Fechas revueltas
Durante el pasado a?o, hemos podido ver en la prensa norteamericana un cierto n¨²mero de art¨ªculos que destapaban diversas pr¨¢cticas referidas a la compensaci¨®n mediante opciones sobre acciones de los ejecutivos de algunas empresas de aquel pa¨ªs. Iniciada por el Wall Street Journal, la pol¨¦mica en torno a la legalidad y ¨¦tica de las mismas ha llegado a implicar al propio Steve Jobs, presidente de Apple, en un esc¨¢ndalo que oblig¨® a rehacer las cuentas de la sociedad en los ¨²ltimos nueve ejercicios y que puede terminar con su carrera al frente de la compa?¨ªa.
Se trata del backdating, una pr¨¢ctica que consiste en pretender que las opciones de acciones se concedieron a una fecha anterior a la verdadera, cuando los t¨ªtulos cotizaban a un precio bajo en la Bolsa. Las opciones sobre acciones, en su pr¨¢ctica m¨¢s com¨²n o al menos m¨¢s apropiada desde la perspectiva empresarial, se otorgan a un precio de ejercicio igual al de mercado de la acci¨®n subyacente en el d¨ªa en que se otorgan al directivo como parte de su paquete retributivo. Dado que el valor de la opci¨®n (y, por tanto, de la retribuci¨®n) es mayor si el precio de ejercicio es m¨¢s bajo, los directivos prefieren recibir opciones cuando los precios est¨¢n en un m¨ªnimo. Un ejemplo consiste en elegir el precio m¨¢s bajo de los ¨²ltimos meses; otro, en seleccionar la fecha de referencia antes de dar buenas noticias (spring loading) o despu¨¦s de darlas malas (bullet dodging).
Esta pr¨¢ctica acaba con el esp¨ªritu de las opciones, esto es, el de crear valor para el accionista
Con la aprobaci¨®n de la Ley Sarbanes-Oxley en 2002 se oblig¨® a las compa?¨ªas a informar de sus entregas de opciones en un m¨¢ximo de dos d¨ªas (previamente 45 d¨ªas). M.P. Narayanan y H. Nejat Seyhun, de la Michigan University, en un an¨¢lisis de 1.000 empresas para el WSJ descubren que una alta proporci¨®n de las mismas incumplen la regla reci¨¦n aprobada. Lo habitual era encontrar que se databan en una fecha anterior a la real de entrega, aquella en la que las acciones hab¨ªan alcanzado un m¨ªnimo en los ¨²ltimos meses.
A finales de 2005, tres compa?¨ªas de alta tecnolog¨ªa son denunciadas. A principios de 2006, la SEC insiste en la transparencia en retribuciones de ejecutivos y en abril otras tres empresas del mismo sector anuncian una revisi¨®n de sus beneficios o retrasos en la publicaci¨®n de sus resultados financieros debido a sus programas de opciones. En mayo se inician investigaciones criminales en California y Nueva York. Finalmente, Cox, presidente de la SEC, habla de la obligaci¨®n de proporcionar informaci¨®n detallada sobre la fecha del precio de las opciones y enfrenta por primera vez la cuesti¨®n del backdating.
En principio, estas pr¨¢cticas no son necesariamente ilegales, siempre que no se falsifiquen documentos, se reconozcan adecuadamente en los gastos y, por tanto, en los beneficios, y est¨¦n fielmente reflejadas en los impuestos. Sin embargo, las investigaciones de E. Lie y R. Heron, de la Iowa University, concluyen que 3 de cada 10 empresas con programas de opciones cometen fraude. Esta pr¨¢ctica acaba con el esp¨ªritu de las opciones, esto es, el de crear valor para el accionista. Supone un enga?o y puede implicar un "reajuste" de las cuentas anuales, modificaciones en impuestos, descr¨¦dito ante inversores y analistas, suspender la cotizaci¨®n, multas y castigos para empresas y ejecutivos, pleitos...
La protecci¨®n de los intereses de accionistas y empleados, y los propios valores de la sociedad, deber¨ªa estar en la base de los sistemas retributivos de forma que se reflejen fielmente la contribuci¨®n de los directivos a esa creaci¨®n de valor para los accionistas, sus equipos y la sociedad en general. El backdating es una forma m¨¢s de estar al l¨ªmite de la ¨¦tica y la legalidad, que puede destruir valor y, sobre todo, mermar la confianza que ha de depositarse en un equipo directivo.
Susana Marcos es socia de PeopleMatters.
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