Las empresas que concilian son m¨¢s productivas
Espa?a se enfrenta al reto de abandonar la cultura de la presencia para profesionalizar la de la eficiencia
El modelo econ¨®mico de desarrollo espa?ol se basa en la creencia de que cuantas m¨¢s horas dediquen los trabajadores a su profesi¨®n mayor ser¨¢ la productividad cosechada por las empresas. Sin embargo, los expertos coinciden en que se trata de un planteamiento equivocado: la productividad espa?ola s¨®lo ha crecido un 0,9% en la ¨²ltima d¨¦cada, y ya se encuentra 16 puntos por debajo de la media de la UE de los Quince, seg¨²n la OCDE. Aunque intervienen otros factores, como el auge del empleo de baja calidad y la inmigraci¨®n, est¨¢ demostrado que las compa?¨ªas que saben organizarse para que sus empleados concilien vida personal y laboral son las que obtienen mayores ratios de eficiencia. La satisfacci¨®n de las personas es imprescindible para su pleno rendimiento.
La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo establece que el estr¨¦s provoca una p¨¦rdida econ¨®mica entre el 0,5% y el 3,5% del PIB de un pa¨ªs
Los expertos en filosof¨ªa y psicolog¨ªa laboral lo vienen diciendo desde hace tiempo: "En el equilibrio se encuentra la virtud", lo que se traduce en "ocho horas para trabajar, ocho para descansar y otras ocho para vivir, que al fin y al cabo es para lo que estamos aqu¨ª", afirman con rotundidad. A pesar de la simplicidad de esta ecuaci¨®n, "en demasiadas ocasiones las necesidades y los objetivos de las empresas sepultan el deseo de conciliaci¨®n de la gran mayor¨ªa de personas que trabajan para ellas", a?aden estos especialistas en management.
Este desequilibrio se agrava todav¨ªa m¨¢s en el caso de Espa?a, el quinto pa¨ªs del mundo donde m¨¢s horas pasan los profesionales en su puesto de trabajo (1.780 de media durante 2006, seg¨²n The economist). Lo cierto es que, el a?o pasado, el 15% de la poblaci¨®n activa dedic¨® m¨¢s de 50 horas semanales a su funci¨®n profesional, sin contar las horas extra, el tiempo destinado a comer o los desplazamientos in it¨ªnere, seg¨²n una encuesta elaborada por el portal de Internet Monster, especializado en ofertas de empleo. La mitad de los profesionales trabaj¨® m¨¢s de 40 horas; el 25%, entre 25 y 40 horas, y el 10% restante, menos de 25 horas.
Pero estar en el trabajo no es lo mismo que estar trabajando. "A diferencia de los pa¨ªses anglosajones o del norte de Europa, donde prevalece la direcci¨®n por objetivos, la cultura empresarial espa?ola todav¨ªa premia la presencia f¨ªsica de los empleados en el lugar de trabajo", explica Alfredo Pastor, profesor de Econom¨ªa del IESE. A su juicio, "la jornada laboral de muchos espa?oles es r¨ªgida y absurda", puesto que "genera que se pierda mucho tiempo y energ¨ªa en cuestiones que nada tienen que ver con la productividad", como, por ejemplo, "las largas y redundantes reuniones o las copiosas comidas, ?que a veces duran casi tres horas!".
Desconfianza laboral
En muchos ambientes laborales, lamenta Pastor, se suele "mirar con mala cara a quien decide salir a la hora que estipula su contrato o cuando simplemente ha concluido con sus obligaciones del d¨ªa". De hecho, contin¨²a, "no se conf¨ªa en los trabajadores ni se les da la oportunidad de hacerles responsables de sus respectivos cometidos", con lo que "constantemente se les niega la posibilidad de demostrar lo que pueden llegar a hacer por la empresa".
Todo ello provoca que el estr¨¦s forme parte de la rutina laboral de, como m¨ªnimo, el 30% de los trabajadores, seg¨²n varios informes de consultoras de recursos humanos. "La falta de descanso y el exceso de tensi¨®n genera que en los ambientes laborales prevalezca la irritabilidad y la impaciencia", afirma la profesora de comportamiento organizacional en el Instituto de Empresa, Pino Bethencourt, socia directora de la consultora Bethencourt Strategic Development, especializada en estrategia emocional.
Con el paso del tiempo, a?ade, "esta ansiedad tambi¨¦n provoca que los individuos se encierren en su propia percepci¨®n subjetiva, que les hace interactuar con los dem¨¢s de una manera egoc¨¦ntrica y negativa". De esta forma, "las empresas pierden el valor a?adido que les deber¨ªa generar su capital humano, lo que merma sus ¨ªndices de productividad", sostiene.
La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), por su parte, establece que el estr¨¦s provoca una p¨¦rdida econ¨®mica entre el 0,5% y el 3,5% del PIB de un pa¨ªs. Pero "el poder para cambiar esta situaci¨®n reside, sobre todo, en manos de los directivos, que son los primeros que menos concilian", concluye Bethencourt.
En orden a fomentar el equilibrio necesario para que las empresas consigan mejorar sus resultados sin necesidad de explotar a sus trabajadores, la Fundaci¨®n + Familia concede desde el a?o pasado el certificado de Empresa Familiarmente Responsable, apoyado por el Ministerio de Trabajo. Su director, Roberto Mart¨ªnez, apunta que est¨¢n luchando para que la conciliaci¨®n sea lo que es: "Un derecho fundamental y no un privilegio".
Entre la veintena de compa?¨ªas que cuentan con este sello de excelencia empresarial destaca el grupo asesor de marketing David Rey, que despu¨¦s de dos a?os de andadura profesional ya cuenta con 12 empleados y una facturaci¨®n superior al mill¨®n de euros. Su director, David Rey, constituy¨® esta compa?¨ªa despu¨¦s de sufrir en su propia piel las consecuencias negativas de la no conciliaci¨®n durante 10 a?os. "Podemos pasarnos toda la vida fingiendo que el trabajo es lo primero, pero llega un d¨ªa que la vida te pasa factura", advierte. "Lo importante no son los triunfos externos", concluye Rey, "sino c¨®mo te sientes por dentro".
M¨¢s salud y menos f¨¢rmacos
"Las personas que trabajan m¨¢s de 10 horas al d¨ªa pueden estar poniendo en riesgo su salud, aunque no perciban conscientemente el estr¨¦s que se va acumulando en su organismo", explica Valent¨ª Valls, m¨¦dico adjunto y cardi¨®logo del hospital Cl¨ªnico de Barcelona.
Lo cierto es que "el estr¨¦s cr¨®nico afecta tanto f¨ªsica como ps¨ªquicamente y suele desencadenar crisis de ansiedad, anginas de pecho e infartos", afirma Valls. Para combatir estas enfermedades, los afectados recurren cada vez m¨¢s al uso de f¨¢rmacos. As¨ª, en el a?o 2003 se consumieron 1.118 millones de unidades, el 40% de los cuales ten¨ªan como fin curar el aparato cardio-vascular y el sistema nervioso, seg¨²n datos del Ministerio de Trabajo.
"La falta de equilibrio entre vida personal y laboral tambi¨¦n promueve h¨¢bitos insanos, como fumar, beber o no practicar deporte", se?ala. En estos casos, "la mal llamada curva de la felicidad es una consecuencia clara de insatisfacci¨®n".
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