El uso de violencia contra un menor da un vuelco al 'caso Nanysex'
La acusaci¨®n ir¨¢ a otro juicio si no puede recalificar los hechos como violaci¨®n
Jos¨¦ G¨®mez Cansino, Aza, utiliz¨® la violencia contra los dos menores a los que vej¨®. Lo "mencion¨®" una de sus v¨ªctimas durante el an¨¢lisis psicol¨®gico al que fue sometida en 2005, un mes despu¨¦s de que se descubrieran los abusos. El ni?o dijo que "le daba golpes en la cabeza" para obligarle a mantener relaciones sexuales con ¨¦l, seg¨²n afirm¨® ayer el psiquiatra en la quinta sesi¨®n del juicio por el caso Nanysex, una red de pederastia forjada por supuestos canguros en Internet. As¨ª lo cont¨® a la prensa el abogado de la acusaci¨®n particular, Manuel Maza, en uno de los recesos del juicio.
Este ni?o de Vigo y su primo, del que G¨®mez Cansino tambi¨¦n abus¨®, son, por su edad, las ¨²nicas v¨ªctimas que se pueden acordar de estos detalles. Ten¨ªan seis a?os. Los otros cinco ni?os eran menores de dos. G¨®mez Cansino tiene 27 a?os y es uno de los tres secuaces de ?lvaro Iglesias, Nanysex, el cabecilla. Hasta ahora se enfrentaba a 24 a?os de prisi¨®n por dos delitos de abusos sexuales y otro de pornograf¨ªa infantil. Tras conocer que emple¨® la violencia, dato que ratific¨® ayer la autora del informe psicol¨®gico, los delitos de abusos ser¨ªan de violaci¨®n. Seg¨²n el C¨®digo Penal, si no hay violencia pero s¨ª penetraci¨®n las penas van entre 4 y 10 a?os. Si se demuestra que ha existido intimidaci¨®n, est¨¢n entre los 6 y los 12 a?os. La fiscal¨ªa, la acusaci¨®n particular y la popular hab¨ªan formulado la demanda como abusos y no como violaci¨®n, a pesar de que sostienen que hubo penetraciones en cuatro de las v¨ªctimas. Argumentan que el C¨®digo Penal establece que para que haya violaci¨®n tiene que haber violencia o intimidaci¨®n, y para que exista esta violencia debe darse una voluntad a la que doblegar. En los v¨ªdeos, seg¨²n la fiscal¨ªa, no se hab¨ªan encontrado pruebas de intimidaci¨®n.
Los abogados no pueden modificar su acusaci¨®n con datos nuevos a mitad de juicio. "Los hechos que se han conocido hoy no estaban en el informe del psic¨®logo. Si no puedo variar mi acusaci¨®n ir¨¦ a un nuevo juicio", afirma Maza.
La declaraci¨®n de este ni?o no es el primer indicio de que hubo violencia. En la segunda sesi¨®n del juicio, una de las madres afirm¨® que un d¨ªa hab¨ªa encontrado "manchas de sangre" entre las heces del menor. Otra observ¨® que ten¨ªa "las partes enrojecidas".
La madre de este ni?o de Vigo y t¨ªa de la otra v¨ªctima de Jos¨¦ todav¨ªa recuerda c¨®mo entr¨® en su vida por iniciativa propia. "Fueron cinco a?os de amistad. Mi vecina de arriba quer¨ªa alquilar una habitaci¨®n. Como es mayor y ten¨ªa confianza conmigo me pidi¨® que hiciera el casting. Jos¨¦ me pareci¨® bien. Era simp¨¢tico, agradable. Ven¨ªa de Orense para estudiar biolog¨ªa". Se fueron haciendo amigos compartiendo caf¨¦s. A los dos a?os comenz¨® a confiar en ¨¦l para que cuidara a sus hijos. "Sab¨ªa mucho de inform¨¢tica y se ofrec¨ªa a darles unas clases". Ni ella ni su hermana sospecharon nada. "?C¨®mo lo iba a saber yo si ellos [amenazados] me dec¨ªan que quer¨ªan subir a verle?", se lamenta. "Parec¨ªa incluso que se lo pasaban bien".
Pero ahora todo es distinto. "Una vez han comprendido que nunca le volver¨¢n a ver han comenzado a mostrar algunos signos. Escupen y hacen cortes de manga a la puerta de su casa... aunque de hablar, nada. Nos est¨¢ costando arrancarles las palabras. Tambi¨¦n les da miedo quedarse a dormir fuera de casa y les noto retra¨ªdos con otros ni?os".
Ayer en el juicio, los psic¨®logos expusieron que no se han detectado secuelas en los peque?os, salvo en dos de ellos en los que se aprecia "un cambio de actitud" en la vida cotidiana. Sin embargo, subrayaron que podr¨ªan manifestarse en la adolescencia e incluso hacerles potenciales agresores.
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