Un entorno mundial de desaceleraci¨®n y turbulencias

El sistema bancario espa?ol ha experimentado una fort¨ªsima expansi¨®n y perfeccionamiento a lo largo de las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, impulsado por tres grandes fuerzas motrices: crecimiento econ¨®mico, cambio tecnol¨®gico y, finalmente, cambio normativo de signo liberalizador.

En particular, la decidida apuesta de los bancos y cajas de ahorros espa?olas en favor de la modernizaci¨®n tecnol¨®gica y de la optimizaci¨®n de la gesti¨®n ha hecho posible que Espa?a sea el pa¨ªs de nuestro entorno donde hay un menor coste bancario en funci¨®n de los ingresos (m¨¢rgenes y comisiones) del sistema bancario por habitante (v¨¦ase cuadro 1).

Pero, adem¨¢s, y pese a sus bajos gastos de explotaci¨®n, Espa?a es tambi¨¦n el pa¨ªs con mayor cobertura de oficinas y cajeros de la Uni¨®n Europea y de m¨¢s amplia tipolog¨ªa de servicios tanto en aqu¨¦llas como en los canales directos, seg¨²n demuestra un reciente estudio de Deloitte.

"La tasa de morosidad espa?ola (0,6%) representa aproximadamente la cuarta parte de la tasa media europea, situada en el 2,2%"

"Las cajas y bancos espa?oles est¨¢n en una situaci¨®n m¨¢s ventajosa que las del resto de pa¨ªses desarrollados para afrontar la desaceleraci¨®n"

En resumen, Espa?a es el pa¨ªs en el que se ofrece, comparado con los pa¨ªses con condiciones estructurales homog¨¦neas, un entorno m¨¢s favorable para el cliente: mayor nivel de servicio a un menor precio. Bien se puede decir, por ello, que los bancos y cajas de ahorros espa?oles constituyen, sin duda, uno de los sistemas bancarios m¨¢s eficientes del mundo.

Sorprendentemente, a pesar de su evidente ventaja competitiva frente a sus hom¨®logos en Europa y Am¨¦rica, algunos an¨¢lisis recientes han aventurado la opini¨®n de que el sistema bancario espa?ol est¨¢ en peores condiciones que los dem¨¢s para afrontar la probable desaceleraci¨®n futura de las econom¨ªas m¨¢s desarrolladas, acentuada por las consecuencias de la llamada crisis de las hipotecas subprime.

Es cierto que Espa?a es uno de los pa¨ªses en los que el sector inmobiliario se ha expansionado con mayor vigor (de hecho, ¨¦sta es una de las principales razones de nuestro extraordinario crecimiento a lo largo de los ¨²ltimos a?os) y, por ello, tambi¨¦n cabe tener una mayor severidad en el ajuste. Pero es igualmente cierto, en opini¨®n de la gran mayor¨ªa de los expertos, que la econom¨ªa espa?ola ser¨¢ una de las que mejor se comporte en el pr¨®ximo futuro (en ese mismo ¨¢mbito de las econom¨ªas m¨¢s desarrolladas), lo cual facilitar¨¢ notablemente la adaptaci¨®n de su sistema bancario al reajuste del sector inmobiliario.

Pero, adem¨¢s, una mirada a nuestro alrededor nos permitir¨¢ comprobar la privilegiada situaci¨®n de partida de las entidades espa?olas para afrontar esos tiempos m¨¢s dif¨ªciles.

Con datos del ¨²ltimo Global Financial Stability Report (GFSR), informe publicado a finales de septiembre por el Fondo Monetario Internacional (FMI), resulta que la tasa de morosidad del cr¨¦dito en el sistema financiero espa?ol es de las m¨¢s bajas de los pa¨ªses desarrollados. Llama la atenci¨®n que la tasa de morosidad espa?ola (0,6%) representa aproximadamente la cuarta parte de la tasa media europea, situada en el 2,2%, con pa¨ªses como Francia, Alemania e Italia superando ampliamente la tasa del 3%.

