Gran ovaci¨®n para Ken Loach en Cannes
El cineasta brit¨¢nico presenta una excelente pel¨ªcula sobre la independencia de Irlanda
Con una ovaci¨®n casi un¨¢nime fue recibida la excelente nueva pel¨ªcula de Ken Loach, The wind that shakes the barley, que habla del conflicto de la independencia de Irlanda. Por el contrario, Palacio de verano, de Lou Ye, tambi¨¦n de corte pol¨ªtico, tuvo una acogida tibia: asombr¨® por su inesperado tratamiento de las relaciones sexuales en una pel¨ªcula china, pero tambi¨¦n por su desinter¨¦s en la manera en que cuenta los conflictos sociales habidos en su pa¨ªs. La jornada de ayer estuvo marcada en la secci¨®n oficial por el cine pol¨ªtico, coronado por una pancarta en la fachada principal del palacio del festival reclamando la liberaci¨®n de la ex candidata colombiana Ingrid Betancourt, a¨²n secuestrada.
'The wind that shakes the barley' es trepidante, intensa y en ocasiones muy dura
Fueron dos pel¨ªculas diferentes entre s¨ª, pero coincidentes en su af¨¢n de denuncia o de reflexi¨®n. En The wind that shakes the barley (literalmente, El viento que sacude la cebada), el director Ken Loach y su guionista Paul Laverty han regresado a una cr¨®nica de guerra, tras aquella discutida Tierra y libertad sobre los conflictos ideol¨®gicos de la izquierda en la contienda espa?ola de 1936. Ahora se han acercado a un problema a¨²n vivo y m¨¢s cercano para ellos: el proceso de independencia de Irlanda, o, m¨¢s exactamente, la guerra de principios de los a?os veinte, aparentemente concluida con el tratado que convirti¨® Irlanda en un Estado libre... aunque a¨²n dependiente. Muchos guerrilleros irlandeses consideraron insuficiente el acuerdo. Su objetivo final no se hab¨ªa alcanzado aunque el Ej¨¦rcito y la polic¨ªa fueran ya irlandeses. El director Neil Jordan cont¨® parte de la vida de Michael Collins, el l¨ªder art¨ªfice de la famosa negociaci¨®n anglo-irlandesa, sus dudas y contradicciones, en una pel¨ªcula de 1996. Pero a Ken Loach no le interesa el problema desde la biograf¨ªa de personajes hist¨®ricos, sino desde gentes, reales o ficticias, con carne y hueso de cine. Cuenta la historia de dos hermanos unidos en la peligrosa aventura de la guerrilla, pero contrarios entre s¨ª al decidir si la guerra deb¨ªa continuar o no, ahora contra el ej¨¦rcito propio.
La pel¨ªcula es trepidante, narrativamente intensa y en ocasiones muy dura, sobre todo cuando militares ingleses reprimen a los campesinos con una crueldad que puede hacerse insostenible para el espectador, no tanto por la crudeza de las im¨¢genes como por lo que ¨¦stas sugieren. Ken Loach rueda con sabidur¨ªa y sabe crear situaciones de ahogo sin cargar las tintas. Su trabajo es excelente, como igualmente el de los int¨¦rpretes (Cillian Murphy, P¨¢draic Delaney y Orla Fitzgerald en los principales papeles) y los responsables de fotograf¨ªa y ambientaci¨®n. Aunque la parte discursiva del filme explicando los datos del enfrentamiento pol¨ªtico rompe el ritmo de la acci¨®n, lo que quiz¨¢s sea inevitable, Loach remonta el vuelo para llegar con br¨ªo a la tragedia final, en la que tanta lucha acaba enfrentando hasta la muerte a dos hermanos.
Menos elogios merece Palacio de verano, del chino Lou Ye, aunque no haya dejado de sorprender. Los avatares sexuales de una jovencita durante las revueltas juveniles que tuvieron su m¨¢xima expresi¨®n en la matanza de Tiananmen son, desde luego, algo ins¨®lito en el cine chino. La pel¨ªcula, aunque rodada en aquel pa¨ªs, est¨¢ sostenida por coproducciones europeas, y a¨²n no ha sido vista por la censura china. Probablemente, ser¨¢ prohibida por sus escenas de sexo y sus desnudos frontales, y tambi¨¦n por las im¨¢genes de archivo sobre las protestas y el recuerdo de Tiananmen. ?se es el inter¨¦s morboso de que haya sido exhibida en Cannes, ya que, por lo dem¨¢s, poco hay que decir de una pel¨ªcula muy liosa, a veces gratuita, y casi siempre pretenciosa. Un bot¨®n de cierto cine que disimula su torpeza con facilones planos secuencia c¨¢mara en mano y elipsis inexplicables.
No se puede tener todo. Una buena pel¨ªcula al d¨ªa es una media estupenda para un festival. Sin duda, habr¨¢ otras repartidas por las distintas secciones, pero no son f¨¢ciles de ver. El festival se ha hecho tan grande que los horarios se solapan, el tiempo de las colas se eterniza y el proceso de las medidas de seguridad desalienta. Ya es sabido que un festival es el peor sitio para ver pel¨ªculas. Sobre todo cuando toca una como la china.
![Ken Loach, ayer en Cannes.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BBRWUEAKX5NOKLSP7TYZ7EPSJE.jpg?auth=7b881430a9b421a03554a22ca18e313981863db096e409f148b36804e8b0cb01&width=414)
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