de verano de 2003 y 2002 fueron 154 las personas fallecidas, que en ese periodo de 2001 murieron 161 y que en el a?o 2000 hubo 175, pese a que el parque automovil¨ªstico era inferior.

La cifra de 122 muertos se sit¨²a muy lejos del objetivo marcado en el a?o 2000 por la Uni¨®n Europea de reducir a la mitad en 10 a?os las v¨ªctimas en accidente de tr¨¢fico. Para que eso fuese posible, los fallecidos no deber¨ªan superar los 88.

Este verano, 26 de los 122 fallecidos eran extranjeros, pr¨¢cticamente el mismo porcentaje que el a?o pasado. La mayor¨ªa de los muertos (91) se produjeron en las v¨ªas principales, y en el 68% de los accidentes mortales hubo m¨¢s de un veh¨ªculo implicado. Por lo dem¨¢s, la estad¨ªstica oficial confirma las tendencias de los ¨²ltimos a?os: en uno de cada tres accidentes los viajeros no llevaban abrochado el cintur¨®n de seguridad y las tres causas principales de siniestralidad fueron la distracci¨®n del conductor, el exceso de velocidad y la infracci¨®n de las normas de circulaci¨®n.

Los datos sobre alcoholemia tambi¨¦n ayudan a explicar el aumento de algunas cifras, pues el porcentaje de pruebas positivas ha sido este a?o del 6%, mientras que el a?o pasado fue del 4%. Con todo, se mantiene el dato de que el 7% de los conductores implicados en la carretera dieron positivo en esa prueba.

Superficie arbolada

La consejera de Interior tambi¨¦n se refiri¨® a los incendios forestales del verano. Entre el 15 de junio y el 15 de septiembre ardieron en Catalu?a 4.825 hect¨¢reas, la mayor¨ªa de las cuales (3.128) fueron superficie arbolada. Unas 1.080 hect¨¢reas fueron superficie forestal no arbolada, y el resto, zonas agr¨ªcolas o urbanas. La superficie quemada es m¨¢s de cinco veces superior a las 953 hect¨¢reas que ardieron en el a?o 2004, un periodo excepcional e irrepetible en el que la meteorolog¨ªa fue determinante por las lluvias que cayeron en agosto. En cambio, en 2003 ardieron 10.946 hect¨¢reas y en 2002 fueron 1.361. De ah¨ª que Montserrat Tura relativizase ayer estas cifras al entender que los incendios dependen de causas muy variadas y asegurase que est¨¢ "ligeramente satisfecha", pues en los ¨²ltimos 15 a?os la media anual de superficie quemada ha sido de 10.000 hect¨¢reas.

Un dato que destac¨® la consejera es que las zonas m¨¢s afectadas por el fuego no han sido las que estaban m¨¢s secas en el mes de julio, sino los terrenos donde la sequ¨ªa era superior en el mayo. Destacan, con mucha diferencia, la comarca del Bages, donde ardieron 2.397 hect¨¢reas, y las 669 de la Ribera d'Ebre.