Pero si los niveles de morosidad de las cajas y bancos espa?oles son envidiables, lo son a¨²n m¨¢s los grados de cobertura alcanzados, propiciados por una normativa muy estricta del Banco de Espa?a que ha obligado a las entidades espa?olas a realizar un gran esfuerzo para la dotaci¨®n de fondos de cobertura de insolvencias.

Este esfuerzo diferencial, que se sigue manteniendo en la actualidad, tiene su reflejo en unos grados de cobertura muy superiores a los de cualquier otro sistema financiero desarrollado. Con datos del informe del FMI, el grado de cobertura, es decir, la proporci¨®n que representan las provisiones constituidas por las entidades respecto a los activos dudosos que soportan, se sit¨²a en el 252% para el conjunto de entidades espa?olas, es decir, casi cuatro veces m¨¢s que la media europea, que est¨¢ en el 68%. Pa¨ªses con importantes entidades financieras como Holanda, Francia y el Reino Unido no llegan al 70% de cobertura, y en Jap¨®n s¨®lo se alcanza un exiguo 30% (v¨¦ase cuadro 2).

Por lo que se refiere a la solvencia de las entidades financieras espa?olas, es de sobra conocido que ¨¦stas superan ampliamente los requerimientos m¨ªnimos de recursos propios que emanan de la legislaci¨®n internacional, coeficiente BIS, pero tambi¨¦n rebasan de forma importante la normativa, m¨¢s exigente, del Banco de Espa?a. Retomando el reciente informe elaborado por el Fondo Monetario Internacional, para la comparaci¨®n de las entidades espa?olas con las del resto de pa¨ªses desarrollados, ¨¦sta resulta nuevamente favorable a las de nuestro pa¨ªs. En concreto, la ratio de Recursos Propios sobre Total Activos, 7,2% en el caso de Espa?a, s¨®lo se ve superada por las de Estados Unidos, Finlandia y el Reino Unido, esto es, ocupar¨ªa la cuarta posici¨®n del ranking sobre un total de 19 Estados analizados, dejando por detr¨¢s pa¨ªses como Francia, Alemania y Holanda.

Esta fortaleza de las entidades espa?olas se ve confirmada por las excelentes cuentas de resultados de los nueve primeros meses del a?o que las entidades han publicado, demostrando que los efectos de la crisis, al menos hasta septiembre, han sido marginales y anecd¨®ticos, contrastando con lo que se ha visto en los intermediarios financieros americanos y europeos.

Por tanto, no cabe duda de que ante la m¨¢s que probable desaceleraci¨®n de las econom¨ªas desarrolladas, y cualquiera que sea la duraci¨®n y la intensidad de las turbulencias financieras internacionales, las cajas y bancos espa?oles est¨¢n en una situaci¨®n m¨¢s ventajosa que las del resto de pa¨ªses desarrollados para afrontarla. Es m¨¢s, tiempos como los que se avecinan son tambi¨¦n tiempos de grandes oportunidades y es muy posible que el sistema bancario espa?ol sepa aprovecharlas, tal y como lo ha hecho en ocasiones anteriores.

En el caso concreto de las cajas de ahorros un entorno menos expansivo significar¨¢, adem¨¢s, nuevos retos para optimizar el destino de sus beneficios a trav¨¦s de la obra social, buscando la forma m¨¢s acertada de contribuci¨®n al bienestar de los ciudadanos en ese nuevo entorno.

A modo de recapitulaci¨®n final se puede decir que las cajas de ahorros y los bancos espa?oles se encuentran magn¨ªficamente preparados para afrontar los nuevos escenarios. Si el juego va a consistir en la continua adaptaci¨®n, alta rivalidad y creciente complejidad y riesgo, podr¨ªamos decir que nuestros intermediarios financieros se encontrar¨¢n c¨®modos, pues llevan treinta a?os reestructur¨¢ndose permanentemente y desarrollando habilidades adaptativas, optimizadoras y de gesti¨®n del riesgo.

Juan Ram¨®n Quint¨¢s Seoane es presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros.