Marxismo y desmadre urban¨ªstico

Soy marxista y, adem¨¢s, mas¨®n. Me encuentro entre quienes el responsable de la patronal de la construcci¨®n, Francisco Javier de Aspe, acusa de estar a favor de una econom¨ªa planificada de tipo marxista, por ser contrario al desmadre urban¨ªstico. Despu¨¦s de lo dicho por este se?or, hay que reafirmarse en ideas que pensaba que estaban amortizadas hace tiempo, con Franco redivivo.

Gaspar Zarr¨ªas es marxista y ya no s¨¦ si mas¨®n y Concha Guti¨¦rrez practica por las noches, ayudada por Vicente Granados, los contubernios no s¨®lo marxistas, sino de quienes manejan azufre y fuego contra algunos empresarios de la construcci¨®n. La Santa Inquisici¨®n debe intervenir. Zarr¨ªas, la consejera de Obras P¨²blicas, su ordenador del territorio, Granados y hasta el mism¨ªsimo consejero Jos¨¦ Gri?¨¢n, que ha serenado las revoltosas gr¨²as de la construcci¨®n, deben ser excomulgados, o al menos, paseados por el litoral del Mediterr¨¢neo andaluz con el sambenito a cuestas de pretender paralizar este sector tan importante para la econom¨ªa y el desarrollo cuando, en realidad, lo que pretende este decreto es hacer m¨¢s dif¨ªcil, que no imposible, la especulaci¨®n y el pelotazo.

Se salva el presidente Chaves, que anda por tierras mexicanas recogiendo los frutos de un trabajo bien hecho por m¨¢s que le pese a los resentidos que van de ¨²lcera en ¨²lcera. Chaves dijo, y de ah¨ª no lo sacan, que su Gobierno apostar¨¢ s¨®lo por un desarrollo urban¨ªstico sostenible. Para ello, tendr¨¢ que poner en fila a sus mesnadas de alcaldes cuya inteligencia urban¨ªstica solo parece impulsar a algunos por derroteros por los que ser¨¢ dif¨ªcil que transite la calidad de vida y el respeto a un desarrollo ordenado que, casi todos, deseamos.

Y digo que soy marxista porque, como muchos otros, llevo a?os luchando, eso s¨ª, muy modestamente, contra la especulaci¨®n y los especuladores; contra los amantes de las plusval¨ªas fruto de pelotazos y contra quienes, desde un cargo pol¨ªtico, "prestado" por los ciudadanos, se han enriquecido con malas artes y ri¨¦ndose de todos nosotros. Francisco Javier de Aspe lleva raz¨®n y por eso recupero mis or¨ªgenes y me declaro total partidario del control que pretende la Junta de Andaluc¨ªa para que los municipios no contemplen en sus PGOU crecimientos superiores al 40% del suelo urbanizable y limitaci¨®n al incremento poblacional por encima del 30%. Queda una puerta abierta para contemplar algunas excepciones en el Plan de Ordenaci¨®n del Territorio de Andaluc¨ªa (POTA).

Gaspar Zarr¨ªas, cuando anunciaba el decreto aprobado por el Gobierno andaluz, no hac¨ªa m¨¢s que fijar unas reglas de juego en el que no caben quienes abogan por un crecimiento desmedido y quienes practican el pelotazo como forma de vida. La cofrad¨ªa de alcaldes (de esto sabe mucho el d¨²o formado por Concha Guti¨¦rrez-Vicente Granados) que se levantaron en armas cuando empezaba a dar los primeros pasos el POTA, ya tienen abierto, de nuevo, el frente de batalla y la hermandad del sobre y del ladrillo f¨¢cil, argumentos suficientes para anunciar el fin del mundo y debacles financieros, ca¨ªdas del mercado, paro y desolaci¨®n. Supongo que unos y otros cierran los ojos para no contemplar las sangrantes barbaridades urban¨ªsticas cometidas en la Costa del Sol y no me refiero tan s¨®lo a Marbella.

Y lo que es peor, se anuncian planes municipales de ordenaci¨®n urbana donde no se construye para el ciudadano sino para un crecimiento desaforado, al servicio mayormente de quienes mueven los hilos de la especulaci¨®n y el pelotazo. Muchos alcaldes pasar¨¢n a la peque?a historia de sus municipios para escarnio de generaciones futuras.

Extra?a, adem¨¢s, que desde algunas orillas de la pol¨ªtica andaluza se alimente la venidera, seg¨²n ellos, cat¨¢strofe para el presente y futuro del desarrollo andaluz y que, en un alarde de escuela acebiana o zaplanista se acuse, de forma falsa y bellaca, s¨®lo a los ayuntamientos mandados por los socialistas de estar inmersos en el pelotazo, con alcaldes y concejales prevaricadores y amantes del lujo. EL PA?S Andaluc¨ªa ha puesto las cosas claras: tambi¨¦n en el PP cuecen habas y ?qu¨¦ habas! Treinta y cuatro municipios andaluces est¨¢n ahogados en esc¨¢ndalos urban¨ªsticos o andan por los lentos caminos de los juzgados. Se supone que el responsable de urbanismo del PP andaluz, el defenestrado Jaime Raynaud, para no dejar feos a sus jefes naturales, ha hecho de la ocultaci¨®n y la mentira una forma de hacer pol¨ªtica. Como dir¨ªa Rajoy, ?joder que tropa!.