Un hombre confiesa ante el tribunal que mat¨® a su mujer, que escondi¨® el cad¨¢ver y luego denunci¨® su desaparici¨®n
Es poco habitual que un hombre acusado de asesinato reconozca los hechos. Una de esas excepciones ocurri¨® ayer en la Audiencia de Barcelona, cuando Juan Manuel V¨¢zquez Barea confes¨® ante un tribunal del jurado que mat¨® a su esposa a golpes, que posteriormente envolvi¨® el cad¨¢ver en una s¨¢bana y que lo llev¨® hasta su veh¨ªculo para acabar ocult¨¢ndolo en un paraje. Y que al d¨ªa siguiente llam¨® a su suegra para comunicarle la desaparici¨®n antes de acudir a la polic¨ªa a denunciar los hechos.
Parece el gui¨®n de un largometraje de serie B de esos que se emiten por televisi¨®n los s¨¢bados por la tarde, pero fue real. Ocurri¨® en Viladecans (Baix Llobregat) la noche del 3 de diciembre de 2004. El m¨®vil poco importa. El acusado y los testigos explicaron que la pareja estaba en proceso de separaci¨®n, de mutuo acuerdo, y que antes de que se iniciara la agresi¨®n que acab¨® de manera tr¨¢gica tuvieron una discusi¨®n.
Golpeada con una botella
El hombre explic¨® los detalles de aquella bronca y relat¨® que ella regres¨® tarde al domicilio y ¨¦l le reproch¨® de manera soez que acababa de tener una relaci¨®n sexual con un familiar de quien todav¨ªa era su marido. Que despu¨¦s la mujer cogi¨® un jarr¨®n -la abogada de la acusaci¨®n mostr¨® un gran inter¨¦s por saber d¨®nde estaba- y que le agredi¨®, que le ara?¨® y que ¨¦l se defendi¨® cogiendo una botella de cava para golpearla en la cabeza. La esposa cay¨® al suelo inconsciente y la ahog¨® apret¨¢ndole el cuello.
Antes de salir de la vivienda con el cad¨¢ver, el hombre limpi¨® la casa. "Lo hice por los hijos, para estar con ellos", explic¨® de manera poco convincente porque los menores hac¨ªa ya unos d¨ªas que estaban con unos familiares. "Yo ya sab¨ªa que se iba a descubrir el crimen, pero quer¨ªa ganar tiempo", a?adi¨®. Cuando al cabo de unos d¨ªas se descubri¨® la verdad el hombre ya confes¨® el crimen a la polic¨ªa.
Despu¨¦s de su declaraci¨®n empez¨® el turno de los testigos y vinieron los incidentes. Cuando la madre de la v¨ªctima entr¨® en la sala empez¨® a chillarle "?asesino, asesino!" al acusado y dijo que ella no declaraba. El presidente del tribunal, Jos¨¦ Mar¨ªa Planchat, le pidi¨® calma, pero no lo logr¨®, por lo que fue invitada a marcharse. Otros familiares que estaban en la sala se sumaron a los gritos y acabaron expulsados por la Guardia Civil. Casi todos los parientes acuden desde el pasado lunes al juicio con una camiseta en la que est¨¢ impresa una fotograf¨ªa de la v¨ªctima. En algunos casos con la palabra justicia. El juez advirti¨® el primer d¨ªa que la persona que no pudiera controlar sus reacciones no permanecer¨ªa en la sala y ayer aguant¨® mucho antes de ordenar el desalojo.
La fiscal solicita 25 a?os de c¨¢rcel por asesinato con agravantes. O sea, el m¨¢ximo que permite el C¨®digo Penal.
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