Marineros en tierra
Los 24 tripulantes de un pesquero pierden su vuelo a Montevideo para embarcarse rumbo a las Malvinas
"Durmiendo, claro. Est¨¢bamos cansados como burros". Jos¨¦ Cortegoso, de 49 a?os, pas¨® as¨ª media tarde de ayer. Sesteando en un hotel cercano al aeropuerto de Madrid-Barajas. Hab¨ªa acumulado ya muchas horas en pie. La mayor¨ªa, frente a un mostrador de Iberia. Y con ¨¦l otros 23 compa?eros de tripulaci¨®n. A todos los esperaba para ir a las islas Malvinas el Pesmar I, un barco pesquero en el que ten¨ªan que embarcarse hoy. No llegar¨¢n a tiempo. El vuelo que les llev¨® de Vigo a Madrid el domingo por la noche sali¨® con m¨¢s de cuatro horas de retraso. Perdieron la conexi¨®n a Montevideo, claro.
"Estuvimos toda la madrugada en la cola, para que nos dieran una soluci¨®n", contaba Jos¨¦ ayer al mediod¨ªa, a punto de subirse al autocar que le iba a llevar al hotel. A las nueve de la ma?ana, por fin, les pagaron un caf¨¦. ?Nada m¨¢s en toda la noche? "Ni las gracias nos dieron", contestaba con media sonrisa de resignaci¨®n. Iberia les prometi¨® ayer un asiento en el vuelo a Buenos Aires de la una de esta madrugada. De all¨ª, a Montevideo. "Son m¨¢s horas, pero llegaremos", aseguraba confiado. Un d¨ªa entero de retraso no le parec¨ªa demasiado a este marinero que lleva 32 a?os embarc¨¢ndose durante largas temporadas. Esta vez, la pesca de merluza y calamar en las Malvinas le va a alejar de su pueblo pontevedr¨¦s, Mar¨ªn, durante cinco meses.
El problema es, sobre todo, de dinero; el que no van a cobrar
As¨ª que no es tanto cuesti¨®n del tiempo perdido o la incomodidad de pasar la noche en una terminal. Que tambi¨¦n. El problema es, sobre todo, el dinero. El que no van a cobrar. "El barco parado pierde entre 10 y 15 millones de pesetas cada d¨ªa", explicaba ayer Jos¨¦. "No nos quitan, pero tampoco ganamos". Su sueldo equivale a un porcentaje de la captura. "Cuanto m¨¢s pesquemos, m¨¢s ganamos".
Luc¨ªa La¨ªnez, de "sesenta y tantos", no llevaba tan bien como Jos¨¦ lo de ir en un autob¨²s camino del hotel. Significaba tardar un d¨ªa m¨¢s en llegar a Miami, en viaje de trabajo. "Yo ya hab¨ªa renunciado para siempre a volar con Iberia", contaba. "Pero, por horario, me ven¨ªa bien su vuelo de Valencia. Y mira". Hasta hoy al mediod¨ªa no podr¨¢ salir. "Muchas guasas me ha hecho ya esta compa?¨ªa", bufaba. "Y lo peor es que tienes que pelear un a?o para que te den tres duros".
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