Un centenar de directivos de Delphi cobran primas millonarias por el plan de ajuste

Un fuerte conflicto de intereses late en la gesti¨®n del grupo estadounidense Delphi. Con la empresa en suspensi¨®n de pagos, los acreedores han decidido dar fuertes incentivos a la alta direcci¨®n para aumentar la eficiencia y cumplir objetivos. En esa lucha por recuperar la solvencia, el fabricante de componentes para autom¨®vil est¨¢ inmerso en Estados Unidos en un plan de ajuste cuyas consecuencias han llegado a la f¨¢brica espa?ola de Puerto Real (C¨¢diz). Delphi quiere cerrarla, y adem¨¢s pretende hacerlo incurriendo en el menor coste posible. Con el ahorro de costes, los directivos se juegan parte de sus primas, que para el conjunto del grupo ascendieron a unos 130 millones de euros en 2006, seg¨²n revela su informe anual.

El presidente cobra un d¨®lar a la espera de una recompensa tras la suspensi¨®n de pagos

El fabricante pretende minimizar el coste por el cierre de la planta de Puerto Real

El grupo estadounidense Delphi ha entregado esta semana su informe anual a la Comisi¨®n del Mercado de Valores de Estados Unidos. En ¨¦l, Delphi se?ala numerosas veces que analiza todas las opciones estrat¨¦gicas para contener el coste del cierre de su planta de Puerto Real (C¨¢diz). Ese inter¨¦s en minimizar el coste del cierre contrasta con el aumento en las retribuciones de sus principales ejecutivos. Seg¨²n revela el documento, un centenar de ellos se beneficia del plan anual de incentivos, el principal programa de premios de la compa?¨ªa. En total, Delphi reparti¨® en 2006 primas de 167 millones de d¨®lares (unos 130 millones de euros) por cumplir los objetivos del grupo, inmerso en un plan de ajuste.

Delphi eligi¨® como herramienta para salir de la crisis un generoso plan de incentivos para sus altos directivos. El plan fue aprobado en enero de 2006 por el juzgado de quiebras ante el que la multinacional con sede en Troy (Michigan) present¨® la suspensi¨®n de pagos el 28 de octubre de 2005. Ese plan de premios fue propuesto precisamente por los acreedores de la compa?¨ªa, que ve¨ªan en ese incentivo la mejor f¨®rmula para que la empresa recuperase su solvencia y cobrar as¨ª su dinero.

El incentivo se ha traducido en que un centenar de altos ejecutivos de la empresa ha estado cobrando pagas r¨¦cord mientras la compa?¨ªa afrontaba su peor crisis. A la vez que propon¨ªan y ejecutaban reducciones de plantilla o cierres de plantas como los que han acabado llegando a Puerto Real, los altos directivos de Delphi han ido cumpliendo sus objetivos.

El plan de incentivos no est¨¢ vinculado espec¨ªficamente a reducciones de plantilla o recortes de costes en concreto, sino a objetivos de resultados. Para un plan que prima los resultados, una planta deficitaria como la de Puerto Real llevaba firmada su sentencia de cierre. El informe anual del grupo Delphi entregado a la Comisi¨®n del Mercado de Valores de EE UU hace referencia varias veces a la planta gaditana, todas en el mismo sentido: "La suspensi¨®n de pagos de Delphi se refiere s¨®lo a sus operaciones estadounidenses. Las operaciones de fuera de Estados Unidos son por lo general rentables y generadoras de caja. Sin embargo, buscamos optimizar nuestras instalaciones productivas", admite la compa?¨ªa como prefacio.

Y enseguida va al grano: "En concreto, en los ¨²ltimos a?os hemos estado reduciendo nuestra capacidad productiva en Europa Occidental. Prevemos que esa tendencia continuar¨¢. En particular, en febrero de 2007 nuestra filial espa?ola ha anunciado el cierre de la planta productiva de direcciones y chasis en C¨¢diz (Espa?a). La planta tiene aproximadamente 1.600 empleados".

?Qu¨¦ hacer entonces? "Nuestra filial espa?ola est¨¢ explorando todas las alternativas estrat¨¦gicas para contener los costes derivados de dicho cierre. A finales del ejercicio 2006, Delphi no ha reconocido cantidad significativa alguna en relaci¨®n con ese cierre planeado. Sin embargo, en funci¨®n del anuncio de febrero de 2007, Delphi podr¨ªa incurrir en costes por el cierre en funci¨®n del desenlace de las negociaciones con los sindicatos que representan a los trabajadores afectados", se?ala el informe anual del fabricante de componentes para autom¨®vil.

El cierre de la f¨¢brica parece una decisi¨®n fuera de toda discusi¨®n. La estrategia de Delphi se centra ahora en minimizar el coste de esta decisi¨®n.

Lo que no ha minimizado el grupo es el sueldo de sus altos directivos. El mejor pagado es el consejero delegado, Rodney O'Neal, con 4,3 millones de d¨®lares (3,3 millones de euros) de retribuci¨®n total en 2006, algo m¨¢s del doble de lo que cobr¨® en 2005. Esa paga se desglosa en 920.000 d¨®lares de sueldo fijo; 730.000 d¨®lares en acciones y opciones; 1,34 millones por el incentivo pactado con los acreedores; 1,25 millones en materia de pensiones y 96.727 d¨®lares m¨¢s por otras retribuciones. Otros dos altos ejecutivos cobraron m¨¢s de 3,3 millones de d¨®lares.

Lo curioso es que O'Neal ha renunciado al 20% de su sueldo base o fijo de 1,15 millones. Es decir, ha cobrado unos 230.000 d¨®lares menos de sueldo fijo, pero, adem¨¢s de otras partidas, ha recibido esos 1,34 millones del plan de incentivos.

Otros tres directivos han renunciado tambi¨¦n a un 10% del sueldo fijo mientras la compa?¨ªa est¨¦ en crisis, pero han recuperado por la v¨ªa de las primas millonarias hasta 10 veces m¨¢s de lo cedido.

El mayor sacrificio provisional lo hace el presidente ejecutivo de la compa?¨ªa, Steve Miller, que se ha rebajado el sueldo fijo a un d¨®lar mientras la compa?¨ªa est¨¦ en suspensi¨®n de pagos. Esa fue su paga fija en 2006 y renunci¨® al plan de incentivos. Eso s¨ª, se trata de una retirada t¨¢ctica, puesto que una vez que la empresa recupere la solvencia, recibir¨¢ la recompensa por los servicios prestados.

Mientras ese d¨ªa llega, seguramente tenga suficiente con los tres millones de d¨®lares que cobr¨® por su fichaje en julio de 2005 y los 750.000 d¨®lares adicionales que cobr¨® por los seis meses que trabaj¨® ese a?o para Delphi. Tambi¨¦n tendr¨¢ derecho a coche, al uso privado del avi¨®n de la empresa y a otras compensaciones que en 2006 fueron el equivalente a 340.000 d¨®lares.