Rebeli¨®n ind¨ªgena en el norte de Brasil
Los indios se enfrentan a los cultivadores de arroz para defenderel territorio que les cedi¨® el Gobierno
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La decisi¨®n del Gobierno de Brasil de expulsar a empresarios arroceros instalados en tierras destinadas a una reserva ind¨ªgena se ha convertido en un aut¨¦ntico quebradero de cabeza para el presidente, Luiz In¨¢cio Lula da Silva. La medida, suspendida cautelarmente por el Tribunal Supremo la semana pasada, ha sido contestada por las autoridades locales y por el propio Ej¨¦rcito, mientras se agudizan los enfrentamientos entre indios y productores arroceros por el control de la reserva Raposa Serra do Sol, en el norte?o Estado de Roraima, fronterizo con Venezuela.
La reserva fue creada por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso en 1998, pero no fue hasta 2005 cuando el Gobierno asign¨® los 1,6 millones de hect¨¢reas -una extensi¨®n equivalente a Asturias y Cantabria- a los 18.000 indios que habitan en la zona, junto a toda una comunidad de blancos que cultivan arroz y que se negaron a abandonar el territorio. Los arroceros, apoyados por una parte de los ind¨ªgenas, empezaron a armarse. Tras tres a?os de protestas, denuncias y fricciones, el Gobierno de Brasilia orden¨® recientemente el desalojo de los arroceros, desplegando para ello a las fuerzas policiales. La operaci¨®n, sin embargo, no se pudo llevar a cabo porque el Tribunal Supremo orden¨® su suspensi¨®n a la espera de un examen m¨¢s exhaustivo de la cuesti¨®n. La medida hab¨ªa sido solicitada por el Gobierno de Roraima, que asegura que la actividad de los arroceros genera cerca del 10% del Producto Interior Bruto (PIB) del Estado.
El Ej¨¦rcito considera que la creaci¨®n de la reserva amenaza la soberan¨ªa nacional
Tambi¨¦n las Fuerzas Armadas han terciado en la pol¨¦mica y han lanzado un mensaje contundente al Gobierno de Lula. Lo hicieron en un seminario sobre las amenazas a la soberan¨ªa, celebrado el mi¨¦rcoles. En ese foro, la c¨²pula militar dej¨® clara su oposici¨®n a la entrega de 1,6 millones de hect¨¢reas, por considerar que esa decisi¨®n podr¨ªa atentar contra la soberan¨ªa territorial y la propia seguridad nacional. Los militares incidieron, entre otras cosas, en la ubicaci¨®n fronteriza de la reserva. Uno de ellos, el general Martio Madureira, lleg¨® a evocar el fantasma de Kosovo y el temor a futuras exigencias independentistas. "?C¨®mo puede impedirse a un brasile?o que pise un territorio porque pertenece a ind¨ªgenas? Eso no entra en mi cabeza", dijo el general Augusto Heleno, comandante general de Amazonia, entre los aplausos de los asistentes.
D¨ªas atr¨¢s, Heleno hab¨ªa criticado el estado lamentable en el que viven los ind¨ªgenas de Raposa Serra do Sol. Durante el seminario, el general volvi¨® a poner de relieve el abandono de aquel territorio donde, explic¨®, los indios se han entregado en buena parte al alcoholismo y a las drogas.
Simult¨¢neamente, un grupo de ind¨ªgenas de la regi¨®n ha anunciado que se est¨¢n organizando para "resistir" frente a los productores de arroz, informa la agencia Efe. En un campamento montado en la Explanada de los Ministerios, la m¨¢s c¨¦ntrica avenida de Brasilia, Jacir Macux¨ª, habitante de la reserva, critic¨® la decisi¨®n del Tribunal Supremo y acus¨® a los empresarios de quemar decenas de sus viviendas y dos escuelas. Por su parte, Jecinaldo Sater¨¦-Maw¨¦, portavoz de la Coordinadora de Ind¨ªgenas de Amazonia, dijo que todas las etnias de Brasil se solidarizan con los pueblos de Raposa do Sol y est¨¢n dispuestas a movilizarse "y si fuera preciso, a dar la vida" en defensa de sus hermanos.
La papeleta est¨¢ ahora en manos de los magistrados del Supremo, que deber¨¢n dar la ¨²ltima palabra sobre un conflicto arrastrado desde hace m¨¢s de veinte a?os.
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