Fiat: de moribunda a salvavidas
Repudiada por General Motors en 2005 y con una deuda que hac¨ªa temer por su supervivencia, la empresa italiana se ha convertido en socio ideal para reflotar Chrysler
Hace cuatro a?os General Motors pag¨® 1.500 millones de euros a Fiat para deshacer el compromiso firmado en 2000 para comprar el 90% de la casa italiana. Por aquel entonces la compa?¨ªa estaba sumida en plena reconversi¨®n para hacer frente a una crisis que llevaba arrastrando varios a?os y que amenazaba con sepultarla. Esa misma compa?¨ªa se ha convertido esta semana en el salvavidas de Chrysler, el tercer fabricante americano, y ha recibido los elogios del mism¨ªsimo presidente de EE UU. "El actual equipo directivo de Fiat ha protagonizado un relanzamiento impresionante", dijo Barak Obama el martes pasado, bendiciendo as¨ª el acuerdo entre ambas compa?¨ªas, que deber¨¢n presentar un plan en 30 d¨ªas para poder beneficiarse de una ayuda estatal de 6.000 millones de d¨®lares.
Un mes por delante para alcanzar un acuerdo definitivo por el que la italiana podr¨ªa hacerse, en una primera etapa, con una participaci¨®n del 20% del fabricante americano y volver al mercado estadounidense con la marca Fiat a cambio de tecnolog¨ªa y know how, es decir, sin poner un solo euro. "Fiat est¨¢ preparada para transferir su avanzada tecnolog¨ªa a Chrysler y se ha comprometido a producir en EE UU coches con nuevos motores que ahorrar¨¢n carburante y a devolver las inversiones de los contribuyentes antes de tener la mayor¨ªa de Chrysler", resumi¨® as¨ª Obama el principio de acuerdo.
Sergio Marchionne, consejero delegado de Fiat y art¨ªfice de la recuperaci¨®n de la empresa, est¨¢ en EE UU poniendo a punto el plan. Desde su llegada a la direcci¨®n, en junio de 2004, poco despu¨¦s de la muerte de Giovanni y Umberto Agnelli, y con la compa?¨ªa haciendo agua por todas partes, su esfuerzo se ha concentrado en conseguir una estructura organizativa m¨¢s din¨¢mica, eficiente y competitiva.
Para ello no dud¨® en jubilar a los viejos gestores, poco d¨²ctiles al cambio y muy alejados de la realidad del mercado, y reemplazarlos por gente m¨¢s joven, capaz de hacer frente a la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica por la que atravesaba la compa?¨ªa. Marchionne apost¨® entonces por un cambio de personas, de cultura y de mentalidad para intentar inculcar responsabilidad a cada uno de los directivos, con el objetivo de favorecer la toma r¨¢pida de decisiones y de activar las sinergias dentro del grupo.
Un a?o antes, Fiat hab¨ªa aprobado un plan orientado a sacar a la compa?¨ªa de los n¨²meros rojos de cinco ejercicios consecutivos en un plazo de dos a?os. La estrategia se basaba en impulsar el desarrollo de productos con el lanzamiento de nuevos modelos y conseguir una estructura de costes competitiva. Adem¨¢s, fij¨® como meta la inversi¨®n del 5% de la facturaci¨®n en programas de tecnolog¨ªa e innovaci¨®n.
Empe?ada en no vagar sola por el cada vez m¨¢s competitivo y agresivo mercado automovil¨ªstico, Fiat emprendi¨® una campa?a de colaboraciones, acuerdos estrat¨¦gicos y joint ventures con diferentes compa?¨ªas (Tata, Ford,
Peugeot Citro?n, Suzuki, OJSC-Sollers, ex Severstal Auto) y extendi¨® sus redes a lo largo y ancho del planeta buscando penetrar en mercados emergentes como el chino o el del Este de Europa.
Y, lo m¨¢s importante, con Marchionne, Fiat se ha quitado el complejo de inferioridad, de fabricante de coches peque?os y lo ha hecho justo a tiempo. La fuerte subida de los carburantes primero, la exigencia de las administraciones para que los veh¨ªculos sean menos contaminantes y, ahora, la crisis econ¨®mica hacen que los modelos peque?os, ecol¨®gicos y asequibles se hayan convertido en el principal objeto de deseo de los consumidores.
