Joshua Edelman y el 'swing' de Madrid
El pianista estadounidense de jazz tiene su local de ensayo en el centro de la ciudad
Joshua Edelman, pianista de jazz, act¨²a con frecuencia en Madrid. Anoche toc¨® en sala Boguijazz, donde hoy (23.00) estar¨¢ de nuevo. Pero no viene a la ciudad s¨®lo como mero instrumentista. Tras sus visitas hay un enorme enamoramiento con Madrid. He aqu¨ª esa historia entre un m¨²sico jud¨ªo neoyorquino y una ciudad que le acogi¨® de forma tan insospechada como m¨¢gica.
Joshua Edelman (Nueva York, 1954) lleg¨® con 25 a?os a Madrid, procedente de Valencia, en donde hab¨ªa pasado provisionalmente casi siete a?os. Lleg¨® con un incipiente amor al jazz y un deseo de revolver en el mestizaje que, ya en plena descomposici¨®n de la movida de los ochenta, comenzaba a hacerse notar en la capital. Ven¨ªa guiado por la vieja m¨¢xima de Duke Ellington: "Si algo no tiene swing, no significa nada". Aqu¨ª se encontr¨® con una suerte que ha transformado su vida como artista. Y todo en una corta calle en pendiente que nace en la Gran V¨ªa de San Francisco y va a morir en la Cuesta de las Descargas.
Cualquier tarde, mientras los ni?os juegan en los columpios del parque, la se?ora Mercedes da migas a las palomas que toman la plaza a la espalda de la iglesia de San Francisco El Grande y Fernando despacha en su peque?a tienda de ultramarinos de todo y chucher¨ªas, una m¨²sica de piano se deja o¨ªr en el bajo del n¨²mero 25 de la calle del Rosario. All¨ª tiene su local de ensayo y estudio de grabaci¨®n Joshua Edelman: "Llegu¨¦ aqu¨ª en el 98 y fue uno de esos acontecimientos m¨¢gicos que se dan muy pocas veces en la vida. Empec¨¦ a buscar casa y s¨®lo vi una, que fue ¨¦sta. Hice buenas migas con el due?o, un se?or de setenta y tantos que se mudaba porque era un quinto sin ascensor. Se encari?¨® conmigo y, aunque ten¨ªa una larga lista de espera, se la salt¨® y me lo vendi¨® a m¨ª, incluso con descuento".
Los primeros a?os, Edelman ensayaba en el piso, en absoluto insonorizado: "Aqu¨ª preparamos el disco Conexiones, que fue un reencuentro con m¨²sicos que hab¨ªa conocido en Valencia: el saxofonista Perico Sanbeat, el percusionista Luis Dulzaides, el bajista Camilo Edwards...; todos compa?eros de aventuras y viajes. Ensay¨¢bamos hasta nueve o diez personas en el sal¨®n. Cuando toc¨¢bamos, el edificio vibraba como en los dibujos animados. Pero nunca tuve ni una sola queja. Empezaron a quejarse cuando me baj¨¦ el piano. Entonces los vecinos ven¨ªan a decirme: ?Qu¨¦ pasa, que ya no tocas?". El piano lo baj¨® a un local a pie de calle, dos n¨²meros m¨¢s abajo, que, como cuenta el m¨²sico, "antes era un sitio oscuro y extra?o en el que un se?or vend¨ªa productos de santer¨ªa cubana".
Aquel ambiente profundamente matritense, que los mi¨¦rcoles se ve sazonado con la existencia de un mercadillo urbano en el que se puede comprar de todo, desde unos calcetines a una sart¨¦n, fue para Joshua la mejor motivaci¨®n a la hora de encontrar el sentido a su m¨²sica: "Las cosas m¨¢s interesantes de mi carrera musical han empezado aqu¨ª. La sensaci¨®n de acogida ha sido incre¨ªble. Nadie se ha metido conmigo por ser m¨²sico o extranjero. Una de las cosas que tiene este sitio es que a todos los que hemos participado en el proyecto", m¨²sicos espa?oles, cubanos, paname?os, venezolanos, brasile?os o norteamericanos, "nos recuerda a nuestros lugares de origen". "Aunque la gente se cree que Nueva York son s¨®lo rascacielos y edificios de cristal y acero, para m¨ª Nueva York es esto. Yo nac¨ª en el Village y viv¨ª muchos a?os por la zona de Chinatown y Tribeca y sitios as¨ª. Barrios de edificios peque?os, con gente que se conoc¨ªa, peque?as tiendas...", relata el m¨²sico estadounidense.
Desde su llegada a Madrid hasta ahora, Edelman ha realizado casi mil actuaciones en Madrid y Espa?a, en festivales y en los pocos locales que albergan jazz en la capital. Ha acompa?ado a solistas, se ha integrado en formaciones y ha actuado solo. Pero a lo que m¨¢s intenci¨®n ha dedicado ha sido a cimentar una formaci¨®n estable que, para ¨¦l, es la clave de su trabajo. Con sus m¨²sicos ha creado la tercera parte de una trilog¨ªa de jazz latino que comenz¨® con el disco Conexiones en 2000, sigui¨® con Fusi¨®n de almas en 2004 y contin¨²a con Calle del Rosario, un ¨¢lbum en el que han participado una decena de artistas de distintas procedencias: el trombonista estadounidense Steve Turre y la cantante venezolana Edith Salazar, Manuel Machado, Ramoncito Gonzalez, Mois¨¦s Porro, Francisco Blanco Latino, Camilo Edwards, MacCatti y Beto Hern¨¢ndez, entre otros.
Edelman disfruta del mestizaje que respira su ciudad de adopci¨®n. "Musicalmente en Madrid est¨¢ pasando algo, sin lugar a dudas. Aqu¨ª a¨²n se conservan cosas que se van perdiendo en Estados Unidos. All¨ª la m¨²sica se ha vuelto demasiado domesticada, ha perdido ese car¨¢cter callejero y salvaje que ten¨ªa y se ha convertido en una mera atracci¨®n tur¨ªstica. Aqu¨ª todav¨ªa est¨¢ vivo ese esp¨ªritu un poco m¨¢s salvaje".
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