El sal¨®n chino de do?a In¨¦s de la Cotilla
Pistas para disfrutar en Guadalajara: el majestuoso palacio del Infantado, una estancia nobiliaria cubierta de motivos orientales o una sesi¨®n de animado tapeo en los aleda?os de la plaza de toros
La culpa es de la piedra medieval y el monte pardusco. Estos colores dotan a Guadalajara (81.000 habitantes) de cierta melancol¨ªa y acompa?an en todo momento al que se deje caer por aqu¨ª. ?Por Guadalajara? S¨ª, porque es la capital de provincia m¨¢s cercana a Madrid (57 kil¨®metros) y se beneficia de su red de Cercan¨ªas de Renfe. De eso y de mucho m¨¢s: es una de las urbes que m¨¢s ha crecido en los ¨²ltimos a?os y muestra un centro hist¨®rico cada vez m¨¢s orgulloso. La capital de la comarca de la Alcarria ("ese pa¨ªs al que la gente no le da la gana ir", seg¨²n escribi¨® Camilo Jos¨¦ Cela) es una desconocida con una historia absorbente, mucho fr¨ªo en invierno y diversi¨®n nocturna escondida en los callejones de la calle Mayor.
10.00
La mejor opci¨®n es llegar desde Madrid en tren, en menos de una hora. La estaci¨®n deja al turista lejos del casco antiguo, y lo mejor es tomar el bus n¨²mero 2 y bajarse en el palacio del Infantado. Hasta llegar all¨ª, una sucesi¨®n de puentes sobre el r¨ªo Henares: uno musulm¨¢n; otro actual, de hierro y atirantado; otro ciclista... ?Qu¨¦ dir¨ªan los ¨¢rabes que la fundaron en el siglo VIII si se levantaran? Dif¨ªcil saberlo, pero los turistas de hoy dejan escapar expresiones de sorpresa. Poco queda de la ¨¦poca musulmana. S¨®lo una leyenda de escarceos b¨¦licos reflejada en su escudo, del siglo XI: Alvarf¨¢?ez, el conquistador cristiano mandado por El Cid, entrando a caballo bajo una noche de San Juan estrellada. Por eso, lo primero es visitar el torre¨®n medieval de Alvarf¨¢?ez (1), en el parque de la Huerta de San Antonio. Situado sobre un antiguo barranco que hoy es un jard¨ªn con fuentes de aires arabescos, donde la piedra blanca reluce al sol.
Reluciente piedra
Las modernas farolas de hierro conducen a la fachada m¨¢s fotografiada: el palacio del Infantado (2) (plaza de los Ca¨ªdos, 13. El patio de los Leones y los jardines se abren de lunes a viernes, de 9.00 a 21.30; s¨¢bados, de 9.00 a 14.30 y de 16.00 a 19.00; domingos y festivos, de 10.00 a 14.30 y de 17.00 a 19.00. Entrada gratuita), una mole impresionante con picos y ventanas floridas adornando su g¨®tico del siglo XV. Fue mandado construir por la familia Mendoza y la ciudad gan¨® empaque. El viento helado del oeste obliga a entrar en el patio porticado, con 48 leones que, aunque parecen iguales, son distintos unos de otros. En el mismo edificio est¨¢ el primer museo provincial (949 21 33 01 / 949 22 74 46. De martes a s¨¢bado, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00; domingos y festivos, de 10.00 a 14.00. Entrada gratuita) abierto en Espa?a (en 1838), donde merece un vistazo la famosa Virgen de la leche, una pintura del barroco Alonso Cano.
11.00
A dos minutos, m¨¢s historia noble: el palacio de los Mendoza (3) (Teniente Figueroa, 4), del siglo XVI, renacentista puro. Al lado, el convento de La Piedad, de port¨®n plateresco, cerrado porque la Administraci¨®n no sabe por ahora qu¨¦ hacer con ¨¦l. Las palomas, mientras, picotean sus muros. Cruzar la puerta del palacio (hoy un instituto de secundaria) es entrar en otro patio. Sobre las escaleras, un artesonado con motivos hexagonales como paneles de abeja. ?Un gui?o a la miel de la Alcarria? Para adquirir tarros de este manjar de la regi¨®n, la pasteler¨ªa Hernando (4) (Miguel Fluiters, 35) es una instituci¨®n en la ciudad. Las m¨¢s famosas son El Charro y Pe?alver. Puro olor a campo. Antes de que cierre el mercado de abastos (5) (plaza de la Virgen de la Antigua), hay que meterse en el bullicio para comprar otros productos de la zona, como esp¨¢rragos trigueros o setas.
