Trichet revela que Washington espiaba datos financieros europeos desde 2002

Mientras los 10 grandes bancos centrales, incluido el Banco Central Europeo, conoc¨ªan desde 2002 el env¨ªo masivo de informaci¨®n financiera de ciudadanos europeos a EE UU, a trav¨¦s de la empresa belga Swift -la mayor mensajer¨ªa financiera del mundo-, la Comisi¨®n Europea y el Parlamento se enteraron por la prensa en junio de 2006. ?sta es una de las conclusiones que se desprenden de la audiencia p¨²blica que ayer reuni¨® en el Parlamento Europeo al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, a directivos de Swift, legisladores belgas y europarlamentarios.

La sesi¨®n fue convocada para conocer m¨¢s detalles sobre el traspaso de informaci¨®n surgido al calor del 11-S y que Washington considera vital para la lucha antiterrorista. "El BCE conoci¨® el mandato judicial [de EEUU] a Swift en junio de 2002", dijo ayer Trichet, quien a continuaci¨®n argument¨® que dar a conocer ese dato hubiera supuesto un exceso de sus competencias como miembro del consejo supervisor de la compa?¨ªa belga.

El pasado junio, el diario The New York Times desvel¨® que Estados Unidos espiaba millones de transferencias internacionales desde los atentados contra las Torres Gemelas, y que lo hac¨ªa a trav¨¦s de Swift, la empresa creada en las afueras de Bruselas por un grupo de banqueros para reemplazar al t¨¦lex. La semana pasada, el Gobierno de B¨¦lgica, pa¨ªs que alberga la sede central de Swift, consider¨® que las transferencias de la mensajer¨ªa financiera violaron la protecci¨®n de datos de la vida privada, pero anunci¨® que no llevar¨ªa a Swift ante los tribunales, ya que la empresa se encontraba en conflicto entre el derecho estadounidense (que oblig¨® a su sucursal en EE UU a entregarle los datos) y el europeo (que le obliga a proteger los datos de sus ciudadanos).

Tal vez por eso, acusadores y acusados pidieron ayer en la Euroc¨¢mara nuevas reglas que regulen la respuesta europea al hambre de datos personales estadounidense, surgido tras el 11-S. "Hay que clarificar las interferencias entre la protecci¨®n de datos y la lucha contra el terrorismo. Este no es un problema transatl¨¢ntico ni europeo, sino global", defendi¨® ayer Trichet.

Junto al caso Swift, el acuerdo de transferencia de datos personales sobre los pasajeros europeos que viajan a EE UU, ahora en suspenso por problemas legales internos de la UE, sali¨® ayer a relucir en la Euroc¨¢mara como otro ejemplo del ataque a la privacidad de los individuos surgido a ra¨ªz de "la lucha contra el terror" declarada por Washington.

Algunos europarlamentarios consideraron urgente que los Veinticinco se sienten a negociar con EEUU con firmezasobre estos asuntos. "Swift dice que cumple con la ley estadounidense, pero si China pidiera lo mismo, ?lo cumplir¨ªamos tambi¨¦n?", se preguntaba el eurodiputado liberal Ignasi Guardans.

InterrogadoSobre su conocimiento de los hechos, Trichet explic¨® que una de las funciones del G-10, como se conoce a los diez grandes bancos centrales del mundo adem¨¢s del BCE, es supervisar las actividades de Swift, pero que ese control se ci?e a evitar que las decisiones de la compa?¨ªa "afecten a la estabilidad financiera" internacional.

Traspaso de datos

La protecci¨®n de datos personales de los ciudadanos europeos no entrar¨ªa pues dentro de las competencias de este comit¨¦ supervisor, que para Trichet tiene una importante funci¨®n moral que sin embargo, no se activa a la hora de defender la privacidad de los ciudadanos. Seg¨²n el banquero franc¨¦s, esa falta de competencia hizo que conocieran pero no autorizaran el traspaso de datos. Trichet explic¨® adem¨¢s que el G-10 se rige por una cl¨¢usula de confidencialidad que en cualquier casono hubiera permitido publicar la decisi¨®n de la empresa belga. Trichet dej¨® as¨ª la pelota en el tejado de Swift, la ¨²nica responsable a su juicio de la transferencia de datos masivos a EE UU sin el consentimiento ni conocimiento de los afectados.

Swift, la empresa quemediante la cual se intercambian en una suerte de sobres cerrados informaci¨®n financiera 8.000 bancos de 206 pa¨ªses, defendi¨® que no ten¨ªan m¨¢s remedio que cumplir lo que poco despu¨¦s del 11-S les exigi¨® la justicia estadounidense. Swift mantiene dos grandes bases de datos en las que conserva informaci¨®n de las transferencias bancarias durante 124 d¨ªas. Una de estas gigantescas m¨¢quinas est¨¢ en Holanda, la otra en EE UU. Y fue a la sucursal de Swift en EE UU a la que se dirigi¨® el Departamento del Tesoro. "En este caso estamos sujetos tanto a la ley de EE UU como a la legislaci¨®n europea", explic¨® durante la audienciaFrancis Vanbever, director financiero de Swift, quien adem¨¢s reconoci¨® que no informaron a los afectados de la operaci¨®n. A su juicio, la cesi¨®n de datos es "legal, limitada, circunscrita, supervisada y obligatoria" y s¨®lo se ci?e a individuos implicados en investigaciones antiterroristas en curso.