De momento, el principio de acuerdo con Chrysler est¨¢ haciendo volar el precio de la acci¨®n, que el jueves lleg¨® a subir un 27% (la mayor alza de su historia), apoyado tambi¨¦n por el plan de incentivos del Gobierno italiano, por el espectacular incremento en el n¨²mero de matriculaci¨®n de sus modelos en Alemania (218% m¨¢s respecto al mismo mes de 2008) y una subida del 6,1% en marzo en Italia.
Ahora habr¨¢ que ver si el fabricante italiano encuentra su gran oportunidad de negocio en la ayuda que est¨¢ dispuesta a prestar a Chrysler. Puede que esta v¨ªa sea la manera de regresar al mercado americano casi un cuarto de siglo despu¨¦s de que lo abandonara. Sin embargo, todav¨ªa tiene tareas pendientes para lograr seducirlo.
Esta misma semana, USA Today, el diario m¨¢s vendido en EE UU, recog¨ªa dos informes brit¨¢nicos seg¨²n los cuales los modelos Fiat son "poco fiables y poco satisfactorios". Una encuesta de J. D. Power and Associates sit¨²a a Fiat en el puesto 28, el ¨²ltimo, en el ¨ªndice de satisfacci¨®n de los consumidores despu¨¦s de usar el coche dos a?os. Adem¨¢s, cuando Fiat abandon¨® el mercado m¨¢s grande del mundo, su marca era el acr¨®nimo de Fix it again Tony (arr¨¦glala otra vez, Tony).
La situaci¨®n ahora ha cambiado. Los italianos tienen la sart¨¦n por el mango y podr¨ªa demorar el acuerdo, que urge a Chrysler para recibir la ayuda estatal, y exigir la compra de las partes que a ellos les interesen. Quedan dudas sin resolver, y algunos analistas se preguntan si Fiat conseguir¨¢ lo que no consigui¨® la alemana Daimler, que pag¨® 36.000 millones de d¨®lares en 1998 para comprar Chrysler y conquistar el mercado americano.
De momento, los italianos est¨¢n henchidos de orgullo con la elecci¨®n. Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Fiat, declar¨® que "las palabras de Obama son un reconocimiento importante para todos los que estos a?os han trabajado duramente en la empresa. Que Fiat haya sido la elegida para ayudar a impulsar el sector del autom¨®vil americano es motivo de gran orgullo no s¨®lo para la industria italiana sino para todo el pa¨ªs".
Para Fiat, despu¨¦s de su larga traves¨ªa por el desierto, verse convertidos en salvadores del mercado americano significa "el reconocimiento de que sus productos, sus motores y sus componentes est¨¢n a la vanguardia tecnol¨®gica, son respetuosos con el medioambiente y resultan competitivos". S¨®lo el tiempo demostrar¨¢ si esas capacidades son suficientes para mantenerse a flote en el mercado m¨¢s exigente del mundo.
Un sector en pleno cambio
Fiat est¨¢ preparada para la batalla. As¨ª de contundente se muestra su consejero delegado, Sergio Marchionne, quien est¨¢ convencido de que la industria del autom¨®vil no ser¨¢ la misma cuando termine la crisis. "Podemos asegurarnos un puesto entre los grandes del planeta", dijo hace pocos d¨ªas (27 de marzo) ante la Junta de Accionistas, porque "hace tiempo que abrazamos el desaf¨ªo de lo nuevo y, a diferencia de muchos otros, no esperamos a que la crisis fuera la que impusiera la cultura del cambio".
Marchionne estima que la capacidad productiva automovil¨ªstica en el mundo es de 94 millones de unidades y que el mercado s¨®lo est¨¢ preparado para absorber 60 millones en condiciones normales, muchos menos con la crisis actual. Ante este escenario s¨®lo cabe racionalizar la producci¨®n y concentrarla. Seg¨²n sus c¨¢lculos, cuando acabe la crisis s¨®lo quedar¨¢n seis o siete fabricantes a nivel global. A medio plazo, s¨®lo los grupos que fabriquen entre 5,5 y 6 millones de veh¨ªculos al a?o lograr¨¢n mantenerse en el mercado.
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