Cuando el sueldo no llega ni para pagar la casa
El repunte de la morosidad obliga a los bancos a embargar cada vez m¨¢s pisos
El abogado Enrique de Frutos los ve pasar cada vez m¨¢s a menudo por su despacho y casi todos responden al mismo perfil: j¨®venes de entre 25 y 35 a?os, mileuristas y muchos de ellos inmigrantes. Todos pidieron un pr¨¦stamo para comprarse un piso cuando los tipos de inter¨¦s estaban por los suelos, todos lo hicieron estirando al m¨¢ximo su sueldo y todos se encuentran ahora con unas facturas inasumibles.
La ejecuci¨®n de hipotecas aument¨® en Valencia el a?o pasado un 50%
El mes de diciembre fue el sexto consecutivo en el que aument¨® la morosidad de los cr¨¦ditos. Lleg¨® al 0,848% de todo el dinero prestado a particulares y empresas, casi 15.000 millones de euros. Aunque, como se encargan de recalcar unos bancos y cajas siempre reacios a hablar del tema, el 0,848% sigue estando en niveles hist¨®ricamente bajos, y muy inferiores a los europeos.
Pero hay otro punto en el que coinciden las entidades financieras: los impagos seguir¨¢n subiendo en los pr¨®ximos meses, hasta duplicarse en 2008. Seguir¨¢n, eso s¨ª, lejos de los niveles que se alcanzaron a mediados de los a?os noventa, cuando se super¨® ampliamente el 5%.
Los bancos y cajas achacan este repunte al pinchazo del sector inmobiliario y al enfriamiento de la econom¨ªa en general. No tanto al encarecimiento de las hipotecas por la subida de los dos ¨²ltimos a?os del Eur¨ªbor. "Lo ¨²ltimo que dejan de pagar las familias es el piso", apuntan en las entidades.
Y es verdad que la morosidad en los cr¨¦ditos para compra de vivienda -del 0,63% en septiembre del a?o pasado- es m¨¢s baja de la general del 0,848%. Pero tambi¨¦n lo es que esta tasa es la mayor desde 1999. Y que los embargos de pisos est¨¢n aumentando. Aunque bancos y cajas se resisten a dar cifras concretas, caen algunos goteos de datos. Como el que dio el Tribunal Superior de Justicia valenciano en enero: la comunidad vivi¨® el a?o pasado un aumento del embargo de viviendas del 50%. El incremento en la provincia de Valencia fue del 82%.
M¨®nica, que en realidad no se llama M¨®nica pero prefiere ocultar su identidad, est¨¢ a punto de llegar a esta situaci¨®n. Compr¨® un piso, mont¨® un restaurante y ahora se las tiene que ver en los tribunales con la caja que le prest¨® un dinero que no puede devolver. Su caso es el prototipo del perfil de moroso que manejan los bancos: los malos pagadores se revelan en los dos primeros a?os del cr¨¦dito; quien paga religiosamente durante ese tiempo, ya no suele fallar. Por eso, entidades como el Santander han lanzado hipotecas m¨¢s baratas de lo normal para robar a sus competidores los clientes con un historial pagadero impoluto.
Desde el principio, M¨®nica ten¨ªa problemas para afrontar las letras, pero cuando un accidente le oblig¨® a pedir la baja en el restaurante que regentaba, las dificultades crecieron hasta convertirse en gigantes. "Despu¨¦s de hacer pagos muy irregulares, a principios de 2007 me faltaron 15 euros en la cuenta y el banco ya no aguant¨® m¨¢s. Dijeron que iban a llevar mi caso al departamento de morosidad", recuerda.
El abogado Enrique de Frutos se encuentra a menudo con casos as¨ª. "La mec¨¢nica del procedimiento no le deja ning¨²n margen de maniobra al deudor. El juez se limita a informarle de la cantidad que debe y que su piso va a salir a subasta", explica. De Frutos ayuda en ocasiones a sus defendidos a renegociar la deuda con los acreedores. "Al banco no le interesa cobrar en ladrillos. As¨ª que si el cliente es m¨¢s o menos solvente, tiene bastantes posibilidades de evitar la subasta. Muchas veces deja de ir al cine o de tomar una cerveza para salvar el piso. Pero el problema viene con las familias en las que no entran m¨¢s de 1.000 euros al mes o en los casos de separaci¨®n. Ah¨ª hay poco que hacer", a?ade el abogado.
Manuel Pardos, presidente de la Asociaci¨®n de Consumidores de Banca Adicae, apunta que la agresiva pol¨ªtica comercial de los bancos y el alargamiento hasta el infinito de los plazos para devolver los cr¨¦ditos son la causa de que muchas personas compraran una casa que no se pod¨ªan permitir. De Frutos, por su parte, culpabiliza del repunte de la morosidad a la osad¨ªa de unos bancos que concedieron hipotecas con cuotas que supon¨ªan hasta el 70% de los ingresos familiares.
En diciembre de 2006, el vicepresidente Pedro Solbes relativiz¨® la subida que estaba experimentando el Eur¨ªbor con el argumento de que el "umbral del dolor" que puede soportar la econom¨ªa espa?ola es "muy alto". Pues bien, parece que ya hay muchas familias que han traspasado ese umbral.
Soluciones con trampa
"?Le cuesta llegar a final de mes y est¨¢ a punto de tener retrasos en los pagos? Si paga usted 1.542 euros al mes por su hipoteca, pr¨¦stamo para el coche y personal, y la visa... a partir de ahora, usted pagar¨¢ con nosotros 750. Y si quiere, le conseguiremos liquidez".
Abundan anuncios como ¨¦ste que ofrecen la soluci¨®n perfecta para aquellos que est¨¢n asfixiados por las facturas. Pero muchas veces tienen trampa. El presidente de Adicae (Asociaci¨®n de Usuarios de Bancos y Cajas), Manuel Pardos, advierte que estas empresas suelen ser "pan para hoy y hambre para ma?ana".
Pardos dice que gracias a las empresas de unificaci¨®n de deudas, la morosidad no ha subido tanto como podr¨ªa haberlo hecho. Pero estas sociedades tienen un reverso menos amable: "Es un sector que no est¨¢ regulado. Hay muchos chiringuitos que prometen que al reunificar la deuda, bajar¨¢n las cuotas, peros suelen tener costes tremendos", afirma.
El abogado Enrique de Frutos dice que una de las pocas cosas que puede hacer por los clientes que llegan a su despacho a punto de sufrir un embargo es aconsejarles que no recurran a estas empresas.
"Veo a mucha gente con escasa cultura, que no se da cuenta del golpe que pueden recibir. Con tal de tapar el agujero de hoy, se dejan comer el coco sin pensar qu¨¦ pasar¨¢ ma?ana", asegura De Frutos, que explica que a veces una buena opci¨®n es que sea el propio banco el que se encargue de unificar todas las deudas.
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