Los 48 leones
Entre los soportales de la plaza Mayor (6) y el Ayuntamiento, con su campanario de hierro forjado, se va el tiempo. Con este subir y bajar, seguro que el gaznate necesita refresco. Hay que darle una oportunidad al vino local, con denominaci¨®n de origen Mond¨¦jar desde 1997. El tentempi¨¦ tendr¨¢ que dejar sitio en el est¨®mago para lo que tiene que venir en Guadalajara: cordero o asado. Ser¨ªa un delito irse sin probarlo. Uno de los mejores lugares, el Casino Principal (7) (calle Mayor, 22-24). El restaurante Miguel ?ngel (8) (L¨®pez de Haro, 4) es otro establecimiento imprescindible, donde uno puede degustar unas chuletitas de cordero con las brasas sobre la propia mesa.
12.30
El fr¨ªo servir¨¢ para espabilarse despu¨¦s del fest¨ªn. El parque de la Concordia (9), abierto en 1854, da la bienvenida entre dos columnas robustas. El pr¨®ximo destino es la cafeter¨ªa Tendido Alto (en el propio parque), un local de madera, elegante, moderno y con fotograf¨ªas art¨ªsticas de escenas del toreo. Entre las ramas se observa una c¨²pula granate que recuerda a las iglesias de Budapest. Es el delicado pante¨®n de la Duquesa de Sevillano (10), del siglo XIX y con influencias bizantinas, lo que aporta exotismo al centro. Castellano aut¨¦ntico es el fuerte de San Francisco -en el parque de San Francisco-, donde est¨¢ el pante¨®n de la famosa familia Mendoza. El torre¨®n del Alam¨ªn, del siglo XVI, formaba parte de la antigua muralla. En este punto, todo es silencio, tan s¨®lo pespunteado por el sonido del arroyo. Hay que cerrar los ojos, estarse quieto y disfrutar de la paz.
Miel como pocas
La calle de Salazares, un batiburrillo de casonas de piedra y tejados humildes, lleva a la concatedral de Santa Mar¨ªa (11), de finales del siglo XIII. El ladrillo y su arco de herradura apuntado en la entrada indican que se trata de un edificio mud¨¦jar. Delante se podr¨¢ observar la capilla de Luis de Lucena (traves¨ªa de San Miguel), del siglo XVI, con m¨¢s pinta de fortaleza. No desentona con la concatedral. El palacio de la Condesa de la Vega del Pozo es ideal para ver estilos ecl¨¦cticos, desde el XVI al XIX. Para encontrar rarezas habr¨¢ que dirigirse a la plazuela de Villamejor, donde se ubica el palacio de la Cotilla (12) (abre s¨¢bados, domingos y festivos, de 10.00 a 14.00 y de 16.30 a 19.30. Entrada gratuita). La principal atracci¨®n es el sal¨®n chino, una estancia forrada de arriba abajo con pinturas chinas sobre papel de arroz del siglo XVIII. ?El pa¨ªs asi¨¢tico en la Alcarria? El marido de do?a In¨¦s de la Cotilla (de ah¨ª el nombre del edificio, no porque su moradora fuera chismosa) era un rico comerciante y se le antoj¨® esta decoraci¨®n, que se convirti¨® en la admiraci¨®n de toda la ciudad.
14.00
Aprieta la gusa y la merienda no puede ser otra: bizcochos borrachos. Cuentan que cada repostero tiene su proporci¨®n secreta de alm¨ªbar (mezcla de agua, ron y miel). Por eso habr¨¢ que probarlos en sitios como Hernando 17 (13) (paseo del Doctor Fern¨¢ndez Iparraguirre, 23) o La Flor y Nata (calle Mayor, 32) con un caf¨¦. Para cenar, tapeo gratuito en los aleda?os de la plaza de toros (14). Compru¨¦belo al pedir la ca?a en La Tejera y El Indalo - .
?Cordero o asado?
En la calle de Bardales (15), cerca del Ayuntamiento, uno puede pasar toda la noche de pub en pub. La Criolla es el encargado de ofrecer la primera copa. Luego vendr¨¢ el Tijuana, m¨¢s ambientado, donde triunfan los c¨®cteles. El Callej¨®n es el m¨¢s rockero de todos. Como el cierre de los pubs es a las 3.30, una elecci¨®n es el Drops (16) (calle de Salvador Dal¨ª, 5), que ofrece sonidos house. Bailar ser¨¢ el objetivo irremediable. Y es que los colores apagados de esta ciudad enga?an.
16.30
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