Literatura del narcotr¨¢fico
"Lobo aprendi¨® en las cantinas que los boleros admiten cara suavecita, pero que los corridos reclaman bragarse y figurar la historia mientras se la canta. Tambi¨¦n aprendi¨® las siguientes verdades: hay un Dios que dice agu¨¢ntese, las cosas son como son. Y, quiz¨¢, la m¨¢s importante: ap¨¢rtate del hombre que est¨¢ a punto de vomitar". As¨ª era la vida del protagonista de la novela de Yuri Herrera Trabajos del reino, hasta que conoci¨® a El Rey, uno de esos tipos capaces de llenar un espacio "con un aire de saberlo todo".
A Yuri Herrera (Actop¨¢n, M¨¦xico, 1970) le atra¨ªa la idea de escribir una novela sobre la relaci¨®n entre el poder y el arte. No quer¨ªa remontarse a la Europa del siglo XVI, as¨ª que empez¨® a frecuentar las tabernas y cantinas de Ciudad Ju¨¢rez y a escuchar mucha m¨²sica. Entonces viv¨ªa en El Paso (Texas), que comparte calle principal con Ciudad Ju¨¢rez. Basta cruzar la frontera para estar en el otro lado. Ah¨ª mismo, entre copa y copa, se le ocurri¨® que lo que m¨¢s se parec¨ªa a un soberano era un narco y que el artista podr¨ªa ser un escritor de corridos. "Claro que no todos los escritores trabajan para ellos pero muchos narcos tienen escritores a su servicio", cuenta el escritor por tel¨¦fono desde la Universidad de Berkeley, donde realiza los estudios de doctorado y da clases de escritura para los alumnos que estudian espa?ol.
Si Ju¨¢rez, una ciudad fronteriza dominada por la violencia y la injusticia, fue su modelo de espacio en el que se mover¨ªan los personajes, Chalino S¨¢nchez, compositor de corridos que muri¨® a balazos -"lo levantaron", en mexicano -, fue el personaje en el que en cierto modo se inspir¨® para crear al protagonista. Herrera escuch¨® tantos corridos que incluso se sinti¨® inspirado para redactar algunos. El corrido es un g¨¦nero muy importante dentro de la l¨ªrica mexicana, incluso antes de la revoluci¨®n. Mucha gente se enteraba de los grandes acontecimientos por la m¨²sica, especialmente aquellas noticias que no aparecen en los medios. Y as¨ª sigue. "El corrido goza de cabal salud. No s¨®lo no han bajado en popularidad sino que se encuentran en YouTube y se actualizan cada d¨ªa".
En Trabajos del reino huy¨® de cualquier tipo de data. En la novela no se mienta la droga, ni figura el nombre de ninguna ciudad, ni siquiera el narcotr¨¢fico o la frontera. Tampoco se fij¨® en ning¨²n narco conocido. No ten¨ªa inter¨¦s en ning¨²n nombre. "La idea responde a un arquetipo, quer¨ªa dejar claro que se est¨¢ produciendo un cambio generacional en el tipo de liderazgo. Por un lado, est¨¢ El Rey, un modelo arcaico y paternalista, que se enfrenta a otro m¨¢s joven que quiere tomar el poder y que lleva a cabo otras pr¨¢cticas empresariales. Ahora hay muchos m¨¢s narcos pero menos poderosos. Se trata de gente de clase media alta que ha estudiado en Estados Unidos y que vive en urbanizaciones de lujo donde ni los propios vecinos se conocen. El nuevo narco se ha mimetizado con el paisaje y el paisaje ahora es la apertura comercial". Como ejemplo de su capacidad de adaptaci¨®n a las reglas del capitalismo, dice que en M¨¦xico se cuenta que el narco Cuero Palma mand¨® un emisario a Rusia en cuanto cay¨® el muro de Berl¨ªn con la idea de que all¨ª se iba a armar un buen negocio.
Pero si uno de los elementos de la novela es el envejecimiento de las nuevas formas de ejercer el poder, la piedra sobre la que se cincela la obra es el lenguaje. La prosa de Herrera consigue plasmar el ritmo y hasta la textura de las conversaciones que le gustaba escuchar en esas jornadas de cantinas y corridos. "Quer¨ªa recuperar los giros del lenguaje popular, pero sin darles un tratamiento paternalista. Quise ser justo con esas maneras de explicar cierta realidad que no se encuentra en los diccionarios y que s¨®lo conocen los que se expresan en esa cruda manera de vivir". As¨ª, el protagonista de la novela usa el t¨¦rmino cartonear, un vocablo acu?ado para definir la actividad de vivir en la calle entre cartones, los sicarios se reenchilan (encabronan) y mochan los pulgares a los traidores.
Herrera confirma tambi¨¦n que la literatura del narcotr¨¢fico se ha convertido en un g¨¦nero, practicado con ¨¦xito por periodistas y escritores. "Las ra¨ªces sobre las que se sustenta el g¨¦nero son las de la novela negra en el sentido de que no se hace ilusiones sobre la pureza de las instituciones". La novela se public¨® en M¨¦xico hace cuatro a?os, tras ganar el Premio Frontera de Palabras, dedicado a galardonar a los escritores que viven entre M¨¦xico y Estados Unidos. -
Trabajos del reino. Yuri Herrera. Perif¨¦rica. C¨¢ceres, 2008. 135 p¨¢ginas. 14,50 euros.
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