La escuela p¨²blica asume la inmigraci¨®n
Cuatro de cada cinco alumnos extranjeros estudian en colegios estatales .- El porcentaje de alumnos de origen for¨¢neo se ha duplicado en cinco a?os y este curso alcanzar¨¢ el 9,4%
El n¨²mero de alumnos extranjeros en los colegios espa?oles no deja de crecer y cuatro de cada cinco est¨¢n en la escuela p¨²blica. Hace cinco a?os hab¨ªa la mitad de inmigrantes en la educaci¨®n no universitaria y hace 10 a?os eran el 0,7%. Este curso rondar¨¢ 9,4%, seg¨²n las estimaciones del Ministerio de Educaci¨®n tomando como referencia la subida del a?o pasado. Y, por el otro lado, tampoco ha dejado de crecer el porcentaje de ni?os extranjeros que se concentra en la escuela p¨²blica: ha pasado entre 2003 y el curso pasado del 79,3% de los extranjeros al 82,1%. Esta descompensaci¨®n entre la p¨²blica y la privada (lo que incluye la concertada, subvencionada con fondos p¨²blicos) no es nueva, pero lejos de solucionarse, los datos indican que va a m¨¢s.
El porcentaje de extranjeros supera el 12% en Baleares, La Rioja o Madrid
El CES recomend¨® la distribuci¨®n equilibrada de los alumnos para evitar la "marginalizaci¨®n"
La ensalada de cifras que arroja un a?o m¨¢s el principio de curso escolar, presentado ayer en el Congreso por la Ministra de Educaci¨®n, Mercedes Cabrera, se puede presentar de muchas maneras, pero la lectura es siempre la misma: el reparto de alumnado inmigrante no se est¨¢ haciendo de forma equilibrada entre la p¨²blica y la concertada (privada sostenida con fondos p¨²blicos). En la p¨²blica, el 10,2% uno de cada alumnos es extranjero, y en la privada (lo que incluye la concertada), representan menos de la mitad, un 4,6%.
Los expertos coinciden en que la educaci¨®n de estos alumnos, sobre todo si se concentran en un centro (hay centros en los que superan el 80% del alumnado), implica mayor complejidad. Las razones no son s¨®lo que muchos hablan otro idioma, sino que en muchas ocasiones tienen un nivel acad¨¦mico distinto y suelen pertenecer a los sectores m¨¢s pobres de la sociedad. Otra cifra: la escuela p¨²blica escolarizaba el curso pasado al 67,6% del alumnado y al 82,1% de los extranjeros.
Esta tendencia de descompensaci¨®n no es nueva, pero sigue aumentando cada vez m¨¢s y se coloca en el centro del debate sobre la educaci¨®n p¨²blica. El problema de concentraci¨®n de inmigrantes no es homog¨¦neo en toda Espa?a (el porcentaje de extranjeros supera el 12% en Baleares, La Rioja o Madrid), ni si quiera dentro de las mismas ciudades, pero los defensores de la educaci¨®n p¨²blica piden desde hace a?os un reparto equilibrado de estos alumnos entre una y otra red. Se quejan, adem¨¢s, de que esta concentraci¨®n empuja muchas veces a los padres a preferir la ense?anza concertada.
Incluso la ¨²ltima memoria anual del Consejo Econ¨®mico y Social (CES), ¨®rgano consultivo del Gobierno, advirti¨® de la "alta concentraci¨®n" de inmigrantes en los colegios e institutos p¨²blicos de primaria y secundaria. El texto aconsejaba una "distribuci¨®n equilibrada" de estos alumnos para evitar "procesos de marginalizaci¨®n".
Por su parte, los responsables de la concertada, mayoritariamente formada por colegios cat¨®licos, responden que no tienen ning¨²n problema en asumir el porcentaje que les corresponde, aseguraba la semana pasada Manuel de Castro, secretario general de la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos en la Ense?anza (FERE). Pero a?ad¨ªa que no se puede obligar a nadie a ir a uno u otro tipo de centro, sobre todo teniendo en cuenta la especificidad la educaci¨®n que ofrecen los centros cat¨®licos.
"Estamos abiertos y deseamos comprometernos con este colectivo que, aunque no siempre, son alumnos con necesidades educativas especiales. Pero tambi¨¦n ellos tienen que elegir, no se les puede obligar".
La reci¨¦n estrenada ley educativa (LOE) cuyos contenidos entran en vigor este curso en 1? y 2? de primaria y 1? y 3? de secundaria, establece que los concertados tendr¨¢n que reservar un n¨²mero de plazas que las comunidades establezcan para los inmigrantes que lleguen con el curso empezado. El Ministerio de Educaci¨®n espera que esta medida empiece a cambiar la tendencia, explica un portavoz, pero tambi¨¦n que habr¨¢ que esperar varios a?os para ver los resultados.
Sin embargo, a la presidenta de la confederaci¨®n laica de padres Ceapa, mayoritaria en la escuela p¨²blica, Lola Abell¨®, esta medida le parece "un pasito", pero "insuficiente". "Para cambiar la tendencia, seguimos pidiendo que todos los padres soliciten plaza para sus hijos en oficinas centralizadas en cada municipio para que se les distribuya. Nosotros no creemos que muchos inmigrantes en un centro sean un problema, pero que se pongan los medios para atenderles", a?ade,
Por lo dem¨¢s, el curso empieza estos d¨ªas para 7,2 millones de alumnos de ense?anzas no universitarias (de infantil a bachillerato y FP), que estrenan los contenidos y las medidas de una ley que pretende combatir el abandono escolar prematuro (los chicos que dejan de estudiar despu¨¦s de la ense?anza obligatoria hasta los 16 a?os), del 29,9% en 2006. ?ste es "el gran desaf¨ªo del sistema espa?ol", asegur¨® la ministra Cabrera. Aunque se?al¨® un cabio de tendencia -en 2005 era del 30,8%-, admiti¨® que esas cifras son preocupantes y que es francamente dif¨ªcil alcanzar el objetivo marcado por la UE para 2010: reducirlo al 10%.
As¨ª, esa recuperaci¨®n del n¨²mero de alumnos, sobre todo gracias a la inmigraci¨®n, que se est¨¢ notando ya en las ense?anzas infantil y primaria, con 135.000 estudiantes m¨¢s que el a?o pasado, llegue a la ense?anza posobligatoria, es decir, a la Formaci¨®n Profesional y al bachillerato. Cabrera asegur¨® que la nueva organizaci¨®n que su ministerio propuso en mayo para el bachillerato, con un curso puente entre primero y segundo, ayudar¨¢ a evitar el abandono en esta etapa. La idea consiste en que los alumnos suspendan cuatro asignaturas en 1?, podr¨¢n repetir al a?o siguiente s¨®lo esas materias y matricularse en algunas de segundo, algo parecido a lo que ocurre en la universidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.