Algo peor

Hay algo peor que tener que convivir con el asesino de tu marido, como le sucede a Pilar El¨ªas, viuda de Baglietto, desde hace tres a?os; es decir, desde que el etarra K¨¢ndido Aspiazu se instal¨® en la cristaler¨ªa de los bajos de su casa. Hay algo a¨²n peor que tener que aguantar las miradas desafiantes de Aspiazu y sus colegas, e incluso sobrellevar, con entereza y silencio, las imprecaciones de alg¨²n energ¨²meno procedente del entorno terrorista. S¨ª, todo esto parece inconcebible e insufrible en un Estado de derecho, todo esto es atroz, pero hay algo a¨²n peor: que los vecinos le hurten la mirada a Pilar, que corran y se escondan como sabandijas para evitar cruzarse con ella, que el miedo envilezca de tal forma ese barrio. Y eso es lo que, al parecer, est¨¢ sucediendo todos los d¨ªas en Azkoitia.

Seguro que los conciudadanos que le hacen el vac¨ªo a Pilar (pero no a K¨¢ndido) han perge?ado alguna excusa con la que justificar su indignidad: a los humanos se nos da de maravilla maquillar nuestras miserias. Pero su vergonzosa actitud es el mejor ejemplo de hasta qu¨¦ punto la violencia etarra corrompe y degrada la sociedad vasca. Siempre sucede as¨ª cuando se impone la mafia.

Dentro de una semana, De Juana Chaos vivir¨¢ en la misma calle que cinco de sus v¨ªctimas. Ya es bastante malo que un pa¨ªs democr¨¢tico capaz de decretar alejamientos fulminantes a los maltratadores de mujeres (lo cual est¨¢ muy bien) no consiga impedir este desprop¨®sito. Y supongo que Chaos ir¨¢ por la vida, y por el barrio, con su careto p¨¦treo habitual y su desplante chulesco. Pero el vecindario tiene algo que hacer, tiene un papel crucial en todo esto. Que no se rindan al miedo, que no se entreguen sin luchar a su propia miseria. Que levanten la cabeza y la dignidad y arropen a las v¨ªctimas contra los verdugos.