La Justicia obliga a los Franco a dejar inspeccionar el Pazo de Meir¨¢s

Un a?o le cost¨® a la Xunta de Galicia lograr su prop¨®sito de inspeccionar el estado de conservaci¨®n del Pazo de Meir¨¢s, la propiedad de la familia de Franco, pagada por los coru?eses y regalada al dictador en plena Guerra Civil. La Conseller¨ªa de Cultura, que dirige la nacionalista Anxela Bugallo, gan¨® el pulso a los herederos del Caudillo, quienes encabezados por su ¨²nica hija, Carmen, cerraron a cal y canto la entrada a un bien inscrito en el inventario del Patrimonio Cultural de la comunidad aut¨®noma desde 1991.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, en un auto difundido ayer, autoriza a la Administraci¨®n gallega a inspeccionar antes de un mes el estado de conservaci¨®n del pazo y sus jardines, en total 66.792 metros cuadrados enclavados en el municipio de Sada (A Coru?a). Aunque los Franco tienen cinco d¨ªas para interponer, ante el mismo tribunal, un recurso de s¨²plica, la resoluci¨®n judicial es ejecutiva y echa por tierra todos y cada uno de los argumentos que los herederos del dictador invocaron ante la Justicia para impedir la entrada al singular castillo de tres torres rectangulares, construido a finales del siglo XIX por encargo de la condesa y escritora Emilia Pardo Baz¨¢n.

El tribunal gallego, que ya hab¨ªa dictaminado en octubre pasado a favor de esa inspecci¨®n por considerar que debe prevalecer "el inter¨¦s p¨²blico sobre el privado", recuerda que es un deber legal de la Xunta comprobar el estado de conservaci¨®n de patrimonios catalogados as¨ª como una obligaci¨®n de sus due?os facilitar el acceso para la inspecci¨®n. Los Franco, subraya el auto, nunca alegaron contra la inclusi¨®n de su propiedad en el Patrimonio de Galicia.

El Tribunal Superior de Galicia incluso marca las condiciones de la visita al Pazo de Meir¨¢s: si no hay acuerdo sobre una fecha entre Cultura y los Franco, la inspecci¨®n se realizar¨¢ como muy tarde el 17 de abril, en horario diurno y "sin publicidad". Entrar¨¢ en la propiedad con la misi¨®n de "comprobar el estado actual de conservaci¨®n del edificio y su entorno" el equipo propuesto por la conseller¨ªa: una arquitecta, una historiadora y un arque¨®logo. Son los mismos tres t¨¦cnicos a los que la familia Franco dio con las puerta en las narices, el pasado 30 de agosto, cuando acudieron a Meir¨¢s.

El alto tribunal autoriza tambi¨¦n, en contra de los deseos de los herederos del dictador, que se realice un reportaje fotogr¨¢fico del interior de la propiedad. Cultura deber¨¢, no obstante, mantener todas las cautelas y m¨¢xima discreci¨®n para no atentar contra la intimidad de los due?os, y tanto las fotos como datos que obtenga en la inspecci¨®n "no tendr¨¢n otro uso que el de ser incorporados al expediente" que la conseller¨ªa abri¨® hace m¨¢s de un a?o para determinar si el Pazo es susceptible de ser declarado Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC). Esta figura implica medidas para reforzar la preservaci¨®n del patrimonio y establece un m¨ªnimo uso p¨²blico, al obligar a sus due?os a abrirlo cuatro d¨ªas al mes.

"Llev¨® alg¨²n tiempo, pero al final podremos cumplir con nuestro trabajo", declar¨® ayer una "muy satisfecha" conselleira de Cultura. Anxela Bugallo subray¨® que siempre presidi¨® "el respeto por la intimidad" de los Franco en la actuaci¨®n de su departamento para cumplir la legalidad vigente. Fue en Semana Santa del a?o pasado cuando la conseller¨ªa, tras abrir un expediente administrativo, se puso en contacto con Carmen Franco para fijar la fecha de una posible inspecci¨®n del interior de la propiedad. Aunque la hija del dictador incluso lleg¨® a enviar un escrito sobre su disposici¨®n a abrir Meir¨¢s, lo cierto es que fue aplazando reiteradamente la visita de los t¨¦cnicos de la Xunta.

En agosto, la conseller¨ªa envi¨® un equipo de t¨¦cnicos, pero un abogado de los Franco les comunic¨® que no s¨®lo no pod¨ªan entrar, sino que se hab¨ªa presentado un recurso contencioso-administrativo contra la resoluci¨®n de la Xunta.