Con la moral por delante

El Gobierno noruego ha decidido excluir de sus inversiones en el exterior a dos grandes multinacionales, la cadena de grandes almacenes Wal-Mart y la empresa minera Freeport McMoRan Cooper and Gold, por considerar que la primera incurre en graves violaciones de tipo laboral y la segunda provoca con sus actividades da?os irreversibles al medio ambiente.

La ministra de Finanzas, Kirstin Halvorsen, fundamenta la decisi¨®n adoptada se?alando que el Gobierno "no desea contribuir, a trav¨¦s de sus inversiones, a una grave y sistem¨¢tica violaci¨®n de los derechos humanos y laborales as¨ª como tampoco a da?os medioambientales".

El Consejo de ?tica que aconsej¨® al Ejecutivo en esta materia asegura disponer de abundante documentaci¨®n que indica que Wal-Mart, la mayor empresa del mundo en su g¨¦nero, con transacciones que el a?o pasado alcanzaron los 285.000 millones de d¨®lares, "opera sistem¨¢ticamente empleando a menores de edad, en contradicci¨®n con las reglas internacionales vigentes, y que las condiciones de trabajo de sus proveedores en diferentes pa¨ªses son peligrosas e insalubres, discrimina a las mujeres a nivel salarial y reprime cualquier intento de organizaci¨®n sindical". La descripci¨®n precedente es v¨¢lida para las actividades de la empresa tanto en Estados Unidos y Canad¨¢ como en Nicaragua, Honduras, El Salvador, en la regi¨®n centroamericana, y Lesoto, Kenia, Uganda, Bangladesh, China e Indonesia, entre otros.

Wal-Mart es acusada de emplear a menores de edad, discriminar a las mujeres a nivel salarial y reprimir los intentos de organizaci¨®n sindical

La empresa minera Freeport descarga cada d¨ªa al sistema fluvial de Indonesia y Nueva Guinea m¨¢s de 230.000 toneladas de residuos

A su vez, Freeport es una empresa minera que explota una de las mayores minas de cobre en Indonesia y en la isla de Nueva Guinea. Se ha comprobado que descarga cada d¨ªa al sistema fluvial de la regi¨®n m¨¢s de 230.000 toneladas de residuos que contienen metales pesados, cobre, cadmio y mercurio, que han ocasionado serios da?os al sistema hidrogr¨¢fico y a la selva circundante, con negativas consecuencias para los habitantes de la regi¨®n.

En ambos casos, las empresas cuestionadas fueron advertidas, con la debida anticipaci¨®n, de la preocupaci¨®n noruega, antes de adoptar la decisi¨®n final, pero Wal-Mart simplemente declin¨® contestar y Freeport neg¨® las acusaciones pero rehus¨® fundamentar su negativa. Fue entonces cuando se aconsej¨® al Banco de Noruega la venta de las acciones del Fondo de Pensiones cuyo monto alcanza los 2.000,5 millones de coronas noruegas en Wal-Mart y los 116 millones de coronas en Freepor, una decisi¨®n que ya se ha cumplido.

Para comprender esta decisi¨®n hay que tener en cuenta que, con una econom¨ªa de libre mercado que ha dejado hasta ahora al Estado el control de algunos sectores clave, como el petr¨®leo, la espectacular subida del precio del crudo en los a?os recientes ha generado al Estado noruego una enorme riqueza que ha sido administrada cautelosamente. La incertidumbre, no tanto sobre los precios del crudo, ya que parece descartado vuelvan a los tiempos de los 20 d¨®lares por barril, como sobre los plazos de vida de un recurso extinguible, impusieron la pol¨ªtica de ahorrar para preservar el futuro de una poblaci¨®n de menos de cinco millones de habitantes, con una amplia y creciente capa de jubilados, que goza de uno de los mayores niveles de vida del planeta.

Esta pol¨ªtica ha merecido cr¨ªticas internas pero al final ha sido aplicada, con matices, por Gobiernos de distinto signo. El Ejecutivo que preside Jens Stoltenberg, socialdem¨®crata, en coalici¨®n con el Partido Socialista de Izquierda y del Centro, prometi¨® "reparar" algunos desequilibrios en materia de atenci¨®n de la salud y la educaci¨®n, atribuidos al Gobierno conservador anterior. Tambi¨¦n se comprometi¨® a potenciar la imagen de Noruega como luchadora por la paz, los derechos humanos y laborales y su solidaridad con el mundo pobre.